PACO GREGORIO ALMERÍA | ACTUALIZADO 03.09.2015

Quique González intenta sortear una pica en el entrenamiento de ayer en La Vega.
Hay jugadores a los que las cesiones hunden y otros a los que relanzan. Quique González llegó a un Almería de Primera procedente del Guadalajara de Segunda B y acusó en exceso el doble salto de categoría. En lugar de agachar la cabeza aceptó salir a préstamo en el mercado invernal rumbo a Santander y pese al descenso final de Racing, parece haber aprovechado el tiempo.
Quique volvió dispuesto a hacerse un hueco en el once de Sergi y asombró al cuerpo técnico con su gran estado físico en el arranque de la pretemporada, siendo el más fuerte en los test diagnósticos. En los amistosos mostró que puede actuar con solvencia tirado a un costado aprovechando su zurda de seda y acabó por convencer al técnico catalán con su olfato y desborde.
"Estoy muy contento en el plano individual, aunque es secundario porque lo primordial es el equipo. Mejor no se puede empezar, lo único que quiero es disfrutar del día a día y seguir trabajando para dar alegrías y ayudar a mis compañeros", comentaba ayer acerca de su espectacular arranque liguero.
En el extremo izquierdo se asienta aprovechando la baja por lesión de Hadzic desde el amistoso de Toledo: "Me siento cómodo, toda la pretemporada he estado jugando en esa posición y es el míster quien decide dónde ponerme. Yo intento hacerlo lo mejor posible para lograr el objetivo a final de temporada. Como llegas al mejor nivel es a través de partidos, jugando minutos, eso es lo que te hace crecer".
El propio Quique admite que el periplo por tierras cántabras le vino como anillo al dedo: "El año pasado en los primeros meses no tuve minutos ni continuidad, luego me marché en el mercado invernal al Racing buscando eso para seguir creciendo y sentirme importante ganando confianza. Ahora he vuelto y se está dando lo que quería. Solo quiero seguir así y mejorando día a día".
A la derrota de La Romareda en el descuento no quiere echarle más pimienta: "Perder un partido en la última jugada es doloroso y a priori es un rival que en teoría debe estar arriba junto con nosotros. Hay que corregir esos errores y mejor que pasen esas cosas ahora que no al final de temporada porque el camino es muy largo. Hay que estar concentrados los 90 minutos y no pueden perderse partidos así, ojalá sea una sola vez y no más. Aquí marcamos y encajamos goles todos, es una cuestión de equipo, para nada tienen culpa los defensas".
La mente se centra ya en el siguiente reto ante Osasuna, donde quieren dar una alegría a la afición: "Lo que nos importa es nosotros mismos, saldremos a ganar como siempre, sabemos que Osasuna no ha encajado gol y si se meten atrás habrá que madurar el partido. Haremos nuestro fútbol en casa con el apoyo de la afición y esperamos lograr los 3 puntos".
Quique, el goleador inesperado
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