domingo, 22 de septiembre de 2013
Sigan pellizcándose (2-2)
UD ALMERÍA - LEVANTE UD
Sigan pellizcándose (2-2)
La poca vista de Christian y la ley de la compensación dada por el 'mejor árbitro de España' cuestan más puntos
Navas salva dos ocasiones clarísimas con el Almería en inferioridad
PABLO LAYNEZ, ALMERÍA | DIARIO DE ALMERÍA
Una tarde de mucho sol y calor, propia del veranillo de San Miguel, parecía la idónea para que el Almería lograra su primera victoria de la temporada y alejara todos los miedos que habían surgido como consecuencia de la forma en que se escaparon los puntos ante Villarreal y Elche.
El equipo tenía ganas de quitarse el sambenito de los últimos minutos. Se notó en los aplausos que buscó Trujillo en el fondo antes de comenzar; en el impulso con el que saltaron, que les llevó a entrar en el campo rival antes de que el Levante pusiera el balón en juego; en la primera patada que propinó Christian a Xumetra para marcar territorio.
Como en los dos partidos anteriores, también ante valencianos, al Almería le costó hacerse con el peso del partido. Con Suso demasiado cubierto, Aleix llevó la batuta en ataque en los primeros minutos. Dos galopadas suyas fueron las primeras ocasiones, sobre todo peligrosa la segunda a los 8 minutos, cuando el balón acaba en los pies de Soriano en el área pequeña, se revuelve, pero Navas atrapa su disparo a trompicones. Con el Levante sólo preocupado de formarse como un pelotón ante su área, los de Francisco se encontraban cómodos. La presión sobre Suso liberaba al debutante Nelson, que subía una y otra vez la derecha. Un centro suyo no se convirtió en gol porque a Soriano y Rodri le faltaron cuatro. En la continuación, el gaditano se sacó un latigazo, que Navas despejó por intuición.
Sorprendía ver al Levante tan reservón, tan miedoso, tan metido atrás. Su intención era aprovechar alguna recuperación y coger al Almería en bragas. Diop y Xumetra casi se aprovechan de una. Durante casi cinco minutos a la media hora, y gracias a que Velasco Carballo es un fiel defensor del reglamento para lo que le interesa, los rojiblancos estuvieron con uno menos ya que Christian tuvo que ser atendido de un corte en la ceja y el colegiado tardó lo impensable en permitirle regresar. Ni por ésas el equipo de Caparrós se vino arriba, aunque es cierto que consiguió ralentizar el juego y descolocar a los rojiblancos. Fue en los instantes finales cuando Esteban salvó los muebles ante Babá y Velasco Carballo no terminó de ver claro un empujón en el área sobre el propio ariete. El silbato se lo llevó a la boca, pero por suerte no sopló.
El juego plomizo y ramplón de los visitantes había logrado su objetivo. Sin embargo, llegó una de esas jugadas que cambian el rumbo de un partido. Esperando que el Almería tirara el balón fuera porque Soriano estaba dolorido, Aleix montó la contra, el balón llegó hasta Suso que rompió a Juanfran en velocidad y lo trabó en el área justo cuando las manecillas del reloj buscaban el descanso. Penalti claro y Verza, un seguro, logra el gol psicológico.
Si los de Francisco habían dado un golpe antes del descanso, Suso soltaba una torta en plena cara levantinista con un trallazo imparable desde la fronta. Primer tanto del gaditano y 2-0. El partido parecía ponerse de cara y aparentemente sencillo. Pero la falta de madurez del Almería en defensa es evidente, ha costado muchos puntos en los partidos anteriores y ayer costó un nuevo puñetazo en toda la boca. Christian y Juanfran tienen sus más y sus menos antes de un saque de esquina, que Velasco Carballo soluciona con advertencia y amarilla para el santanderino. En el saque de segundos después, el lateral comete penalti y le cuesta la expulsión. Esperpéntico. Sí, fue la ley de la compensación que dan los malos árbitros, pero en el fútbol hay que ser un poco más inteligente. Si el colegiado estaba como loco por ayudar al Levante, no le facilites la vida.
El Zhar no falló y puso la piel de gallina. Pero no hubo tiempo ni de sufrir. En el siguiente ataque granota, con el Almería afectado por lo acontecido, una jugada de pizarra que no entra nunca le salió a la perfección al Levante. Córner a la frontal del área y Diop, con parsimonia y con su interior, hace el 2-2. Diez mil personas atónitas y quizás la única explicación podría encontrarla Valle Inclán: esperpento.
Había que aguantar media hora en inferioridad. Un carrerón de Rodri, que salvó Navas, y un mal pase de Aleix cuando tenía tiro, fueron los penúltimos cartuchos locales. Y es que Levante, que no hizo nada para merecer el empate, vio cómo su meta salvaba un punto con un paradón a Pellerano de cabeza. Era el último segundo y lo que a los rivales con menos merecimientos sí le había entrado, al Almería no.
Sigan pellizcándose (2-2)
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