El Almería ha vuelto a entrenar este jueves en el campo principal del Mediterráneo
A entrenador nuevo... Boquerón Esteban debuta el sábado con la necesidad de hacer bueno el dicho para no salir de la promoción
Las bajas de Corona y Soriano debilitan la zona ancha
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA
Más de uno todavía se frota los ojos porque no acaba de creerse la decisión que tomó el presidente, enmascarada en que fue consensuada por el consejo de administración, al destituir a Lucas Alcaraz. Es cierto que el equipo necesitaba un golpe psicológico que lo despertara del letargo en el que se hallaba sumido, pero viendo la plantilla que hay y la apuesta por la viabilidad económica que se ha hecho, la sensación es que a Alfonso García se le ha disparado la pistola prematuramente. Lógicamente, también están los que piensan que mejor dar un golpe de timón ahora que el equipo todavía está en zona de promoción.
Sea como fuere, lo único cierto es que Alcaraz es pasado y Boquerón Esteban presente y, si es capaz de sacarle algo más de jugo a una plantilla demasiado exprimida, futuro. Con la racha de seis partidos sin vencer, visitando un estadio complicado por su fisonomía y a un Huesca que ha mejorado ostensiblemente, no parecía el momento oportuno de hacer el traspaso de poderes tácticos para no correr el peligro de que el velezano se estrenara con un mal resultado en tierras oscenses. Sin embargo, el que fuera extécnico del Club de Fútbol ha cogido el toro por los cuernos y con tan sólo tres entrenamientos buscará cambiar la mentalidad de sus jugadores. Y deberá hacerlo rápido porque de no sumar el sábado en El Alcoraz, el tanto por ciento de salir de la zona de promoción es mayor que el de mantenerse entre los seis primeros clasificados.
Alfonso García le pide ahora el ascenso al Boquerón Esteban, cuando al final de la temporada pasada y a comienzos de ésta se conformaba con no ser el Tenerife de turno. Sin embargo, la buena racha inicial y el fútbol poco ofensivo que suele poner en práctica Lucas Alcaraz le han costado muy caro al granadino. Esteban, buen amigo de éste, es un experto conocedor de la categoría y tiene varios ascensos en sus espaldas como el del Hércules. Está claro que ha aceptado el reto almeriense porque ve mimbres de, como mínimo, hacerse con el cuarto o quinto puesto. Aunque en la presentación dijo que todavía se podía dar alcance al ascenso directo, en su fuero interno sabe que eso es menos que una utopía y lo primero que debe de hacer es recuperar las sensaciones de un equipo que se descompuso como un castillo de naipes ante el Xerez cuando encajó el 0-1.
Aventurarse con la alineación de Esteban es complicado, puesto que su fútbol es vistoso y bien distinto al de su antecesor. Además, el equipo completará hoy su tercera sesión de entrenamiento con su nuevo técnico que, por otra parte, tampoco tiene mucho donde elegir. Las bajas de Corona y Soriano debilitan el centro del campo, la línea a la que más atención presta el Boquerón. El sentido común hace indicar que Bernardello formará el doble pivote con Verza y Goitom volverá a ser el segundo punta tras Leo Ulloa. Si el sueco deja la banda, Aarón tiene opciones de jugar en la izquierda y Aleix Vidal en la derecha. Juanma Ortiz, que vuelve tras cumplir sanción es otra alternativa, aunque con Alcaraz actuaba como lateral.
Quizás las únicas dudas que alberga el velezano están en su insegura defensa. Carlos García parece fijo en el centro y Acasiete y Jakobsen se juegan el otro puesto. En la derecha, Rafita ha fallado en los últimos partidos y Michel, que no terminaba de ser del gusto de Alcaraz, puede reaparecer tras muchos partidos.
