Suso asiste a Rodri en el primer gol rojiblanco. Parte desde la banda izquierda, aunque tiene libertad de movimientos. Toma galones y es el lanzador de los saques de esquina
NICO GARCÍA | DIARIO DE ALMERÍA
Suso de abraza con sus compañeros tras el gol de Soriano
Sólo ha disputado 180 minutos en competición oficial con la elástica rojiblanca, pero Suso ya se ha convertido en una pieza importante de Francisco, en uno de los nuevos ídolos de la hinchada almeriense. El joven centrocampista volvió a tomar galones desde la mediapunta, dando un recital de buenos pases a sus compañeros.
Sin olvidarse de sus tareas en la parcela defensiva (sus ayudas a Sebastián Dubarbier fueron constantes), el gaditano surtió de balones a Soriano, Vidal, Rodri y a todos sus compañeros que se incorporaron al ataque, casos de los laterales Rafita o el propio Dubarbier. Desde un primer momento se comprobó que, a pesar de su juventud, no le da miedo tomar el timón del barco. Buena prueba de ello es que se ha adjudicado los saques de esquina de ambas bandas (la trayectoria del balón es natural desde la derecha, y con efecto hacia fuera desde la izquierda). Por su parte, las faltas las sacó Verza, aunque Suso esperó al borde del área en busca del rechace.
El internacional sub-20 empezó jugando escorado desde banda izquierda, aunque por las condiciones de su juego, a lo largo del partido, fue intercambiándose el costado con Aleix Vidal -al catalán se le ve más cómodo desde la derecha- y cayendo al centro. Fueron muchas las diagonales, con disparo incluido (como el del minuto 23), que protagonizó. Su verticalidad es otra de las armas que usó ayer en el sur de Madrid.
Cuando el esférico no caía por su lado, Suso lo buscaba, bajando hacia la línea del doble pivote si hacía falta. El gaditano se siente más cómodo con el balón en los pies, por lo que no dudó en ir a por él hacia donde fuera. A la media hora de partido, se sacó una asistencia magnífica que acabó con gol de Rodri. Se pegó a la banda diestra y asistió al goleador rojiblanco, que no perdonó ante Moyá. En la jugada del segundo tanto también participó, abriendo a banda derecha antes del disparo de Aleix.
En el segundo acto, más de lo mismo. Con libertad de movimientos, fue pasando por las tres posiciones de la mediapunta, cayendo entre líneas para volver loca a la zaga madrileña. Con el Almería por delante en el marcador, no dudó en presionar al Getafe cuando éste tenía el balón. Sin hacer una presión agresiva, inquietó a los defensas locales cuando se acercaron a la mitad de su campo. Conforme fue pasando el crono, fue retrasando su posición para colocarse junto a los dos mediocentros con el fin de tapar las acometidas madrileñas.
En el 63', fue el protagonista de un fortísimo derechazo que tuvo que despejar Moyá. Aunque estaba fuera del área, al futbolista del Liverpool no le tembló el pie para probar fortuna. El medio gaditano se compenetra bien con sus compañeros. Marcos Tébar, Soriano y Verza, futbolistas a los que también le gusta tocar el esférico, se entienden a la perfección con Suso, que ya es una de las piezas claves de Francisco. Movilidad, polivalencia según la fase del partido, buen desplazamiento de balón tanto en largo como en corto, incluso disparo hacen de él un jugador bastante aprovechable. En el Coliseum Alfonso Pérez volvió a mostrar que es un auténtico jugón y que le viene como anillo al dedo el estilo de Francisco. El Mediterráneo tiene a su nuevo ídolo.
Otro recital de auténtico crack

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