martes, 24 de abril de 2012

Mismos ingredientes para el caldo

El entrenador malagueño suma dos puntos de nueve en un equipo que continúa con los mismos mimbres dejados por Lucas Alcaraz
JORDI FOLQUÉ jordi@deportesalmeria.com | IDEAL ALMERÍA

Esteban Vigo intenta buscar su primera victoria en la UD :: IDEAL

Han pasado tres jornadas desde que Esteban Vigo se hiciera cargo del Almería en sustitución de Lucas Alcaraz. Tiempo en el que no se ha comprobado que no hay margen para ninguna revolución. Tampoco para ver cosas diametralmente opuestas a lo que se estaba viendo con la presencia del granadino en el banquillo almeriense. La dinámica negativa que quiso cortar el presidente del club (Alfonso García) con el cese del anterior inquilino, lejos de ser un mal recuerdo, se ha visto acrecentada al llegar ya a nueve las jornadas que han pasado desde la última victoria. Mismos defectos. Mismas sensaciones. Mismos ingredientes para un caldo que no termina de hervir en su punto álgido, aunque la clasificación diga que han vuelto a ocupar puestos de play off de ascenso.
Desde algunos sectores se le pedía a Lucas Alcaraz que cambiara las piezas en sus últimos partidos. Personas del entorno del equipo que no veían ni entrenamientos ni nada por el estilo. Criticaban que el granadino siguiera poniendo a Rafita en lugar de Michel. Que no volviera a confiar, tras la lesión, en Dani Bautista. Que siguiera colocando a Corona como doble pivote junto a Verza. Que Aleix Vidal continuara sin descanso. Que Aarón no fuese titular pese a sus quejas en la zona mixta ante la prensa. Que Ortiz Bernal no fuera revulsivo en los minutos finales. Argumentos, la mayoría de ellos, que fueron dichos por el propio presidente de la entidad para justificar el cese ante los suyos.
Llegado Esteban Vigo, en el primer partido se dijo que no tuvo tiempo para hacer esa 'revolución' pedida. Jugaron los mismos que de costumbre. Es más, el malagueño reconoció que no conocía a los jugadores del filial y que tenía que basarse en los informes que le daba Alberto Benito (director deportivo) para completar la convocatoria de los mayores por las ausencias de Soriano (lesión) y Corona (sanción) para viajar a Huesca. Se acabó con derrota y saliendo de los puestos de privilegio para el ascenso
Segunda cita
Vigo debutaba en casa ante el Villarreal B. No tenía a Ulloa (sanción) y tampoco a Goitom ni Soriano (lesión). No hubo 'revolución'. Rafita siguió jugando en el lateral derecho en detrimento de Michel. Aleix y Juanma Ortiz ocupaban las bandas de ataque. La única modificación táctica (la presencia de Jonathan no alteró ninguna pizarra) fue colocar a Corona en la mediapunta para dar entrada, junto a Verza, a Bernardello en el doble pivote. ¿Revolución o necesidad? Las ausencias de Goitom y Soriano dejaban la mediapunta 'huérfana'. Empate sin goles y todas las 'culpas' se achacaron a la mala suerte y al no tener el poder goleador de Leo Ulloa.
La tercera cita también ha dejado en nada la tan manida revolución que se pedía desde el entorno más próximo al presidente (su asesor) para justificar el cese de Lucas Alcaraz. Visita al colista y nuevo empate. Ulloa volvió al equipo titular. Ya está. No hubo más modificaciones que frente al Villarreal B. Muy mal no lo tuvo que ver Esteban Vigo para confiar en los mismos. O es que no hay más para elegir y terminar de condimentar el caldo que se está haciendo con pocos ingredientes desde el mes de julio en el Almería. Todo siguió igual. Rafita de lateral derecho. Aleix Vidal jugando 85 minutos y siendo el autor del gol rojiblanco. Corona, Verza y Bernardello repartiéndose el centro del campo. Juanma Ortiz llevando peligro. Y Ulloa como una isla sin tener la compañía de Goitom o Soriano, sus habituales compañeros cerca del área contraria.
Mismas sensaciones
Tan solo se puede destacar como cambio 45 minutos de los 270 que lleva Esteban Vigo al frente del Almería. Fue la segunda parte ante el Villarreal B. El resto del tiempo, encefalograma plano. Ningún atisbo de que la mentalidad de los jugadores haya cambiado con el técnico malagueño. La labor de mentalización no está dando sus frutos hasta el momento. Les falta la chispa que se ha visto en el comienzo de la temporada o cuando encadenaron 10 semanas consecutivas sin perder, sumando seis triunfos. Todo eso ha desaparecido del vestuario de la UD Almería. Las caras siguen siendo largas porque no encuentran explicación alguna a todo lo que les está pasando. Hay jugadores que hablan de «bloqueo mental» que les está dejando descolgados de los primeros puestos. Tildan hasta de «ficticia» la posición en la tabla. Saben que deben cambiar de actitud de una mera importante si quieren que, al final, no se les escape el tren de la promoción y compartir en igualdad de condiciones (deportivas) con los otros tres equipos que jueguen la postemporada.
Recta final
Terminado el engranaje que ha tenido el equipo en partidos ante equipos de la zona media baja de la tabla (Huesca, Villarreal B y Cartagena), solventados con una derrotas y dos empates, ahora le llega lo 'duro' al conjunto entrenado por el malagueño. De primeras la visita de un Deportivo de La Coruña que está a un paso de ser equipo de la Liga BBVA la próxima temporada. Después, un Hércules que ha metido tierra de por medio con relación a los almerienses en las últimas semanas.
Será la vuelta del 'Boquerón' a Alicante. El lugar donde consiguió su segundo ascenso consecutivo a la elite y en el que logró ganar en el Camp Nou al Barcelona de Guardiola. Dos choques que pueden y deben calibrar, de manera muy clara, el potencial de un conjunto que lleva más de dos meses sin saber lo que es ganar. Que debe pasar de empatar ante el colista a intentar ganar al líder indiscutible de la competición. Como pasar de no imponerse al Racing y recibir a un Real Madrid que huele a título. Es lo que toca tras no haber sido capaces de ganar a tres equipos de la zona baja.

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