La pareja inesperada

· Trujillo y Mejía, madrileños ambos, se consolidan en el eje de la zaga ante los problemas burocráticos de Pellerano 
· Poco a poco el acoplamiento va a más y mejoran su rendimiento
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA

A Ángel Trujillo y Álvaro Mejía los separa un lustro, pero ambos -madrileños de nacimiento- comparten unos comienzos futbolísticos bastante paralelos. El primero recaló en Almería procedente del Guadalajara y se forjó en su cantera, donde llegó en 2007 y cumple su sexta campaña, tras pasar por Tercera y Segunda B. El segundo se formó en la factoría blanca, donde permaneció cinco años pese a la exigencia de estar en el Real Madrid.

Justo cuando Mejía abandonaba la entidad merengue rumbo al Real Murcia, Trujillo recalaba en la rojiblanca para abrirse hueco en sus categorías inferiores. Veteranía y juventud en la pareja de centrales de moda en el Almería por fuerza de los hechos, al tener Gracia que buscar una solución de urgencia a las trabas burocráticas de Pellerano.

Mejía incluso ha tenido dos experiencias internacionales, la primera en el Arles-Avignon junto a su amigo Pavón, que diera nombre al famoso lema de Florentino Pérez de 'Zidanes y Pavones', y la segunda y más reciente en el Konyaspor turco, club del que procedía cuando el pasado verano firmó como rojiblanco.

Esa mezcla de experiencia y descaro está resultando el cóctel perfecto para un eje defensivo que mejora sus prestaciones conforme avanzan las jornadas y que viene de dejar la portería a cero ante el Hércules y encajar un tanto en Las Palmas ya en la recta final del encuentro.

El secreto de su éxito radica en que son complementarios. Mientras Mejía tiene buen trato de balón para darle salida por bajo como demanda Javi Gracia, Trujillo es un buen marcador que se faja con cualquier rival, con lo que las carencias de uno las compensa el otro y viceversa.

Pese a ser el más joven, Trujillo porta el '5', dorsal por antonomasia para cualquier central que se precie, y ya ha comentado desde que entró en el once titular que está viviendo en una nube: "Para mí es un sueño pero hay que seguir trabajando para intentar mantenerse partido tras partido. El equipo estuvo muy bien en defensa y eso a la parte de atrás nos facilita el trabajo. Tuve la suerte de sacar varios balones", alude acerca del último encuentro en Las Palmas, donde salvó más de una situación embarazosa.

Mejía, por su parte, reivindica la mejoría defensiva que está experimentando el equipo: "Cuando se habla de goles encajados y se enfoca en la defensa es más de puertas hacia afuera porque nosotros hablamos de trabajo defensivo y cuando se habla de goles a favor lo hacemos de trabajo ofensivo. Sí es verdad que en los primeros partidos fuera de casa cometimos errores en la parcela defensiva, pero intentamos mejorar porque queda mucho".

El exmadridista admite sentirse cómodo junto a Trujillo y valora el gran nivel que tiene el plantel en esa posición: "Los cuatro centrales que hay en el equipo podemos dar muy buen rendimiento, por circunstancias Pelle no puede jugar y lo está haciendo Trujillo mientras Marcelo [Silva] espera su oportunidad. Los cuatro somos profesionales con ganas de jugar".

Y si a Mejía lo caracteriza su visión de juego, Trujillo destaca por su potencial físico. De hecho, en pretemporada dio las mejores prestaciones en los test de esfuerzo y admite que sigue a buen tono: "Cada día que tengo la oportunidad de jugar me siento más cómodo junto al compañero y con más confianza. Ahora mismo me encuentro al 100% y si tengo la oportunidad de seguir jugando intentaré ir mejorando día a día. Trabajo a diario y creo que los partidos me están saliendo bien, en algunos me hubiera gustado que hubiese acompañado el resultado y me da igual lo que diga la gente de fuera porque quien tiene que valorar el trabajo es el entrenador".

Es consciente de que entró en las alineaciones por las trabas de Pellerano, y aunque lucha por afianzarse, espera que lo de su compañero se resuelva cuanto antes y de la mejor forma posible: "Si el entrenador ve conveniente que tenga que jugar seguiré igual y si no tendré que asumirlo, pero es bueno para el equipo que Pellerano vuelva porque aporta muchas cosas, no solo como jugador sino como persona, y eso nos ayuda a todos".

Lo que no esperaba Mejía era adaptarse tan pronto a la vida en Almería y al vestuario rojiblanco: "Estoy muy contento aquí, me he adaptado muy bien tanto a la ciudad como al equipo, hay un gran vestuario con gente de mucha veteranía que sabe meter rápido a la gente nueva".

A alguien que se ha visto comandando la tabla en Primera en las filas del Real Madrid no le da vértigo verse en el segundo puesto de la categoría de plata, pero hace una llamada a la paciencia para que no se lancen tan pronto las campanas al vuelo: "No obsesiona, nuestro objetivo es pensar en el rival siguiente y no pensamos más allá del Córdoba para sacar el mayor número de puntos posibles en casa y ser un bloque fuera corrigiendo errores, vamos en buena línea. Es una realidad que acabamos de empezar y la competición son 42 jornadas. Hemos arrancado fuertes, hicimos buena pretemporada y mostramos fortaleza, pero no se puede pensar más allá".

Y para alcanzar pronto las metas nada mejor que ir con humildad, como se encarga de recordar Mejía: "El equipo sigue trabajando en la misma línea de preparar partido a partido e ir de tres en tres. La categoría es muy igualada y todos los partidos son difíciles, tras los dos empates salimos con muchas ganas y el trabajo dio su fruto [en Las Palmas] para seguir arriba".

La próxima piedra de toque es el Córdoba y luego está la salida a Gijón, donde esperan poder dejar por fin la portería a cero a domicilio, cumpliendo con la reducción progresiva que están marcando: "Ojalá en Gijón dejemos la portería a cero, esa es la intención y el otro día estuvimos muy cerca, pero antes de eso hay que jugar en casa otra vez y debemos ser fuertes defensivamente".

Trujillo y Mejía, Mejía y Trujillo, con permiso de Marcelo Silva, dictan las órdenes en la zaga rojiblanca.
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