Miguel del Pino [ La Voz de almería ]
No hay que engañarse, la temporada pasada Aarón Ñíguez pasó casi de puntillas por el once titular del Almería. El presidente estaba muy ilusionado cuando consiguió firmar a este joven futbolista de la cantera del Valencia que había sido internacional en las categorías inferiores de España. Sin embargo su rendimiento con Lucas Alcaraz primero y con Esteban después nunca llegó a convencer a la hinchada rojiblanca.
La llegada de Javi Gracia ha sido a Aarón como el maná a los israelitas en su travesía del desierto. Le ha dado la confianza que necesitaba para alimentar su autoestima y ofrecer lo mejor de lo que lleva dentro, que no es poco. Incluso sorprendió a propios y extraños que fuera sustituido en Sabadell, donde estaba siendo el mejor del la línea de ataque de los almerienses.
Los seguidores rojiblancos, sabios en sus valoraciones porque no hay mejor escuela de fútbol que la que se aprende con las gradas como aula, ya habían apreciado ese notable cambio del ilicitano desde el primer partido, cuando el equipo visitó el Mini Estadi. Pero este futbolista de 23 años necesitaba consagrarse con una actuación sobresaliente y el sábado la tuvo.
Ciertamente que el comienzo del partido no parecía nada prometedor para Aarón que sufrió tres pérdidas consecutivas de balón ante un Espín que le ganó la partida en estos compases iniciales del juego. Ni él ni Aleix, éste en pleno proceso de recuperación de su esofagitis, estaban participando en un encuentro que tenía al Guadalajara por dueño.
Pero llegó el minuto 18 y la figura de Aarón apareció en toda su esplendor para no dejar de brillar en toda la tarde. En ese minuto recibió un balón de Soriano, superó a Espín y mandó un centro de cine, raso al área pequeña que Soriano, adelantándose a la defensa machacó. A partir de este momento Espín le perdió la pista a Aarón hasta el punto de que en la noche del sábado no sería de extrañar que el alcarreño hubiera soñado con encontrar la pista perdida de Níguez.
En el segundo tanto local le roba la cartera al defensor y sirve en bandeja a Aleix. En el tramo final del partido se asoció con Charles para cerrar una actuación de cine marcando el gol que premiaba su trabajo.
El Nuevo Estadio Mediterráneo volvió a ser una gran fiesta en la que brilló con más intensidad que ninguna la estrella emergente del futbolista ilicitano.
Aarón, la estrella del recital rojiblanco
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