Mañana empieza hoy
La UD Almería tiene prohibido tropezar
El conjunto almeriense, que tiene el debut de Esteban, no puede fallar en El Alcoraz
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA
Quien dice que no haber tropezado nunca es porque no ha caminado lo suficiente. La UD Almería lleva 31 jornadas en el campeonato de Liga de Segunda División A de caminata y la última parte de la misma -los últimos seis partidos disputados- ha sido 'cuesta arriba' y con caídas. Son seis jornadas en las que todo han sido tropiezos, porque el equipo no ha ganado y cuando el objetivo es de 'altos vuelos', como ocurre con el planteado por los almerienses, todo lo que no sean triunfos se deben considerar derrotas, incluso los que dan un punto, pese a que se esté en disposición de haber perdido el partido en cuestión y se dice que cuando no se puede ganar el hecho de sumar es un premio suficiente.
El partido de hoy conlleva la obligación de ganar, el mejor de los premios, el único válido. Ni tan siquiera vale aquello de no perder, como dijo Esteban Vigo en su presentación, pese a que el equipo, inmerso en una dinámica de contrariedad, podría darse por satisfecho con un empate. Los rojiblancos jugarán con el mismo orden con el que lo han hecho desde que en diciembre empezaron los buenos resultados.
Esteban, que coge las riendas tras la sorprendente destitución de Lucas Alcaraz, vino a decir en su presentación que no hay tiempo para cambiar muchas cosas -los males propios de una decisión a destiempo-. Los retos no entienden de tiempo, ni tan siquiera de minutos, sólo tienen dos caminos, cumplirlos o no. El que persigue la UD pasa mañana una especie de examen en El Alcoraz, donde los de Quique Hernández tratan de consolidar sus números, que le permiten estar, a día de hoy, fuera de los puestos de descenso, aunque con los mismos puntos que el Guadalajara, que marca el descenso, y tres por debajo de un lugar algo más seguro, en poder del Villarreal B. Una derrota oscense no le hunde pero puede meterlo en zona de descenso. También expone mucho el conjunto azulgrana, sobre todo después de ganar la semana pasada en el Martínez Valero al Elche (1-2) y dejar 'tambaleando' la silla de Pepe Bordalás. Los triunfos fuera, lo mismo que pasa con los empates a domicilio, hay que hacerlos buenos con un triunfo en casa.
Rival complicado
Por eso, a la UD Almería le espera un rival complicado al que ganarle no será fácil, pero frente al cual la victoria conseguida tiene un valor interesante. La cita es la del debut de Esteban Vigo en el banquillo 'caliente' de la UD Almería, donde no hace ni una semana se sentaba Lucas Alcaraz. Por el tiempo, al malagueño no le queda otra que actuar casi como lo hacía el equipo con el granadino. De todas formas, es de aventurar que se pueden dar matices. De momento, pudiera ser que Juanma Ortiz adelantara su posición a la de interior diestro y que Dani Bautista regresara al puesto de lateral izquierdo, aunque tampoco es que la presencia de Michael Jakobsen en esa posición haya sido perjudicial para los rojiblancos. El hecho de los rojiblancos 'permitieran' ocasiones para que el Xerez se adelantara y casi pudiera ganar el partido no fue un error de cualquiera de los cinco de atrás, sino del resto.
Pero el problema que se le presenta a Esteban tiene más que ver con el aspecto anímico o mental que con el del juego. Los rojiblancos llevan muchos partidos con la necesidad de remontar, carentes de una fortaleza que les obliga a redoblar esfuerzos para conseguir los objetivos. Precisamente, uno de los hombres más importantes del equipo que será una ausencia notable para mañana -Miguel Ángel Corona- hablaba a la conclusión del partido con el Xerez de jugar con cabeza y sobre todo sin ansiedad. La cita de hoy, por tanto, tiene más de psicología que de otra cosa, de desposeerse de 'malos hábitos'.
Las seis jornadas sin ganar, de las que sólo dos son derrotas y son las primeras en la cronología, pesan, como lo hicieron las cinco primeras aquellas en la que el tropiezo frente al Dépor significó un cambio para mejor. Toca ese cambio para hoy con un equipo mermado en lo anímico y en lo numérico. A Esteban se le presenta un panorama en el que tendrá que echar mano de dos jugadores del filial y con la presencia en la lista de algunos 'sin presencia' continuada en el juego durante bastante tiempo. Y eso, el ritmo de competición, va en su contra para la cita de mañana. Pesan sobre todo de esta corta plantilla la no presencia de Corona, subsanable la próxima semana, y la de Soriano, que va para más largo en el tiempo.
