sábado, 27 de diciembre de 2014

Sombras, luces y alguna sorpresa

Ximo Navarro ha sido uno de los puntales en estos primeros meses. / J. J. MULLOR

Con un plantel en teoría más competitivo que el curso pasado, los rojiblancos se han mostrado con una clara falta de puntería y reforzados en defensa
La plantilla de la UDA ha vivido desde agosto una particular montaña rusa
JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA

La UDA ha estado instalada desde que comenzó el presente campeonato liguero en una particular montaña rusa. Los rojiblancos han sido capaz de lo mejor y de lo peor. Bueno, de lo mejor habitualmente sin premio. Quizás mostrando esa gran regularidad, lo mejor lo han hecho ante los tres grandes (Atlético de Madrid, Barcelona y Real Madrid) con idéntico resultado en ambos casos: derrota. En el resto de la competición no se ha visto esa imagen dada. Sin triunfos en casa, han tenido que sustentar el estar fuera del descenso lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos. Algo nada habitual. Entre los jugadores, un poco de todo. Decepciones, varias sombras, algunas luces y sorpresas agradables a cuentagotas. De todo un poco.

A nivel de jugadores, la gran decepción, al menos hasta la fecha, ha sido Thievy. El franco-congoleño, cierto es, fue el último en incorporarse al grupo en verano. Le costó tomar la forma. Una forma que sí que le sirvió para clasificar a su selección para la fase final de la Copa África. En Almería, un detalle en Coruña (dejar pasar el balón entre sus piernas en la contra del 0-1), un par de remates al palo, un gol tras una explosiva carrera ante el Barça... y nada más. El presidente dijo que salvo Messi no había visto a ningún jugador como el cedido por el Espanyol. En Almería siguen esperando que la frase del dirigente sea una realidad.

En el lado contrario, Ximo Navarro. El balear (aunque nacido en Granada) ha sido la regularidad entre los nuevos. Asentado en el lateral, también ha cumplido y de sobra cuando se le ha necesitado como central. También ha metido su nombre de nuevas en el fútbol de elite Édgar Méndez. El canario fue la revelación al inicio de la competición. No solamente en el Almería. También lo fue en la LFP. Tras perder un tanto su sitio (forma física), en Vigo fue titular en el estreno de JIM como entrenador en Liga con la UDA y recordó al Édgar de los primeros partidos. Su ampliación de contrato (con mejora) lleva consigo ponerlo en la rampa de salida para un más que posible traspaso en verano.

La portería ha estado bien cubierta. Al menos en cuanto a números. Rubén fue de los mejores cancerberos en el primer tercio del campeonato. Eibar y Real Madrid lo condenaron en cuanto a goles recibidos. Julián Cuesta jugó en Vigo por la lesión del gallego. Penalti parado, seguridad y alguna dosis de suerte para tranquilidad del entorno.

Una tranquilidad que no tienen cuando se piensa en el ataque. Hemed anotó en Balaídos su segundo gol de la temporada. Pese a la escasa cifra, es, tras Édgar, el segundo máximo goleador de un equipo que es uno de los que más remates necesita para perforar el marco contrario. La frase de «sin porterías serían campeones» se le pone a la perfección a la UDA.

Entre los que ya estaban, capítulo merecen tanto Verza como Soriano. El primero es el equilibrio del equipo. No se nota cuando está. Se nota en exceso cuando no está. Prácticamente igual que el maño. O empieza o acaba los partidos. Imposible las dos cosas. Cuando juega, el Almería es uno. Cuando está en el banquillo, es otro. Son los galones.
Sombras, luces y alguna sorpresa

No hay comentarios:

Publicar un comentario