Dubarbier conduce el balón perseguido por el portugués Cavaleiro, que no estará en el partido de hoy.
La UD Almería recibe al Dépor con recuerdos del pasado y heridas sin curar que sanan con un triunfo
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Mientras haya alguien que no se sienta 'vengado', las cuentas entre UD Almería y Deportivo de La Coruña estarán pendientes. El pasado 20 de febrero se cumplieron cuatro años de un gol que dio la vuelta al mundo y que supuso un golpe en la línea de flotación de una UD Almería que purgó aquel error y algunos otros -más que aquel empate de entonces- durante dos años en Segunda División. Al propio Dépor, aquel tanto de Dani Aranzubia -este pagó su deuda el pasado año con el Atlético de Madrid- en el descuento de aquel partido, tampoco le sirvió de mucho, solo para descender más tarde.
Han pasado cuatro años y ocho días, casi como una condena, desde que ambos equipos no se ven en el Estadio de los Juegos Mediterráneos como integrantes de la llamada Liga de las Estrellas y lo mismo es tiempo ya de saldar esas 'viejos desencuentros'. Porque lo que pasó en Segunda División, con una victoria que a la UD Almería no le sirvió para meterse en el ascenso, no parece ser suficiente para considerar que aquella disputa está borrada en el tiempo. De todas formas, no es lo mismo ganar para subir que hacerlo para no descender. Hoy, una derrota conduce al desánimo, que no a la desesperación porque aún quedan jornadas, pero es como echar por tierra lo hecho, por ejemplo, en la primera vuelta en Riazor, donde se puso la primera piedra para tratar de 'descartar' al equipo gallego.
De ahí, el Dépor también tiene 'cuentas pendientes'. Aquella derrota, tras la goleada sufrida ante el Real Madrid o el tropiezo en Balaídos frente al Celta -parecen cíclicos los resultados deportivistas, que en esta segunda vuelta ha encadenado tres jornadas con idénticos signos en la 'quiniela'-, puso en tela de juicio las posibilidades de hablar con ilusión de la temporada del cuadro de Víctor Fernández en la máxima categoría del fútbol nacional.
Ganar, lo más importante
De todas formas, ni unos ni otros se escudan en esos 'malos recuerdos' para luchar por la consecución del triunfo. Si el hecho de lograr la permanencia no es suficiente motivo para salir y buscar los tres puntos, 'apaga y vámonos'. Los dos tienen como meta -lo de la grandeza de una victoria para los humildes de la Liga está fuera de cualquier duda- la consecución de los tres puntos que hay en juego, que acercarán al ganador a ocupar una posición cercana para ganar 'la otra Liga'. Este lugar en la tabla de clasificación supone acabar, como mínimo, en decimoséptima posición, para vivir un año más entre las estrellas, por muy precarias que sean las condiciones que imponen quienes rigen una competición cada vez más cerrada a que tres o cuatro, si todo se da con cierta anormalidad, luchen por el título y el resto casi por salvarse.
La victoria requerirá de otras cosas, diferentes a las vistas hace una vuelta de competición, incluso de las que se vieron ante el Atlético de Madrid el pasado sábado, más allá del grave error arbitral de Mateu Lahoz. La UDA, como dijo el jueves Juan Ignacio Martínez, no debe andar con descuidos ante el conjunto deportivista. Este no se descuida. En Primera, como se suele decir, 'el más tonto hace relojes' y si los relojeros tienen calidad la situación puede ser más preocupante.
Todo al seis
Lo que también es verdad es que el Dépor no es el visitante más temible de la Liga, aunque sí es cierto que no ha perdido en seis de sus once visitas, pero solo ha visto puerta seis veces a domicilio y en seis partidos -lo del seis puede ser pura coincidencia- no ha conseguido ver puerta, aunque en cuatro ocasiones dejó su portería a cero.
Para la cita de esta tarde-noche, el Almería aún tratará de dejar cosas para atarlas esta mañana. Ayer celebró la penúltima jornada de trabajo, tras haber ensayado el jueves a puerta cerrada aspectos más para 'destaparlos hoy'. Esta mañana la sesión será menos intensa con vistas a un partido en el que pueden darse algunos cambios en el once con respecto al de la pasada semana en el Vicente Calderón.
