Foto: Javier Alonso / DIARIO DE ALMERÍA
Los mismos goles que frente al Castellón y la Ponferradina le valen ante el Girona para volver a Primera
DIARIO DE ALMERÍA
Era partido para hacérselo creer a los jugadores y la afición puso todo de su parte. No sólo llenó el estadio hasta reventar, sino que estuvo dando colorido por las calles durante todo el día y luciendo un precioso y muy trabajado mosaico cuando ambos equipos saltaron al césped. Además de la multitud de camisetas y banderas que se dejaron ver por toda la ciudad, decenas de peñistas acudieron al hotel de concentración del Almería para darle el último soplo de aliento a los futbolistas y acompañarlos hasta el estadio. Y como no podía ser de otra forma, la marea acabó en ola hacia Primera División.
Poco calentamiento. Los cuerpos estaban tan fatigados y la tensión era tanta que el tiempo de calentamiento se llevó a su mínima expresión. El Almería saltó a las 19:26 y se retiró del césped a las 19:44. Tras unos diez minutos en el vestuario escuchando las últimas consignas y preparándose para el choque, a las 19:56 encabezaron a sus equipos los capitanes, Corona y Tébar.
Como leones. El Almería comenzó con una marcha que el Girona. Le impidió al equipo catalán tocar cómodo en su campo y, además, se anticipó en todas las jugadas que pudo. Los rojiblancos tuvieron calma, tenían la eliminatoria en franquicia y el pri mer gol les dio mayor tranquilidad para que la mente ejecutara.
De la marea a la ola rojiblanca
TEMPORADA 2006-2007
La Unión se hace mayor
Un proyecto joven e ilusionante, puesto en las manos de un técnico que arrancaba su carrera, Emery, acabó en Primera un 19 de mayo.
Si uno recuerda el comienzo de la temporada 2006-07, tiene en su mente los escalofríos que sintió más de uno antes de afrontar la cuarta jornada. Almería 0-1 Tenerife [De Palmas en propia puerta, minuto 86]. Murcia 3-2 Almería en el partido del primer latrocinio de Mateu Lahoz [expulsó a Acasiete, De Palmas y José Ortiz; los goles fueron dos de Iván, Aranda; José Ortiz y Kalu Uche]. Salamanca 2-0 Almería [Vela y Braulio].
Con ese comienzo tan prometedor, se plantó el equipo rojiblanco en la cuarta jornada para recibir a un Cádiz que venía con vitola de ser uno de los gallitos. Sí, había ultimatum a Unai Emery, un técnico que había hecho grande al Lorca, después de cogerlo en mitad de la temporada en Segunda B [comenzó como jugador y el cese de su técnico lo llevó al banquillo], subirlo al final a Segunda y rozar la Primera con los lorquinos en su debut en la categoría de plata. El juego de toque, el trabajo de estrategia y la labor psicológica y motivadora del de Fuenterrabía cautivaron a Alfonso García, pero su pronto estuvo a punto de pasarle una mala jugada tras tener en el casillero 0 puntos de 9 posibles.
Ahí iba a comenzar el despegue, en un partido recordado por el garrafal error de Iglesias Villanueva que, a instancias de su línier, Rodríguez Vallejo, señaló penalti y expulsión de Mané en un agarrón que se produjo casi cinco metros fuera del área. Ocurrida en el minuto 65' y con 2-0 en el marcador gracias a Míchel y Corona, esa jugada está catalogada como uno de los cinco errores de bulto más importantes del fútbol español. Paz, desde los nueve metros, hizo el 2-1 con el que acabaría un partido que hizo estrenarse al equipo rojiblanco en la clasificación.
Nervios fuera. El Almería, con un equipo joven, comenzó a mostrar síntomas de serio aspirante. Westerveld, meta con experiencia; Bruno y Mané, llegados de un descendido Lérida y del Ciudad de Murcia, se comían las bandas; Carlos García y Acasiete, centrales de garantías; Cabrera, un pivote que se hartaba de recuperar balones; Corona y Uche, calidad y fuerza en la mediapunta; José Ortiz y Crusat en los extremos, temple y velocidad de vértigo; y Míchel o Bermejo, dos enamorados del gol. En el banquillo tampoco andaba nada mal el equipo con Valerio, De Palmas, Mairata, De Palmas, Domingo Cisma, Bermudo, Alberto, Larrea, Mena... Hasta había algún canterano como el meta Ricardo y el central Molo. Una plantilla bien compensada y dispuesta a todo en una jauría como era la Segunda División de una liga donde todavía no habría crisis. O, por lo menos, no había tanto control a la hora de cumplir los contratos y con Hacienda.
La primera victoria de prestigio, Emery la logró en Santo Domingo, ante un Poli Ejido que emprendía un nuevo proyecto en busca de llegar a Primera antes que su primo de la capital. Era el 18 de noviembre y Paco Esteban adelantaba a los celestes. Sin embargo, Crusat y Míchel le daban la vuelta al partido. Precisamente ante la Ponferradina, equipo ante el que al final se logró el ascenso, los almerienses se metieron por primera vez entre los tres puestos que daban el ascenso directo. Jornada 19, 16 de diciembre en un Toralín helado. Míchel hace el 0-1 de penalti en el descuento y ya nadie fue capaz de pinchar la pompa del Almería.
