JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA
José Antonio García Rabasco ‘Verza’ es uno de los cuatro jugadores de la UD Almería que lo ha jugado todo en el campeonato liguero. Junto a él no han visto ningún encuentro desde el banquillo o la grada Esteban, Mejía y Christian. Se podría decir que son el cuarteto sin recambio de la UD en este comienzo de campaña. En el caso del oriolano, además, su extraordinaria labor para conseguir el equilibrio entre el ataque y la defensa se vio recompensada en Las Palmas al anotar el primer tanto de los rojiblancos y que abrió de par en par un triunfo que se resistía en Gran Canaria para un equipo almeriense y poder, ya en esta temporada, cortar la racha de dos empates consecutivos que habían hecho poner algunas dudas al trabajo de un equipo que, tras ocho jornadas, ha recuperado una plaza de ascenso directo a la Liga BBVA.
Si hace una semana esas dudas no habían entrado al vestuario, los pupilos de Javi Gracia tampoco quieren lanzar las campanas al vuelo porque se haya conseguido escalar al segundo puesto de la clasificación. La Liga Adelante, aseguran, es muy dura y competitiva. Nadie puede relajarse porque el lugar de privilegio se borra en una jornada y podría ocurrir como la pasada campaña que no se recuperaría.
Una situación similar a la de tener un puesto en el once inicial. Hasta la fecha es un fijo para Javi Gracia. El técnico navarro ha confiado el puesto de mediocentro defensivo a Verza. Le ha pedido un trabajo similar al que Lucas Alcaraz le reclamó cuando vio que la pareja ‘buena’ era la formada por el alicantino y Corona y pasar Bernardello al banquillo. Ahora, la duda es el nombre del acompañante de Verza. El compañero en el doble pivote es de Talavera de la Reina. Lo que cambia es el nombre. Comenzó Casquero. Ahora es Corona el que ejerce la labor de tener algo más de libertad en ataque.
Pese a los números que está protagonizando Verza, tanto en minutos como en otras estadísticas beneficiosas para la UD, el oriolano no quiere ni pensar en tener el puesto seguro. Pone un claro ejemplo para comprobar que este año hay más ‘fondo de armario’ que el pasado ejercicio. «Esto da muchas vueltas. La verdad es que hasta ahora estoy jugando. Llevo todos los minutos y entreno para ello. Creo que si estoy jugando será porque el míster lo cree oportuno y necesario. Pero miro al banquillo, veo a la gente que se queda fuera y uno no se puede dormir. Hay que ir domingo tras domingo y siempre que tienes la oportunidad debes hacerlo lo mejor posible. Ya no sólo a nivel individual. Lo debes hacer por el equipo», dijo en clara posición a la que tienen sus compañeros que ya estaban el pasado ejercicio en cuanto a número de efectivos y a mayor calidad en la plantilla rojiblanca.
Disputar todos los minutos demuestra confianza del entrenador y que el propio jugador está en un gran momento físico. Sobre todo viendo el desgaste que hace en el centro del campo para liderar la presión hacia los rivales y, en ataque, ser el primer jugador que se ofrece a los defensas para salir con el balón jugado. Verza reconoce su estado físico. «Me encuentro bien físicamente. Desde el primer momento hasta el final de los partidos no noto mucha fatiga. Eso uno lo nota y se siente con fuerza de seguir presionando, corriendo y luchando hasta que pita el final». Una afirmación que confirman los test a los que se someten los jugadores de forma periódica y tras analizar cada partido disputado por la UD Almería.
Su gol se podría entender como un premio al trabajo realizado en la sombra desde el inicio del campeonato. Algunos reclaman sus lanzamientos desde fuera del área como acostumbró en Albacete o en los equipos que ha estado. Unos remates que son difíciles cuando, por su posición, en muchas ocasiones no puede pasar casi del centro del campo. En Las Palmas tuvo la oportunidad de alcanzar el área rival y marcar el 0-1. Verza lo considera como un premio al colectivo. «El premio es a nivel del conjunto por hacer las cosas bien. Fue un partido muy complicado y el premio es haberse llevado de ese campo la victoria. Fue un encuentro muy trabado, con el terreno de juego estaba muy mal y ante un rival que en su casa es complicadísimo jugarles. Tienen jugadores de mucha calidad y pocos equipos van a salir con la victoria», manifestaba sin tener que recordar que el Villarreal tan solo pudo sacar un empate (2-2) después de marcar sus dos goles desde el punto de penalti.
Verza tiró casi de tópico cuando se le preguntó si el gol llevaba alguna dedicatoria especial. Ante la prensa, el alicantino apuntó algo habitual en los jugadores. «Uno se acuerda de mucha gente en esos momentos. De la familia y de los seres queridos que, también, sufren mucho porque tienen en el equipo a uno de los suyos que ven que lo pasa mal durante los partidos y, cuando todo sale bien, se alegran porque el trabajo tiene su premio». El premio, al unirse la victoria en Las Palmas con la derrota del Villarreal en Gijón, ha llevado a los almerienses a la segunda posición. O, lo que es lo mismo, a puesto de ascenso directo a la Liga BBVA. El ‘7’ rojiblanco tiene claro que se está en la jornada ocho del campeonato, aunque «a todos nos gusta estar en todo lo alto. Esto acaba de empezar. Queda muchísimo y hay que ir paso a paso».
Pasos hasta la jornada 42 en el caso de que no haya post-temporada. Mucho tiempo para sufrir en contra lo que vivió a favor el conjunto almeriense el pasado sábado. Que el rival terminase el partido con un jugador de campo como portero. Los tres cambios estaban realizados cuando sucedió la expulsión de Barbosa. Verza, si a la UD le sucede algo parecido, no tendría reparos en ponerse los guantes y ejercer de Esteban. «Sí me veo. ¿Por qué no? Si no hay más cambios y el portero suplente no puede salir, asumiría el ponerme de portero». Habrá que esperar que no se tenga que producir esta circunstancia. Lo único claro, tras ocho jornadas, es que Verza es el equilibrio. El que ayuda en defensa y permite iniciar el ataque. Y encima, como en Las Palmas, con el premio del gol que abría la victoria.
UD Almería: La presión del fondo de armario - Unión Deportiva Almería S.A.D.
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