domingo, 9 de junio de 2013

Cabeza alta y a por la promoción


Los méritos que ayer hizo para tener el ascenso en su mano tendrá ahora que repetirlos en las dos eliminatorias que le separan de Primera. La afición merece un esfuerzo extra
DIARIO DE ALMERÍA | ACTUALIZADO 09.06.2013 - 05:02

No hubo ascenso, de momento, pero no es descabellado decir que lo mereció. El Almería jugó todas sus bazas, pero no encontró la carta del gol. Poco más se puede decir de un partido donde el Villarreal sólo fue mejor defendiendo y se hizo con un puesto en Primera, al que todavía optan los almerienses vía promoción. Desde ya hay que pensar en Las Palmas, rival que al final ha sufrido para ser sexto. Sí, se sigue pudiendo, no bajen aún los brazos.

¿Quién fue mejor? El Almería aunque le pese a Marcelino. De hecho, la posesión al descanso era insultante a favor de los rojiblancos [28-72%]. Los de Gracia salieron a tener el balón, a jugarlo con inteligencia y no tardaron en encerrar a un Villarreal, que sólo buscaba contras. Está claro que los méritos no le iban a dar el ascenso a los almerienses, pero la imagen es importante y el Almería la tuvo y la mantuvo.

Las pérdidas. La única manera en la que hizo daño el Villarreal y así se llevó el ascenso. El Almería tuvo que arriesgar y lo hizo con cabeza, pero el 1-0 llegó en un lío almeriense por la derecha. Poco más se puede reprochar a un equipo al que sólo le faltó acierto en el disparo.

¡Qué dos aficiones! La del Almería por todos los valientes que han hecho desplazamientos de lo más inverosímil y la del Villarreal porque montó una auténtica traca antes del partido. Si son alrededor de 50.000 habitantes los que tiene esta localidad castellonense, todas estaban en las calles anexas al Madrigal y las que no pudieron entrar al estadio, se quedaron cantando en las puertas, algo verdaderamente destacable. Desde su compartimento estanco, en la punta arriba del campo, casi en el cielo, los hinchas almerienses dieron todo lo que tenían a su equipo. No merecen este mal sabor de boca.

Más apoyo. A que el ambiente fuera tal ayudaron exjugadores de ambos equipos que estuvieron transmitiendo apoyo moral. A Diego López, Francisco y José Ortiz, pasado muy reciente de Villarreal y Almería, se les pudo ver en la previa. Igualmente Gica Craioveanu, exfutbolista amarillo, comentarista deportivo y amigo íntimo de Javi Gracia [estuvo incluso en una rueda de prensa en el Mediterráneo hace meses], no quiso perdérselo.

Tensa espera. Los jugadores se metieron a cambiarse tras calentar a las 18:45 y a las 18:56 ya habían saltado y se habían echado las pertinentes fotografías. Pese a que no dependían de nadie, Vicandi Garrido no dejó empezar hasta las en punto, lo que aprovechó la megafonía local para encender más a su grada. Los nervios se multiplicaron al descanso y más de uno que iba enchaquetado decidió liberarse del peso de la corbata.

Buen arbitraje, malos líniers. Vicandi Garrido estuvo a la altura de las circunstancias y no se dejó influenciar por las palabras de Marcelino. Pero sus asistentes no dejaron moverse a Charles y no anduvieron muy finos a la hora de ver los fueras de juego.

Curiosidad. Como es normal, ambos equipos tenían el cava preparado en su vestuario por si había fiesta y al final los locales lo descorcharon. El club amarillo agasajó incluso con cerveza a los medios de comunicación para que también tuvieran su minuto de euforia. Eso sí, agua para los nervios no había ni una gota hasta el descanso.
Cabeza alta y a por la promoción

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