El filial de la UDA es superior al cordobesista pero se queda con idéntica sensación que en Guadalajara. Un punto de seis no hace justicia a los méritos contraídos por los de Juan Carlos Cintas en el arranque
ALMERÍA 360 | PACO ALONSO
Había interés en ver el juego de los cachorros rojiblancos en su debut en casa, y realmente su fútbol no defraudó a los correligionarios que se dieron cita en las gradas del Mediterráneo. Bien es cierto que se fue de más a menos si se comparan la primera y la segunda mitad, pero no lo es menos que las ocasiones más claras llegaron tras el descanso a pesar de la bajada de nivel. En frente, un filial recién llegado y casi que invitado a la categoría tras el descenso doble al que se sometió al Xerez por impagos y que acabó con los huesos xerecitas en Tercera División. El cuadro cordobesista no inquietó en los primeros 45 minutos pero pudo llevarse los tres puntos con dos jugadas muy en las postrimerías del encuentro.
Hay portero, eso está claro, y Víctor Ibáñez demostró ser un seguro para sus compañeros respondiendo con espectacularidad a las mínimas pero peligrosas llegadas visitantes. El juego de toque, la velocidad y verticalidad, el desparpajo en el uno contra uno y el equilibrio entre líneas fueron las notas predominantes en el primer periodo, dejando hueco a las individualidades en el segundo. Así, la decisión de Juan Carlos Cintas de refrescar toda la línea de ataque dando cancha a Samu, Hicham y Nico Varela, resultó efectiva para dinamitar el sentido estático en el que se estaba cayendo. Los sustituidos, Kiu, Dani Romera y Nono, dieron todo en los minutos que estuvieron en el campo, pero la suerte no acompañó ni a unos ni a otros.
Empezó el Almería B llevando el peso del partido, algo que sostuvo durante todo él, y atosigando la meta defendida por Sillero. Dos pases calcados efectuados por Cristóbal al hueco y en velocidad para Nono, que entraba por su banda derecha como un estilete, llevaron el marchamo del gol, pero el extremo de la UDA dudó entre chutar y centrar y no hizo ni lo uno ni lo otro en ambas ocasiones. Eran los minutos 2 y 6 y las intenciones estaban quedando claras desde el inicio. Sebas probó suerte desde lejos en el minuto 11, siendo lo único que los cordobesistas se llevarían a la boca hasta pasada la primera media hora de juego. La pareja de baile formada por Joaquín Fernández y Sebas Iriarte manejó el partido, el ritmo y el balón.
Sin embargo, al descanso se llegaría con el empate inicial y a la postre definitivo por los errores en el último pase. Se pidió penalti sobre Cristóbal en el minuto 19, apenas uno después de que Míchel cabeceara fuera un balón colgado una vez más desde la derecha y uno antes de que Sebas Iriarte chutase desde la frontal para mandar el cuero fuera. En el 21 Nono puso otro esférico más en el corazón del área, y a Kiu le faltaron un par de centímetros para conectar con él y hacer un tanto. En el 22 igualmente se protestó una posible pena máxima sobre Nono en una mala cesión de la defensa del Córdoba a su portero, y tras un par de aproximaciones visitantes intentando salir de la cueva, Cristóbal mandó fuera un disparo tras una jugada elaborada por toda la frontal.
Tras el paso por los vestuarios, la primera de la que dispuso el filial rojiblanco fue un cabezazo en plancha muy complicado de Nono en el minuto 50 servido por Céspedes, pero se respondió por parte del Córdoba con una jugada rápida en la que Víctor Ibáñez le ganó la partida a José Antonio González. Ya no se tenía tanto control férreo en el centro del campo, y el cansancio empezaba a acusarse cuando Cintas hizo los cambios y su equipo ganó en profundidad. El desborde es lo que mejor hace Samu Sáinz, el ex del Getafe B, y suyas fueron las mejores jugadas del filial, más cerca de ganar el partido incluso que en la primera parte a pesar de estar peor. Tras no llegar Cristóbal de cabeza en una jugada fabricada por la derecha, Samu se lo cocinó sólo en el 63 y marró el disparo.
Siguió el hilo el mismo futbolista para en lugar de finalizar él, habilitar a Cristóbal en una posición inmejorable para ensayar el chut, muy centrada, en la corona del área y sin apenas oposición. El malagueño tuvo tiempo de pensárselo y tanto quiso ajustar el balón que lo mandó fuera por derecha de la meta de Sillero. El meta visitante se vestiría de héroe para sacarle dos disparos idénticos y casi a bocajarro a Nico Varela desde el interior del área en los minutos 74 y 75, eso antes de que en la otra portería Víctor Ibáñez siguiera muy seguro ante Domínguez en el 80 y ante González, que después probaría otra vez chutando alto. Con el partido ya abocado al empate hubo una última falta sacada por Cristóbal y cabeceada arriba por Míchel Zabaco con la que se finalizaría una contienda que debió dar tres puntos a la UDA B pero que sólo otorgó uno, el primero de la temporada.
UD Almería B: Víctor Ibáñez; Marín, Bonaque, Míchel Zabaco, Céspedes; Joaquín, Sebas Iriarte; Nono (Nico Varela, min. 69), Cristóbal, Kiu (Samu, min. 58); Dani Romera (Hicham, min. 58)
Córdoba CF B: Sillero; Héctor, Fran González, Gonzalo, Dani Espejo; Pedro; Zafra (Alfonso, min. 76), José Antonio González, Sebas (Sergio Domínguez, min. 65); Adri, Miguelito (Mané, min. 37)
Árbitro: Chavet García, de Málaga. Amonestó al local Kiu y a los visitantes Pedro, Adri, Zafra y José Antonio González.
Incidencias: Partido correspondiente a la segunda jornada del Campeonato de Liga de Segunda División B, en el grupo IV, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante unos seiscientos espectadores.
El Almería B genera ocasiones para golear y no afina la puntería ante el Córdoba CF B
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