El pasado manda
Está claro que Esteban tirará de lo que ha visto. Pueden producirse cambios, pero mínimos. En ese aspecto, la ausencia del castellano-manchego tiene nombre, el de Hernán Bernardello, que ya había tenido presencia en algunos de los últimos partidos, tal vez en previsión por parte de Alcaraz de una situación como la que se vive ahora. El argentino acompañará a Verza en la parcela ancha del centro del campo. La de Soriano provoca una 'reestructuración' de posiciones en la que entra, como queda dicho, el adelanto de Juanma Ortiz al costado derecho para que Aleix Vidal se vaya a 'su' banda y Goitom pase al centro, como segundo punta.
El resto del equipo no debe ofrecer muchas variaciones. Esteban, el asturiano, ocupará su habitual posición bajo palos; con una línea de cuatro en la que Rafita y Jakobsen estarán en los costados, con Carlos García y Santi Acasiete por el centro. También es cierto que una presencia de Dani Bautista podría dejar al peruano en el banquillo. El hombre en punta, no cabe duda, que será Leo Ulloa. Es tal vez el más fijo y sería un lujo no contar con él.
Sin embargo, a Esteban le corresponde 'llenar' un banquillo en el que además de los que entran en esas dudas está la de Ortiz Bernal y Aarón, sin confianza con Alcaraz y sin ritmo con Esteban. A ellos se unirán dos del filial, que podrían ser Trujillo, Alberto o Jonathan, que son los que entrenaron ayer con el primer equipo.
En forma
A la UD le espera un Huesca en problemas, pero también es cierto que para éste cada vez llueve menos. Los de Quique Hernández se han fortalecido en las últimas semanas con victorias frente a Girona y Elche y empate con el Celta. Ese fortalecimiento se representa más ahora y empieza con la obsesión de un buen trabajo defensivo. En 1/3 de los últimos nueve partidos mantuvo su puerta a cero, dato que para sí quisiera la UD. Además, en las últimas siete semanas ha sumado cuatro victorias y dos empates y su única derrota llegó en Córdoba.
El cuadro de Quique Hernández, a lo largo de la presente temporada, ha sumado tres puntos más en casa que a domicilio, dato normal (18 por 15). Sin embargo, hace menos goles como local que como visitante (15 por 20) y encaja más como visitante, también lógico (29 por los 18 en casa).
Lo cierto es que los números engañan, en lo que se refiere a sus 'conquistas' en casa. Cuatro victorias son pocas, pero parecen más si se analiza que en sus siete primeros partidos en casa sumó tres puntos como consecuencia de empates con Alcoyano, Murcia y Valladolid. Sin embargo, en la decimoquinta jornada inauguró su marcador de triunfos en casa frente a Las Palmas y sólo el Dépor ha 'profanado' El Alcoraz. Sabadell y Nástic arrancaron un punto y Valladolid, Guadalajara y Girona se fueron con derrota. Y ese último tramo llegan sus partidos salvaguardando su portería, los dos frente a insulares y pucelanos y las dos igualadas.
Referente al apartado de goles, tanto en el balance global del campeonato como ejerciendo de local, las cifras que genera la SD Huesca le colocan en la zona baja en ambos aspectos. El equipo azulgrana es, con 47 tantos, uno de los más goleados, sólo superado por CD Guadalajara y AD Alcorcón, con 51; Villarreal B y Girona FC, con 48. De esa cifra, 29 los encajó en casa, si bien sólo 4 pertenecen a los últimos siete partidos como local.
En cuanto a la cita de mañana, Quique Hernández dispondrá de todos sus efectivos. Luis Helguera sí es cierto que no entrenó en el inicio de semana, pero estará mañana, lo mismo que sucede con Lluis Sastre y Rivas, que han dejado atrás sus lesiones para volver al equipo si el técnico lo considera oportuno. De todas formas, podría optar por jugar con los mismos que lo hicieron en la segunda parte frente al Elche y que tan buen resultado le dio.
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