Un instante del partido. Un instante del partido. / Mullor.
Los rojiblancos realizaron su mejor partido en casa, pero se estrellaron con la falta de pegada
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 27 marzo 2016
La falta de pegada del Almería es lo único que se le puede echar en cara al equipo rojiblanco en el partido disputado frente a un rival que salió a conformarse con el resultado y que se llevó mucha más renta de la que merecida y puede que la perseguida porque apenas disparó entre los tres palos -de hecho el gol llegó en un balón cabeceado hacia atrás-. Pero el fútbol es pegada y el Almería careció de ello a lo largo de los 90 minutos y que fue lo que impidió haber sumado los tres que había en juego.
El Almería, que pudo jugar su mejor partido como local de la presente temporada, fue el dueño del partido, el que propuso algo positivo y el Mallorca propuso un pacto de no agresión que le dio más de lo que mereció. El dominio de los de Gorosito se tradujo en ocasiones y méritos para ganar, pero la dichosa 'bolita' no acabó en la red visitante más veces de las esperadas y eso, cuando el fútbol no premia al mejor sino al que más veces marca, supuso un problema materializado por el gol de Héctor Yuste. Sin embargo, por el hecho de creer, las tablas llegaron con el gol de José Ángel que deja la salvación a un punto.
Dominio
El partido se desarrolló de inicio con la intensidad que requería el mismo, con el Almería exponiendo y empujando más a un Mallorca 'entregado' en su área y que hizo que la propuesta rojiblanca variara de la inicial. El cuadro bermellón, con un solo delantero, permitió que Fran Vélez se adelantara para actuar de pivote, guardando las espaldas a los dos mediocentros rojiblancos.
El Almería fue quien propuso cómo jugar, de salida, lo hizo con velocidad por bandas y jugando con rapidez el balón, tratando de darle intensidad al partido y de abrir la 'tela de araña' de un Mallorca defensivo, que lo hacía con cinco hombres y que no dejaba huecos para verse sorprendido.
El Mallorca daba la sensación de cierto conformismo con el resultado, como si el empate fuese un resultado magnífico y lo fue visto lo que estaba sucediendo sobre el terreno de juego, en el que el Almería era dueño de la situación, creando el peligro por banda, con más llegadas por la derecha. Aunque en el 6, Lolo Reyes fue el primero en buscarlo, sería, en el minuto 14, cuando Michel Macedo firmó el primer disparo entre los tres palos, en una acción propiciada por Juan Ramírez. El lanzamiento del brasileño lo detuvo Cabrero.
Por las bandas
Dubarbier también entraba por la izquierda, anticipándose a quienes le cerraban el paso y sólo el acierto en el remate final impidió que el propósito acabara beneficiando a los rojiblancos, los únicos con propuesta para tratar de desequilibrar el marcador. Tras varios centros sin terminación, en el 22, llegó la segunda. Dubarbier profundizó por la izquierda para asistir a Lolo Reyes, cuyo remate de tacón, se fue fuera ajustado al palo izquierdo de la meta de un equipo bermellón cada vez más metido en su parcela, intentando no dejar espacios.
El Almería, muy sólido atrás, recuperaba pronto el balón con Ximo Navarro como el jugador destacado, para buscar la forma para sorprender al conjunto bermellón. En el 28, llegó otra por banda derecha con remate final de Michel Macedo, rechazado a córner por Joan Oriol.
El Mallorca trataba de estirarse tímidamente, pero siempre encontraba la respuesta en una seria actuación defensiva de los de Néstor Gorosito, bien plantados e impidiendo, una y otra vez, los tímidos acercamientos que planteaban los de Fernando Vázquez, que agradecieron la llegada al descanso con el marcador en tablas.
