Cuarto empate consecutivo, que mantiene los nervios a flor de piel y sólo da la satisfacción momentánea de dormir fuera del descenso
Gorosito arriesga tras una mala primera parte
PABLO LAYNEZ | ACTUALIZADO 10.04.2016
Michel se lamenta después de una falta bastante rigurosa en ataque sobre Nelson.
Si usted es de los que se deja llevar por los nervios, prepárese para lo que resta de aquí al final de temporada. Sus pulmones son los que más lo van a padecer, mejor deje el vicio y cómprense una bolsa de pipas para acudir al Mediterráneo. El Almería no termina de encontrar con facilidad el camino de la victoria, punto a punto sale momentáneamente esta noche de la zona de descenso y se jugará el todo por el todo en los partidos venideros ante los rivales de su liga.
El comienzo del partido madrileño fue mucho mejor que el rojiblanco. Mejor plantado, haciendo daño entre líneas y llevando el desconcierto a una defensa de cinco que sufría mucho con los continuos desmarques de David Rodríguez. Al Almería le faltaba juego y con balón su rival estaba haciendo daño, demasiado para lo que se esperaba. Pasado el cuarto de hora llegaron los dos primeros sustos, dos ocasiones clarísimas que pudieron costar el primer gol. Después de una clara falta de Cuéllar a Rodríguez, que rozó la roja, Campaña estrelló el cuero en el larguero. De milagro. Segundos después, la defensa se queda enganchada, el exrojiblanco se planta solo ante Casto y le meta está certero.
No existía el Almería, el partido se parecía más al del Girona que al del Mallorca, con la diferencia de que los de Gorosito no se habían adelantado en el marcador. De hecho, era complicado que eso ocurriera puesto que Pozo no aparecía, José Ángel estaba muy bien presionado, Quique perfectamente cubierto y los balonazos a Juan Ramírez eran imposibles de controlar. Mientras, el centro del campo visitante jugaba y jugaba, con mucha verticalidad. Demasiado estaban confiando los almerienses en un corte y una contra rápida para hacer algo de daño. Campaña estaba dando una lección de regate, visión y desplazamiento de balón, justo el centrocampista que le hubiera hecho falta al Almería bien a principio de temporada, bien en el mercado de invierno.
Lo que tenía pinta de ocurrir, ocurrió. El Alcorcón se adelantaba, en una acción en fuera de juego, que cogía en bragas a la defensa almeriense. David Rodríguez, unos centímetros adelantado en el momento de recibir un un balón peinado por Insa, remata a bocajarro para que Casto demuestre sus reflejos, pero el rechace lo recoge Chema y lo coloca en las mallas locales. Jarro de agua fría, golpe duro y necesidad de cambiar el chip totalmente, puesto que el Almería no se enteraba del partido.
Por fortuna, la reacción fue rápida y buena. La únicaja jugada trenzada por los almerienses iba a acabar en el empate. Pozo y Juan Ramírez, los dos jugadores con más calidad, se asociaron, hicieron una gran pared en terreno de juego alfarero y el malagueño bate al meta visitante con un toque de calidad en su salida. Gran respuesta, el Almería no se vino abajo con el marcador adverso, todo lo contrario, le devolvió el golpe a su rival y se disponía a plantear una segunda distinta.
Tras el descanso, Gorosito iba a tomar todos los riesgos que se había ahorrado en la primera parte. De primeras, Soriano entró por Cuéllar, con lo que el Almería se hizo con el balón y sorprendió al Alcorcón. La nueva disposición provocó que la primera ocasión fuera para los almerienses, con un gran chut que Quique estrelló en el larguero. El míster metió más madera en ataque con Chuli, pero quizás debilitó demasiado el esquema defensivo al quitar también a Vélez. La respuesta amarilla la dio David Rodríguez con otro mano a mano con Casto, que éste volvió a ganarle. Nada tenía que ver esta segunda parte con la primera, ahora eran los almerienses los que presionaban y los alfareros los que salían peligrosamente a la contra.
Pasaban los minutos y a los almerienses les faltaba algo de tranquilidad para terminar de encontrar los muchos huecos que dejaba el Alcorcón. David Rodríguez, por contra, sí que halló otro a la espalda de Saveljich, pero disparó fuera. El tanto podía caer para cualquiera de los dos bandos, a los delanteros poco a poco le faltaba el oxígeno como demostró Quique en los últimos cinco minutos, cuando recibió un gran pase de Pozo, pero chutó demasiado rápido al cuerpo del portero amarillo.
Con más corazón que cabeza, con mucho cansancio y poco orden, se lanzaron los de Gorosito a por la victoria. Había mucho que ganar, pero también se podía perder el punto puesto que al Alcorcón se le veía más entero. Pero los unos y los otros ya atacaban con un fútbol plano, fácil para las defensas, que terminaron evitando que el 1-1 se moviera del marcador. Otro punto para seguir comiéndose las uñas.
Mejor deje de fumar (1-1)
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