Seis temporadas sin saborear una victoria en el primer partido en el Mediterráneo hace que se hable de algo más que un simple 'gafe'
JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA
El Estadio de los Juegos Mediterráneos ha tenido diversos ‘calificativos’ por parte de los aficionados cuando las cosas no han ido bien. Comenzó su andadura con algo más que la palabra ‘gafe’. En el estreno, los aficionados casi que se resignaban a no ver a su equipo ganar como local. Estaba Fernando Castro Santos en el banquillo y, pese a ser uno de los mejores equipos a domicilio, el hecho de que los seguidores almerienses no viesen a los suyos ganar en casa hizo que, antes de la mitad de la temporada, fuese destituido. Quizás tan solo fue el inicio de algo más que ‘meigas’ que han podido pasearse. Desde que en agosto de 2004 se abriese el recinto deportivo para la práctica del fútbol, tan solo en una ocasión se ha visto una victoria en el debut casero para la UD. Todo lo demás, en estos ya ocho años, han sido decepciones. Tanto en Primera como en Segunda. En las últimas seis campañas, de forma consecutiva.
Pero como esto es fútbol y las estadísticas están para romperlas (frase utilizada siempre por los profesionales), el Almería se puede mirar en el optimismo de cara al choque del próximo viernes en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. En todo este tiempo (ocho temporadas pasadas), al único equipo que se le ganó en un debut en Almería fue al Xerez. Curiosamente, el primer visitante que recibirá la UD en el presente ejercicio. Un cuadro, el gaditano, que ha solido dar ‘alegrías’ a los seguidores rojiblancos en la última década. Desde el 6-0 en el Juan Rojas, para certificar la permanencia, hasta el 1-0, con gol de Ortiz Bernal, para el debut de Juanma Lillo como técnico del Almería. También hubo otros marcados por la actuación arbitral (Mateu Lahoz) con cuatro expulsados de la UD y empate de penalti en el último minuto del Xerez (1-1).
Víctima Xerez
Esta racha, como indicamos, del Almería en el Mediterráneo en sus estrenos ligueros como local fue ‘rota’ por el Xerez Deportivo. En el banquillo almeriense estaba Paco Flores. En el xerecista, Lucas Alcaraz. Dos proyectos que se esperaba estuvieran en la parte alta de la clasificación al final de la temporada. El Almería llegaba a la cita tras una sonrojante derrota en Soria frente al Numancia (3-0). Parecía que todo lo que se había hecho en pretemporada no valía para nada. Así que los de Flores salieron a por todas. 3-0 a su favor con goles de Francisco, Míchel y Crusat. Los dos primeros sin ser ‘santo’ de la devoción del preparador catalán. El extremo, por su parte, comenzando a demostrar lo que dejaría en sus temporadas en el Almería antes de irse hace un año al Wigan inglés.
Esta victoria fue como un oasis en el desierto que se ha convertido tener que jugar un partido de estreno en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Técnicamente, y mirando el calendario, se podría decir que la temporada pasada también se consiguió la victoria en el estreno liguero. Pero hay ‘trampa’. El sorteo puso la primera cita en el Mediterráneo entre el Almería y el Nástic de Tarragona. El resultado fue de 3-1 para los de Lucas Alcaraz. Aunque si se ve la fecha no coincide con el fin de semana de agosto previsto. La huelga de AFE obligó a trasladar esa jornada hasta, casi, la mitad del campeonato. Así que el primer partido de manera cronológica fue el que disputaron ante el Girona y que acabó con 2-2. Los almerienses se adelantaron 2-0 y tenían un jugador más durante toda la segunda parte. Las ‘meigas’ parecía que se habían dado un descanso y el retorno a Segunda, tras cuatro años en la elite, daba la impresión que sería menos doloroso. Agua. El Girona empató en el descuento para hacer ver que la mala racha continuaba.
De Palmas la inició
Todo se inició, de manera consecutiva, con un autogol de Laurent de Palmas. El lateral derecho francés marcó en la portería defendida por Westerveld en el tramo final del partido ante el Tenerife. Era el estreno de Unai Emery como entrenador del cuadro rojiblanco en partido oficial. Con una propuesta ofensiva y que no encontró el camino correcto para haber ganado el primer choque liguero. Una propuesta que modificó después de perder los tres primeros partidos. Ante el Cádiz, en el famoso encuentro del penalti señalado seis metros fuera del área, todo cambió para el técnico vasco y para el propio Almería.
Unai Emery también sería ‘víctima’ un año después. Ya en Primera y tras ganar en Riazor (0-3). El Valencia (las vueltas que da la vida) llegó para derrotar a los rojiblancos. Entre Morientes y Moretti dejaron en nada el tanto de Álvaro Negredo. El preparador vasco también fue protagonista en la tercera ocasión que el Almería no ganó en su debut. En este caso fue ‘ejecutor’. Aterrizó en el Mediterráneo como entrenador del Valencia en un partido que acabó en tablas y que impidió que alguno de los dos acabase como líder tras dicha jornada liguera (2).
No lo consiguieron ni Emery ni Gonzalo Arconada. Como tampoco lo logró Hugo Sánchez. El mexicano estrenaba esa campaña ante el Valladolid. Ni por jugar la última media hora con cinco delanteros se produjo la victoria. Ni tan siquiera marcar un gol. Ni la entrada del defenestrado Esteban Solari pudo hacer que comenzase la ‘depresión post-Negredo’.
En las dos últimas temporadas el marcador ha sido el mismo (2-2). La primera en la máxima categoría con Juanma Lillo en el banquillo ante la Real Sociedad. La segunda frente al Girona en la Liga Adelante. Dos inicios que se prometían muy felices para lograr los respectivos objetivos al final de las temporadas y que no se cumplieron ninguno de los que el entorno de la UD esperaba. Dos ejemplos de poder decir lo de ‘lo que mal empieza mal acaba’. En los anteriores, el refrán podría ser el de ‘ningún gitano quiere un buen inicio para sus hijos’. Para agarrarse a lo que cada uno quiera.
De Xerez a ¿Xerez? - Unión Deportiva Almería S.A.D.
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