
Pozo en el momento de picar el balón sobre el defensa para habilitar un mano a mano que Michel falló (Foto: JL Matarín)
Entró el día 27 de septiembre de 2015 cuando cayó en Albacete por 3-0, y finalizado el partido contra el Mallorca, jugado el día 27 de marzo de 2016, ahí sigue, en la quema. La racha de no encajar se ha visto cortada, no así la de no perder, pero se ha consumado la jornada 31. Son 25 de manera consecutiva en el descenso a Segunda B por parte de un equipo que no tuvo prisa, que generó ocasiones claras y que mereció vencer de manera plácida, pero eso de la justicia o la injusticia en el fútbol no tiene cabida. Es más, no es culpa del rival paupérrimo de enfrente la falta de puntería.
De lo peor que ha pasado por el Mediterráneo, quizás el único del que se puede decir que no se ha presentado al partido. El Mallorca no quiere el balón, pero tampoco quiere saber nada de espacios que no sean los de su zona defensiva. Todo lo que caiga un metro más allá no interesa, ni se pelea, como un balón suelto impulsado hacia atrás por Quique que ningún bermellón buscó para lanzar el contragolpe en el minuto 39. Ese es el ejemplo más claro, pero también vale que su primer y único centro llegó en el 25, y que su único tiro, o lo que fuera aquello, lo protagonizó a las nubes Sissoko en el 35.
El Almería tuvo toda la responsabilidad, la de tener el balón y la de ocupar el campo para sitiar a su antojo las dos líneas de cuatro y de cinco de los bermellones. Parecía defensa de balonmano, con un adelantado, si acaso, en la figura de Ortuño. De esa guisa sobraban defensas en la UDA, por lo que Michel y Dubarbier optaron por la ‘cara B’ de su posición, la de extremos. En ese sentido, Pozo inventó para sacar una cucharilla y dejar solo al brasileño en el 14, que buscó meter el balón por entre las piernas de Cabrero sin suerte. Por su propio peso llegaba una ocasión clamorosa.
También en ese sentido, el argentino escaló y puso un cuero vivo al corazón del área que Lolo Reyes taconeó con mucha intención y que se perdió por poco con el meta visitante ya batido. Eso sucedió en el 22 y suponía la segunda ocasión clara, seguida de un punterazo de Michel desde el pico el área pequeña que desvió lo justo la zaga. El asistente fue Lolo Reyes, muy activo y sin apenas desgaste en la medular por la poca combatividad de los mediocentros baleares en la disputa del cuero. No se puso por delante el Almería por falta de acierto, también de convicción de meter una marcha más.
Juan Ramírez lo rozó en un sesteo de Truyols sin proteger a su portero, y Dubarbier chutó flojo desde lejos, fácil para el meta. Mucho tiempo entregado por parte del Mallorca, peleándose consigo mismo por culpa de su banda, en la que Fernando Vázquez no cesó de aleccionar a sus futbolistas, pero mal posicionados por el mismo técnico que pudo ser de la UDA antes que Joan Carrillo. Empotrado el cuadro balear, mucho tenía que cambiar en la segunda parte para buscar los tres puntos, dejando claro que antes del descanso su objetivo no podía ser otro que el empate sin goles.
El inicio del segundo periodo fue incluso más penoso por parte visitante, o por parte local, según se mire. Al Mallorca le siguieron sobrando 50 metros de campo, pero al Almería le continuó la falta alarmante de eficacia. Pozo se sacó de la chistera un taconazo de los que solo ven los cracks mundiales para dejar solo a Quique, que cruzó en exceso ante la incredulidad de la grada, como más boquiabierta se quedó la afición cuando acto seguido la zaga bermellona regaló un balón de cara y sin nadie delante a Juan Ramírez, que dibujó el mismo camino para el cuero que antes su compañero.
Ambas ocasiones fueron en el minuto 54, y en el 55 una estirada totalmente inédita hasta el momento de los de Vázquez acabó con un remate de cabeza alto de Oriol. Pese a que el rival solo tenía un delantero y ninguna gana de atacar, Gorosito insistió con los tres centrales y para meter a Uche quitó a Quique. Fue a falta de un cuarto de partido, en el 67, cuando retiró a Fran Vélez para darle los minutos decisivos a Chuli, con un dibujo más acorde a lo que había sido el partido durante todo el tiempo anterior.
Pozo fue el siguiente en dejar su sitio en el terreno de juego dando el testigo a Iván Sánchez, pero estando el cambio preparado hubo una falta que pidió tirar el malagueño. Lo hizo de manera horrorosa para poner una mancha a su buen hacer. Lo peor fue que al minuto de irse el Mallorca enseñó lo que es la ley no escrita que el fútbol cumple en el 90% de ocasiones. Perdonas y lo pagas. Solo pudo ser a balón parado, mediante una falta lateral en tres cuartos de cancha que Oriol metió a la olla y que Héctor Yuste peinó a la mallas dejando a todo el mundo, esta vez sí, con la boca abierta.
Tardó unos minutos en reaccionar el Almería, y lo hizo con Chuli soltando un latigazo con la zurda al larguero, uno de esos disparos con marchamo de gol pero que cuando el día está de nones, no entra. Tuvo que ser de rebote, o algo parecido, que llegara el empate. Pérez Pallas regaló una segunda falta al Almería en la frontal supuestamente cometida sobre Dubarbier, que no dejó tirar a Iván Sánchez para que Kalu Uche estrellara el lanzamiento y el rechace dos veces a la barrera, mientras que a la tercera José Ángel ajustó tanto el balón al palo como para hacer estéril la estirada de Cabrero.
Quedaban siete minutos y tras hacer lo peor, fallar todo lo posible y no doblegar al equipo más ramplón que ha pasado por el Mediterráneo, se consiguió lo más difícil, igualar una contienda que ya el ánimo daba por perdida. Es motivo de estudio que un equipo que no pasa del centro del campo tenga opciones de ganar un partido, pero a Vázquez le salió redonda la jugada pese al empate porque lo que buscó desde el principio fue eso, un punto. El ‘catenaccio’ bermellón sirvió para dejar al Almería medio año dentro del descenso, y eso no es culpa del Mallorca, evidentemente.
UD Almería: Casto, Michel Macedo, Ximo Navarro, Fran Vélez (Chuli, m. 67), Morcillo, Dubarbier; Lolo Reyes, José Ángel; Juan Ramírez, Quique (Kalu Uche, m. 63) y Pozo (Iván Sánchez, m. 74).
RCD Mallorca: Cabrero, Company, Truyols, Aveldaño, Oriol, Lago Junior (Campadabal, min. 57), Damiá (Arana, min. 86), Héctor Yuste, Salomao (Brandon, min. 91); y Ortuño.
Árbitro: Pérez Pallas (Comité Gallego). Mostró cartulina amarilla a Morcillo (min. 91) por parte del Almería, y a Héctor Yuste (min. 26), a Sissoko (min. 31) y a Campadabal (min. 82) por parte del Mallorca. Expulsó a Jorge Morelli, ayudante de Gorosito, desde el banquillo (min. 91).
Goles: 0-1, m. 75: Héctor Yuste; 1-1, m. 83: José Ángel.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga Adelante en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 9.133 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por los atentados de Bruselas, y en memoria de Johan Cruyff y de Antonio Muñoz, abonado y peñista de la UDA.
El catenaccio del Mallorca deja al Almería en descenso a Segunda B GO Deporte
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