Álvaro Mejía había sido duda hasta última hora por el abductor, pero jugó y estuvo inconmensurable en el corte y en el cuerpo a cuerpo con Ruso · Le gana a su ex y desea como pocos al Madrid en Copa.
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA
Era difícil imaginarse que Álvaro Mejía iba a ser de la partida en la tarde de ayer. El central madrileño se lesionó del abductor y quien más quien menos pensaba que era el momento para Marcelo Silva. Pero jugar ante el Murcia, su ex, motivaba a Mejía y forzó. Si el jueves sintió el pinchazo muscular, durante viernes y sábado estuvo tratándose cuidadosamente con el cuerpo médico para estar en las mejores condiciones. Javi Gracia lo vio ultramotivado y lo puso junto a Trujillo.
El acierto fue total. Mejía no sólo no se resintió en ningún momento de su pierna, sino que además se comió con patatas a Ruso, la variante que a última hora quiso introducir Siviero en el once para sorprender al Almería. El madrileño ha mejorado mucho en las últimas jornadas, gracias al trabajo y la confianza que le está aportando Trujillo. El canterano está muy atento al cruce y suele ganar los choques con los delanteros y deja para Mejía las salidas con el balón y la recuperación posicional del balón en los balonazos largo del equipo rival.
El Murcia trató de volcar el juego por la banda izquierda, porque allí se situaba Sutil, uno de los hombres con más calidad de los visitantes. Desde el principio, Mejía se fue anticipando a las asociaciones que intentaban los arietes pimentoneros. Al poco de comenzar, Ruso se dio cuenta de que no iba a poder ganarle por alto y Saúl comprobó que por bajo también iba a ser complicado. De hecho, el ex del Alcorcón hizo una gran jugada a los 42 minutos tras tirarle un caño a Rafita, pero no pudo marcharse también del madrileño cuando pisaba el área.
A la vuelta de vestuarios, nada pudo hacer para evitar el primer tanto murciano. Pero el equipo no se descompuso ni Trujillo y él se pusieron nerviosos. A los 50 minutos, Sutil quiso salir a la contra, pero Mejía recuperó y se lanzó hacia la portería de Javi Jiménez. Jorge tuvo que trabarlo en la frontal. Diez minutos después, fue el rojiblanco el que trabó a Ruso cuando se disponía a lanzar.
En ésas que el partido se había puesto 3-2 y la concentración del Almería debía de ser máxima porque el Murcia estaba con uno menos, algo que debilitaba a su defensa, pero en ataque estaban volcados. A los 75 minutos le roba un balón a Kike y en la siguiente jugada hace lo propio con Ruso. Tan sólo Gómez consigue buscarle las cosquillas con un balón que pide, pero que no controla a sus espaldas. Ya no hubo tiempo para más, ni para que la defensa sufriera.
Mejía tiene ahora una semana por delante para descansar y recuperarse [no jugará en Copa del Rey en Vigo] de sus molestias en el abductor porque en Santander sí que será de la partida. El madrileño quiso agradecer en la zona mixta el buen trabajo de los fisios para que pudiera jugar ayer.
Que se lesione muchas veces
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