La Unión se hace mayor
TEMPORADA 1978-1979
Ascenso en sepia
En su primera temporada en Segunda División, con el famoso 'autobús' de Maguregui, la AD Almería obró el milagro de traer fútbol de Primera a la ciudad. El partido clave fue la remontada ante el Real Betis (2-1).
J.L. BRETONES | DIARIO DE ALMERÍA
El 3 de septiembre de 1978, la A.D. Almería debutó en Segunda división. Un equipo humilde, con jugadores sin renombre y con un entrenador de lujo: José María Maguregui. El rival fue el Castilla, en el que venían hombres que luego triunfarían con el R. Madrid: el portero Maté, García Cortés, Pérez García, Gallego o Martín Roales. El once del debut rojiblanco fue: Cendoya; Paniagua, Camacho, Ó. López, Garrido; Garay (Jeromo 45') Maxi, Martínez; Rojas, Gregorio y Abarca (Polo 45'). En el último suspiro ganó el Almería (2-1).
La primera vuelta fue discreta. Los rojiblancos acabaron en sétima posición entre 20 equipos, con 21 puntos, cuando las victorias valían 2. Parecía que la categoría se iba a consolidar, que es de lo que se trataba. Nada cambió en la segunda vuelta... hasta la jornada 28. Aquel Sábado Santo, miles de almerienses, aprovechando el puente, se desplazaron a Murcia para vivir un inolvidable 1-4, con goles de Gregorio (2), Rolón y Martínez. Faltaban diez jornadas y la permanencia parecía asegurada.
El siguiente rival era el Algeciras de un viejo conocido, Enrique Alés, que lo puso difícil. Garay y Jeromo, de penalty a falta de un cuarto de hora, doblegaron a los algecireños. Y Enrique Alés avisó: 'Cuidado con el Almería que tiene un bloque muy compacto y un calendario bastante asequible'. El equipo seguía séptimo, pero a sólo dos puntos del ascenso.
Derrota en Getafe en la jornada 30ª, con gravísima lesión de Gregorio y regreso a la realidad. Además, el próximo rival era el líder Málaga. Y empezó la locura. Los malagueños cayeron en el Franco Navarro (3-0) y su entrenador, Viberti, afirmó: 'Con esta afición, es imposible que el Almería pierda un solo punto en casa'.
En la jornada32ª había que viajar a Jaén, un rival que luchaba por salvarse. Empate a 2, con goles de Rojas y Rolón. Faltaban seis jornadas y el Almería iba sexto, a tres puntos de Málaga, Elche y Granada que marcaban el ascenso, al que ya se miraba de reojo, con 40 puntos. Valladolid y Betis eran 4º y 5º.
Y aquí comenzó el espring. El Osauna no fue rival en el Franco Navarro (3-0), en Tarrasa se saldó una vieja cuenta futbolística (1-3) y, a falta de cuatro jornadas, el equipo entró en zaona de ascenso, con 43 puntos, uno menos que Málaga y los mismos que Granada y Betis. Precisamente los béticos eran el próximo rival, el 'coco' de Segunda, con internacionales en sus filas, que descendió la pasada temporada, se decía, por tener un presidente... excesivamente bocazas. El ascenso a Primera estaba en juego.
Aquel 27 de mayo de 1979 no cabía un alfiler en el Franco Navarro. A poco que peine usted canas, le sonarán los jugadorres que alineó León Lasa: Esnaola, Bizcocho, Cobo, Peruena, Gordillo; López, Ortega, Cardeñosa; García Soriano (Megido 74'), Hugo Cabezas y Anzarda. Maguregui puso en liza a César; Paniagua, Piñero, Óscar López, Maxi; Zunzunegui, Garay (Jeromo 50'), Martínez; Rojas, Rolón y Rozas (Abarca 81'). Pitó Benavente Garasa, qu expulsó a Martínez y López por agresión mutua.
Técnicamente, el Betis era superior. Pero el corazón, la lucha y el empuje de 20.000 aficionados fue decisivo para los rojiblancos. Se adelantaron los béticos en el minuto 49 en jugada personal de Ortega. Nuestro gozo en un pozo. Vuelta a la cruda realidad. El Almería presionaba con el corazó, los veinte mil aficionados con las gargantas y la peña 'Los Churros' con sus instrumentos. Y surgió el milagro. A los 60 minutos Martínez es derribado en el área y Benavente Garasa señala penalty. Pero había que metérselo a un Esnaola especialista en pararlos. Lanzó el especialista en marcarlos, Jeromo, y fue el 1-1. El resultado no era malo. pero faltaba la apoteosis. Minutos 92. Zunzunegui sube la banda izquierda, centra y Abarca en plancha hace el 2-1. Aquello fue indescriptible.
Había que ganar la antepenúltima jornada en Ferrol, farolillo rojo. De este partido se habló mucho pero lo que cuenta, el resultado, fue 0-2. El Almería se situaba líder de Segunda. Había que rematar la faena ante el Castellón.
Ascenso en sepia
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