La misma propuesta
La propuesta del Almería no fue distinta, tras el descanso. El equipo rojiblanco continuó mandando ante un Mallorca centrado en cerrar filas e impedir que el Almería viviera cerca de su área. Aún así, no impidió que el gol estuviese cerca hasta en dos ocasiones. Primero, en el minuto 53, en una gran acción de José Ángel Pozo, que asistió con un taconazo a Quique. El pucelano, que se quedó solo ante Cabrero, pudo disparar o centrar, pero no hizo bien ninguna de las dos cosas porque el disparo se fue demasiado cruzado o, si buscó el centro, no llegó para el remate de Michel Macedo, que estaba solo para 'embocarla', en el segundo palo.
Sin tiempo para lamentarse, llegó la siguiente. En esta ocasión, tras una acción de un buen Dubarbier que se la puso a Juan Ramírez, pero el disparo del argentino también se fue cruzado en exceso.
El Almería actuaba viciado y el Mallorca, que dejaba al Almería tener el balón y manejarlo, intentaba dormir el partido y vivir del error. Un descuido de los centrales, en el minuto 55, deparó un remate de Ortuño, tras centro de Salomao, que por fortuna se fue por encima del larguero.
Refuerzos
Ambos técnicos movieron sus banquillos para reforzar su propuesta. El Mallorca quitó a Lago Junior para que Campabadal tapara las subidas de Michel Macedo, que ya aparecía menos por su banda, mientras Gorosito deshacía la línea de cinco para dar entrada a Chuli por Fran Vélez. Curiosamente se llegó menos y el Mallorca, que no varió su propuesta, siguió teniendo mayoría para defender y esperar el fallo. Así, en el 75, una falta sobre Company, que había subido al ataque, la sacó Joan Oriol al corazón del área y Héctor Yuste, sin oposición, peinó para atrás y dar alas a su propuesta porque el resultado se le puso de cara.
El gol bermellón fue un palo para el Almería, que lo acusó por minutos. Sin embargo, en el 80, una acción de Lolo Reyes despertó al equipo. El chileno profundizó para Chuli y el onubense se sacó un disparo, desde fuera del área, que se fue al larguero. Fue como empezar a creer. El Almería tuvo más balón ante un rival que, con el marcador a favor, no miró en exceso a la meta contraria. El Almería sí lo hizo y, en el 84, una falta sobre Dubarbier que pudo ser penalti, la lanzó sin fortuna Kalu Uche, pero el rechace de la barrera le cayó a José Ángel que buscó el único hueco disponible entre la mano de Cabrero y el palo derecho de su portería para poner las tablas.
A partir de ahí se jugó poco. Se 'vieron francotiradores', jugadores bermellones lesionados sin roce, pérdidas de tiempo y permisividad para no jugar. No se hizo y el Almería lamenta la 'pérdida' de la primera oportunidad para salir del descenso.
UD Almería: Casto, Michel Macedo, Ximo Navarro, Fran Vélez (Chuli, m. 67), Morcillo, Dubarbier; Lolo Reyes, José Ángel; Juan Ramírez, Quique (Kalu Uche, m. 63) y Pozo (Iván Sánchez, m. 74).
RCD Mallorca: Cabrero, Company, Truyols, Aveldaño, Oriol, Lago Junior (Campadabal, min. 57), Damiá (Arana, min. 86), Héctor Yuste, Salomao (Brandon, min. 91); y Ortuño.
Árbitro: Pérez Pallas (Comité Gallego). Mostró cartulina amarilla a Morcillo (min. 91) por parte del Almería, y a Héctor Yuste (min. 26), a Sissoko (min. 31) y a Campadabal (min. 82) por parte del Mallorca. Expulsó a Jorge Morelli, ayudante de Gorosito, desde el banquillo (min. 91).
Goles: 0-1, m. 75: Héctor Yuste; 1-1, m. 83: José Ángel.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo primera jornada de la Liga Adelante en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 9.133 espectadores. Antes del inicio del partido se guardó un minuto de silencio por los atentados de Bruselas, y en memoria de Johan Cruyff y de Antonio Muñoz, abonado y peñista de la UDA.
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