Juan Ignacio Martínez tiene a toda la plantilla disponible, incluido Thomas Partey. El ganés no pudo estar ante el Atlético por la llamada 'cláusula del miedo'. Disponible ahora podría ser una solución de fortaleza ante los de Víctor Fernández para ubicar a Corona en una zona en la que sacarle más partido, aunque eso signifique romper la pareja habitual de las últimas jornadas.
Parece probado que la zona de retaguardia tendrá a los mismos cuatro jugadores que ante el Atlético, es decir, Michel Macedo, Ángel Trujillo, Mauro dos Santos y Dubarbier, en defensa; con Verza como hombre fijo en el centro del campo. Su compañero, como queda dicho, podría ser Thomas, lo que conllevaría adelantar a Corona, escoltados en banda por Wellington Silva, que solo estuvo 20 minutos en el Calderón, y Thievy, aunque también Édgar e incluso Jonathan Zongo podrían aparecer por banda. La punta de ataque está clara que es para Tomer Hemed. Si Thomas no es de la partida, Corona será el compañero de Verza y podría aparecer el congoleño Thievy en la media punta.
Hasta hoy no se conocerá la convocatoria de Juan Ignacio Martínez. El técnico tiene el 'bendito' problema de la disponibilidad de efectivos, ya que solo Rubén está descartado por lesión y lo de Michel Macedo, que sufrió un golpe en un codo, no reviste gravedad.
Sin Cavaleiro
Enfrente un Dépor distinto al que perdió en la primera vuelta en Riazor, en un partido plano de los de Víctor Fernández, pese a lo cual tuvieron opciones para adelantarse, pero se encontraron con un soberbio Rubén, que aún no está recuperado de su lesión. La llegada, sobre todo, de Borges da una dimensión diferente al cuadro blanquiazul.
El Dépor de la primera vuelta, en este mismo tramo liguero, con la disputa de cinco partidos, consiguió solo cuatro puntos, tras empatar en casa con el Rayo Vallecano y ganar al Eibar en Ipurua. Ahora, el cuadro deportivista ha sumado siete puntos de 15 posibles, con tablas en casa frente al Granada y victorias en Vallecas y en casa frente al Eibar.
Los dos otros partidos, disputados en el Bernabéu y en Riazor frente al Celta, dejan sensaciones positivas y eso es un aviso a 'navegantes' para la cita de hoy en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Lo que sí es cierto es que al Dépor se le rompió ayer uno de sus jugadores importantes. El portugués Cavaleiro se lesionó este viernes en el último entrenamiento antes del encuentro con el Almería y no entra en la convocatoria de Víctor Fernández para el choque.
El jugador del conjunto coruñés se retiró al vestuario de la ciudad deportiva de Abegondo en los primeros minutos de la sesión de trabajo por unas molestias en el tobillo. La baja de Cavaleiro merma el ataque del Deportivo de La Coruña, que para la visita al Almería solo tiene a un delantero disponible, Oriol Riera.
A la lista de convocados regresa el argentino Luis Fariña, que no había podido entrar en la convocatoria de Víctor Fernández desde el 25 de enero. Alberto Lopo, como es lógico, se ha caído de la citación por la expulsión del partido de la pasada semana ante el Celta de Vigo y siguen de baja los portugueses Hélder Postiga y Diogo Salomao, así como Verdú y 'Toché'.
Por decisión técnica, el aragonés descarta a Borja López, Canella y Cezary Wilk. Con lo otro, lo que le queda, el conjunto deportivista buscará presentarse con opciones de sumar en la cita del Estadio de los Juegos Mediterráneos.
En ese enfrentamiento están en juego muchas cosas, más allá, incluso, de esas 'cuentas pendientes' del pasado. Pero puestos a buscar motivos, los del Almería pesan más, una 'medio sentencia' hace más daño que un posible 'medio movimiento de silla'.
Cuentas pendientes
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