sábado, 30 de junio de 2012

Cabeza alta y con la conciencia tranquila

· Ortiz Bernal pone punto y final a 15 años de carrera deportiva como rojiblanco con la entereza propia del capitán que es
· En su adiós se acuerda de familiares, amigos y aficionados
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA

¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro terrible viaje ha terminado, el barco ha sobrevivido a todos los escollos, hemos ganado el premio que anhelábamos, el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado, mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave [...]. (Walt Whitman).
José Ortiz Bernal ha puesto punto y aparte a su largo viaje en las filas del Almería, ha sobrevivido a 15 años de carrera deportiva como rojiblanco, desde las cloacas a la élite ganando el premio del ascenso a Primera y el cariño de toda la afición. Ayer rubricaba su marcha con la entereza propia del capitán que llevó al equipo de su tierra a las más altas cotas del fútbol nacional.

Desde que el club le comunicara hace tres semanas que no renovaría, el futbolista almeriense, cauto como nadie, generoso y elegante como pocos, rumiaba cuál sería su adiós a la entidad que lo hizo grande y a la que él contribuyó a hacer grande.
Y se fue con humildad, haciendo honor a las palabras que Paco Flores, el entrenador que cambió su signo, les espetaba antes de cada encuentro: ""Sólo ánimos y sin reproches, cabeza alta y conciencia tranquila". Me voy agradecido, sin ningún tipo de reproche, con la cabeza alta y la conciencia tranquila".
El contrato del estandarte del club, de su referente en los tres últimos lustros, expira hoy sábado 30 de junio y no quiso irse sin dar las gracias: "Quiero agradecer a presidentes, directivos, trabajadores, compañeros y cuerpo técnico, con quienes he compartido éxitos y fracasos, decir que ha merecido la pena. He visto pasar 18 entrenadores y 5 presidentes, pero como todo en la vida llega a su fin, nada es eterno, solo el club y la afición. Gracias a ellos, son la energía necesaria para que esto funcione".

Con el "corazón en la garganta", como él mismo se encargó de recordar, dio paso a las preguntas de la prensa tras dar lectura a su carta de despedida, en la que no quiso olvidar a su ídolo Juan Rojas. No esquivó ninguna, por peliaguda que pudiera resultar, como la ausencia de Alfonso García, de camino a Ucrania para ver la final de la Euro: "Si no está aquí tendrá razones de fuerza mayor y no pasa nada, estoy rodeado de miembros de la directiva que son todos importantes y con Alfonso he tenido siempre una buena relación. Está Pepe Bonillo y para mí es más que suficiente".
Puede que tan solo Bernardo el utillero y Manolo García en la directiva acumulen ya tantos años de servicio a la institución, pero Ortiz quiso interiorizar con naturalidad el rumbo de los acontecimientos: "Si mi madre en el momento más duro de su vida aceptó la muerte, ¿no voy a aceptar yo que me voy del Almería? Y está aquí mi familia presente. Acepto la decisión del fútbol al igual que a mi madre le dolió irse. Yo voy a seguir aquí, mi residencia y mi familia están en Almería. Estas decisiones duelen para mí y para la directiva, pero se toman y se aceptan. Nos deseamos suerte mutua".

El centrocampista quiso aclarar que acepta el ofrecimiento del club para asumir algún rol dentro del organigrama, pero prefiere posponerlo un tiempo porque su objetivo inmediato es firmar por un nuevo equipo que aún está por conocer: "Mi pensamiento es seguir jugando, me he encontrado bien durante el año entrenando y en el último partido, quiero seguir. El club me ha dejado las puertas abiertas y lo agradezco, pero estoy esperando que se confeccionen las plantillas y llegue alguna oferta".
Lo que sí le gustaría es participar en el partido homenaje antes de su retirada como jugador en activo: "Entiendo que me encantaría estar en el césped en el partido homenaje para recibir el cariño de la afición y si encuentro equipo lo lógico es hacerlo mientras esté en activo. Me gustaría, si se produce, que fuera una vez que me retire, ya se hablará el cómo, cuándo y con quién".

La semifinal de Copa y el ascenso a Primera, sus mejores recuerdos, con la espina de no haber podido meter al equipo en competiciones europeas: "Uno siempre se pone metas y objetivos, estar siempre estancado no es bueno, sino mejorar y ponerse objetivos ambiciosos. Llegar a una semifinal de Copa fue algo histórico y llevar el nombre de Almería por competiciones europeas habría sido algo bonito. El ascenso marcó a todos los almerienses, fue algo histórico después de tantos años sin Primera y ojalá se vuelva a repetir".

Su única cuenta pendiente, el injusto trato recibido este curso: "Ha sido un último año difícil y siempre he tratado de anteponer al Almería por encima de mí mismo, pero eso no quita para que haya sido una temporada dura en mi caso con muchas decisiones que aunque se respeten, duelen. Es difícil que un hijo te pregunte por qué el entrenador no te lleva a jugar, es muy duro como futbolista tratar este asunto, pero siempre hay que respetarlo y lo mejor es estrenar cada día duro y fuerte porque ese trabajo llega". En el adiós no importa tanto las veces que fuiste titular, sino las veces que serviste como ejemplo de conducta, una lección que todos los hombres podrán leer.
Cabeza alta y con la conciencia tranquila

No hay comentarios:

Publicar un comentario