lunes, 13 de enero de 2014

Sin acompañantes en su mejor tarde

ATHLETIC BILBAO | UD ALMERÍA
Al portugués le está costando adaptarse a la Liga Española, pero poco a poco empieza a mostrar cualidades 
Llevó todo el peligro rojiblanco: un golazo y buenos centros laterales
REDACCIÓN | DIARIO DE ALMERÍA

Barbosa salta con Kike Sola por un balón con el partido ya sentenciado

Llegó como el último fichaje de verano y a Barbosa le costó adaptarse a su primera aventura española. El portugués había vivido a la sombra de Suso, hasta que Francisco decidió darle la confianza ante el Betis y desde entonces se ha hecho el dueño de la banda izquierda. No es un jugador ni tan veloz como Aleix ni tan técnico como el gaditano, pero mezcla ambas cosas. Es cierto que muy poco a poco, pero el zurdo cedido por el Sporting de Braga va dejando detalles que muestran que puede ser una pieza importante para Francisco.

Quizás la virtud que le haya hecho ganarle la carrera a Suso es que defensivamente trabaja más. Sin embargo, le faltaba algo más de claridad cuando de generar peligro se trababa y ayer demostró que a base de confianza su mejor versión va a salir a relucir. Además, se entiende bien con Dubarbier, que suele necesitar que alguien le haga las coberturas puesto que es un lateral de mucho recorrido.

Barbosa necesitaba un partido con las sensaciones de ayer, aunque el resultado final fuese pésimo a nivel colectivo. Fue el mejor de los almerienses, el único que fue capaz de plantarle cara al león y no salir huyendo. Su papeleta era complicada porque tenía que verse las caras con un bregador como Iraola y tratar de hacer las ayudas ante el desequilibrante Susaeta, con el que Duba lo pasó francamente mal.

Desde el principio, a Barbosa se le vio con ganas aunque los tres goles iniciales del Athletic le hubiesen quitado la ambición a cualquiera. Cuando peor estaba el Almería, perdido en el campo y noqueado anímicamente, un gran cabezazo del luso, poco habitual en él, daba algo de vida a los de Francisco, que trataron de levantarse, aunque les fue imposible.

Los goles vascos volvían a caer y Barbosa trató de maquillar un poco más el resultado. Primero sacó un muy peligroso centro, que si alguien llega a tocar hubiese acabado en gol, y ya en los últimos minutos probó fortuna desde fuera del área, pero el disparo se perdió a escasos centímetros del palo de Iraizoz. Buen partido que debe de ayudar a seguir creciendo a Barbosa.
Sin acompañantes en su mejor tarde

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