La UD Almería pasa de hacer un brillante partido ante el Granada a sucumbir con estrépito frente al Athletic
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Los rojiblancos fueron ‘demasiado buenos’ ante un Athletic más intenso
Es cierto que todas las comparaciones son odiosas, pero también es verdad que se vive constantemente comparando, en este caso que compete para encontrar respuestas a cuestiones de difícil solución. La verdad es que lo visto el pasado sábado en San Mamés Barria fue la antítesis de lo visto, solo siete días antes, en el partido disputado frente al Granada CF, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, partido que, por otra parte, quedó calificado, con justicia, como el mejor de los rojiblancos en la presente temporada.
En los dos partidos jugaron, de salida, los mismos once hombres, en los dos partidos la predisposición, sin embargo, fue bien distinta. Mientras en casa, el equipo rojiblanco, antes de llegar a la media hora de juego, ya ganaba 2-0, el sábado en Bilbao, en el mismo espacio de tiempo, perdía con estrépito por 3-0. Y todo por un aspecto tan variable como la intensidad a la hora de afrontar el inicio del encuentro.
Si se observan ambos encuentros, ante el Granada, el cuadro rojiblanco salió más intenso hasta resolver el partido. Ante los del ‘Txingurri’ Valverde, hace solo dos días, la intensidad la tuvo el rival y el Almería casi jugó a ‘verlas venir’, sin capacidad ninguna para tratar de igualar la contienda, aunque solamente fuese en algo tan intangible las sensaciones.
¿Actitud?
Cuando las diferencias son tan amplias, entre la imagen de un día y la de otro, se puede apuntar a la actitud, pero tal vez no sea ese el principal problema. Lo cierto es que también es la calidad del quien está enfrente. El Almería, que había ganado sus dos últimos partidos, no lo hizo con números distintos a los mostrados. Sin embargo, ante el actual Athletic se penalizan los errores y los dos primeros del cuadro rojiblanco fueron aprovechados por los del ‘Txingurri’ para poner el marcador muy cuesta arriba.
El Almería, en ninguno de los tres partidos, fue dominador del balón. Lo que sucede es que esa ausencia de dominio ante un Betis incapaz de hacer gol aunque los palos fuesen los banderines de córner, se sustenta en la gran actuación, y ya van..., de Esteban, que el pasado sábado no pudo hacer nada ante la avalancha de juego de los bilbaínos.
Ante el Granada, equipo con más calidad que el verdiblanco, sí que dominó el partido cuando más necesidad había, en el inicio, para desnivelar el partido y, luego, a la contra tratar de cerrarlo. Enfrente, un rival que tampoco fue el de otras actuaciones firmadas lejos del Nuevo Los Cármenes.
Empezando por el aspecto defensivo, los números en San Mamés no fueron distintos a los de recientes partidos ganados. Por ejemplo, ante el Granada fue el ‘peor’ de los tres partidos en cuanto a recuperación. En los 90 minutos disputados, los rojiblancos consiguieron robar al cuadro nazarí 38 balones –nueve más que ante el Celta, paradigma de la negatividad en recuperación de balón esta temporada– y que supone un robo cada dos minutos y medio. En Bilbao, por ejemplo, se robó un balón cada dos minutos, casi.
De todas formas, la clave no está tanto en recuperar como en perder y, sobre todo, cuándo y dónde se pierde. Si ocurre, como el sábado en Bilbao, el hecho de conceder balón a un rival con la intensidad que muestran los de Valverde y en las proximidades del área que se defiende, tal y como sucedió entonces, es prácticamente conceder goles, por mucho que se hable de la escasa eficacia de los delanteros del Botxo.
El ataque
En lo que a buscar la portería contraria se refiere, las diferencias con los anteriores partidos tampoco son extremas en cuanto al intento, sí en cuanto a la dirección del disparo. Analizando el partido disputado en el Benito Villamarín, se recordará, que el Betis tuvo ocasiones, pero el Almería las tuvo muy claras. A la del gol, que fue consecuencia de un balón rebotado, se unen las que tuvieron Óscar Díaz y Suso. Pero lo cierto es que la UDdisparó, de los 14 intentos, la mitad entre los tres palos. Ante el Athletic, con nueve disparos a portería, solamente dos llevaron dirección buena y uno fue el del gol.
Dos intentos es una renta pésima en comparación, por ejemplo, con el partido frente al Granada, en el que los de Francisco llegaron a rematar en 18 ocasiones –el doble de San Mamés–, con ocho entre los tres palos –cuatro veces más que ante el Athletic Club–.
De todas formas, lo que sí parece probado es que la diferencia sigue estando entre los equipos que ocupan las primeras plazas de la clasificación y los que están en una cola que es demasiado amplia y también pareja.
Son muchos los puntos que todavía quedan en disputa, pero parece probado que, con el Real Betis demasiado distanciado –necesita ganar más de dos partidos y que los de arriba los pierdan–, la igualdad entre los de abajo es tal que puede pasar cualquier cosa en los enfrentamientos directos. En ese tramo de la clasificación, la diferencia entre el octavo, que es el Valencia de Pizzi, y el decimonoveno, el Rayo Vallecano de Paco Jémez, solamente hay nueve puntos –distancia tan complicada de salvar como la del Real Betis para ser decimoséptimo–.
Por ello, solamente queda rezar cuando para tener un buen día con los de ‘tu’ grupo y que salga el buen día y hacerlo también para que cuando el cruce sea con los que aspiran a estar arriba tengan ‘piedad’.
Doctor Jekyll y míster Hyde - Unión Deportiva Almería S.A.D.
No hay comentarios:
Publicar un comentario