Perdido en tierra de nadie

El equipo azulón se encuentra en la zona media, con opciones de luchar por Europa o de complicarse la vida Todo victorias o derrotas foráneas
PABLO LAYNEZ | DIARIO DE ALMERÍA

El mal comienzo de temporada del equipo de Luis García le está costando al Getafe más de lo esperado. Cuando el Almería visitó el Coliseum Alfonso Pérez Muñoz ya había cierto run run en las gradas porque el proyecto para la presente campaña no despertaba mucho interés, y eso que todavía era la segunda jornada.

La indudable calidad de su once titular y el buen juego que le gusta practicar a Luis García provocaron que, poco a poco, los azulones se fueran despegando de la zona peligrosa en la que vivieron las primeras jornadas y se metieran en su hábitat natural: los puestos de los perseguidores de Europa. Es cierto que el Getafe no tiene masa social para ello, pero su localización geográfica es el mejor aval para captar a jóvenes futbolistas de las canteras de Real Madrid o Atlético de Madrid, que no quieren alejarse de la capital, pero sí dar el salto a la máxima categoría.

Las últimas jornadas se le han atragando al Getafe y la relajación prenavideña le ha costado estar en una tierra de nadie, donde tiene más cerca los puestos de descenso que la parte noble de la tabla clasificatoria. Ello se debe a la tremenda irregularidad que está mostrando, lo que le ha llevado a ganar y perder muchos partidos, pero apenas si tiene empates. De hecho, sólo acumula tres y todos en el Coliseum getafense.

Hombre por hombre, los azulones tienen un conjunto rápido, técnico y muy habilidoso. Quizás la defensa sea su línea más vulnerable, aspecto que solucionan con su gran pegada y el trabajo de contención que realizan Lacen y Mosquera. De centro del campo hacia arriba, sus armas son mortales. Pedro León tiene un lanzamiento a balón parado demoledor, Sarabia un arranque explosivo, Diego Castro busca los espacios como pocos y Colunga vive por y para el gol. Grandes jugadores que llevan tiempo juntos y forman un gran grupo.
Perdido en tierra de nadie