El equipo de Gorosito fue un grupo sin ambición, incapaz de reaccionar ante un Lugo que hizo su partido y manejó muy bien los tiempos.
EFE, ALMERÍA | Foto: Javier Alonso
El CD Lugo venció por 0-2 en el campo de la UD Almería, al que hunde aún más en la zona de descenso, en un choque con poco fútbol y en el que los gallegos tiraron de oficio para llevarse la victoria y cortar su racha de cuatro partidos sin ganar -una derrota y tres empates- ante un mal conjunto almeriense. El equipo de Luis Milla, que se afianza así en la zona media de la Liga Adelante, aprovechó los errores defensivos del antepenúltimo clasificado para adjudicarse el triunfo con un gol del mediocampista canario Iriome González a los siete minutos de la reanudación, mientras que David Caballero sentenció en el tiempo añadido.
El Almería fue incapaz de manejar el encuentro del centro del campo hacia arriba y aunque Manuel Jesús Vázquez 'Chuli' pudo haber abierto el marcador poco antes del 0-1, los pupilos del argentino Néstor Gorosito fueron un equipo sin ambición, incapaz de reaccionar ante un Lugo que hizo su partido y manejó muy bien los tiempos. La primera parte fue aburrida, con el Lugo bien plantado atrás a la espera de espacios que el Almería no concedió. Los lucenses manejaron el balón durante los primeros veinte minutos, pero con un dominio tan infructuoso como el de la UD Almería desde ese instante.
Los rojiblancos sí mantenían a 'raya' a los de Luis Milla, incomodados por la defensa de cinco de los locales y la presión adelantada de estos, que obligó a los gallegos a jugar con balones largos siempre controlados por los almerienses. El Almería se acercó con un par de ocasiones que carecieron de acierto en el disparo. En el 21, tras un pase del uruguayo Goñi que mandó fuera Quique González, y un minuto después, cuando Chuli no aprovechó un servicio del brasileño Michel Macedo. A partir de ahí, el equipo rojiblanco tomó el mando, pero sin acierto en la llegada, y el Lugo buscó el gol a la contra, como en una opción de David Ferreiro en el 43 que abortó el meta Casto.
En la reanudación, el Almería salió mejor con la entrada en escena del atacante argentino Juan Ramírez, el único que propuso algo junto con Ximo Navarro, siempre atento para frenar al Lugo. Sin embargo, el conjunto de Gorosito no tuvo más llegada que la que propuso el jugador argentino. Aún así, en el minuto 47, un gran disparo de Chuli se encontró con una parada espectacular de José Juan, casi en la línea de gol.
El Lugo permanecía a la espera y, en el 52, asestó el golpe definitivo al Almería, con un balón en largo que en principio se le fue a Iriome, Fran Vélez no llegó, Casto no salió y el lucense adelantó a su equipo. El Almería se movió mejor, pero sin capacidad para superar a un Lugo atento en defensa y que impidió que los rojiblancos hallaran un hueco por el que meterse en el partido, sin capacidad de robar y, por tanto, de sorprender. Quien sí lo logró, en el tiempo añadido, fue Caballero al marcar el 0-2 y amarrar el triunfo visitante.
La UD Almería paga con derrota su mala tarde (0-2)
Un Almería inofensivo en la primera mitad con defensa de 5 y desarbolado en la segunda en cuanto Gorosito deja a 4 zagueros
Iriome culmina una contra y Caballero un fallo de Casto.
PACO GREGORIO, ALMERÍA | ACTUALIZADO 14.02.2016
Ayer quedó patente que el puesto de entrenador está sobrevalorado. Cualquier simpatizante rojiblanco vio en el debut de Goñi que no es un carrilero con recorrido. El propio futbolista ya advirtió el día de su presentación que lo suyo no era prodigarse en ataque. No fue obstáculo para que Gorosito le encomendara suplir a Dubarbier cuando la situación invitaba a una apuesta por Iago Díaz a pierna cambiada.
El resultado fue un Almería inoperante, inofensivo durante toda la primera mitad por el costado izquierdo, volcando todo el juego en la banda diestra para que Michel colgase sus famosas bananas. Cualquier simpatizante rojiblanco sabe igualmente que Fran Vélez deja mucho que desear lejos de la posición de pivote defensivo, de stopper puro, si acaso rinde como central protegido en en una zaga con tres en el eje, pero resulta una completa temeridad desplazarlo al lateral. Más aún a pierna cambiada.
Eso es justo lo que hizo Gorosito en el arranque de la segunda mitad persiguiendo una meta lícita y lógica, que el equipo tuviera mayor mordiente, pero a costa de debilitar el flanco por donde vino el 0-1 en un contragolpe culminado por Iriome cruzando la pelota ante la salida de Casto tras haberle ganado la espalda a Fran Vélez en un pase en largo.
Llegados a este punto muchos dirán que es fácil criticar a toro pasado y se preguntarán qué hubiera hecho el listo que escribe. Bien, tan sencillo como introducir a Ramírez retrasando a Goñi al lateral y sacrificando a Vélez. Muy al contrario, la gestión del encuentro por parte del técnico fue un completo y absoluto desastre. No ya durante los 90 minutos, sino a lo largo de la semana, cuando no se dejó aconsejar e hizo caso omiso a las voces que demandaban atrevimiento en la sustitución de Dubarbier y sin embargo optó por incluir en el once a uno de sus protegidos.
Lo más grave del asunto, si cabe, es que nadie dentro de la dirección técnica del club le haga ver al Pipo que algunos jugadores no son nada fiables en según qué posiciones. La derivada de todo ello es que pese a ser el cuarto director de orquesta en lo que va de curso está incurriendo en los mismos fallos que los anteriores inquilinos del banquillo de forma desesperante. La sensación es que se dan pasos atrás en lugar de hacia adelante, bien porque nadie lo asesora con tino o bien porque no se deja asesorar.
Como pueden intuir a estas alturas de la crónica el partido fue el fraude habitual, la pantomima de cada jornada con el añadido de que el jarro de agua fría vertido sobre la afición esta vez puede ser definitivo porque la gran mayoría de seguidores salieron decepcionados del estadio, con la sospecha cierta de que les habían tomado el pelo otra vez.
Porque sigue siendo una absoluta tomadura de pelo que en un equipo que suma once derrotas y solo ha cosechado cuatro victorias los directores de juego sigan siendo Fatau y Lolo Reyes, que no acertaron a dar dos pases seguidos, y sin embargo tanto el secretario técnico como el entrenador y hasta el propio presidente predican sin rubor que no hacía falta fichar ningún centrocampista creativo en el mercado invernal que organizase tal desaguisado.
Al Lugo de Luis Milla le bastó con mantener el orden táctico y la solidaridad entre sus hombres para sacar petróleo del Mediterráneo cuajando una primera mitad discreta (siendo muy generosos) y un segundo acto muy inteligente en el que supo nadar y guardar la ropa esperando los errores del rival, que se produjeron y fueron de bulto.
Primero en la nefasta defensa de Vélez sobre Iriome que costó el 0-1 y ya en el descuento en un regalo de Casto, capaz de lo mejor y de lo peor con una pasmosa irregularidad, que puso el 0-2. El Almería, con todo, pudo haberse adelantado justo antes de la acción de Iriome, pero Chuli se topó con José Juan al rematar en el área pequeña a bocajarro un buen centro de Pozo, que entró en el once sin estar en la lista la jornada anterior, otra gorositada de las que ya son tristemente habituales.
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