· El Real Valladolid entró en play off el curso pasado con 66 puntos, 12 más de los que suma el Almería en la actualidad a falta de 8 jornadas
· Cinco partidos son en casa
PACO GREGORIO / DIARIO DE ALMERÍA
Juanma Ortiz y Dani Bautista celebran con Aleix Vidal el 0-1 en Cartagonova
La UD Almería ha alcanzado el tramo decisivo del campeonato, cuando se hace necesario sacar la calculadora y empezar a echar cuentas. La racha de nueve partidos sin ganar ha descolgado a los de Esteban Vigo de los puestos altos de la tabla, pero el conjunto rojiblanco se aferra a la sexta plaza como último recurso para disputar el play off.
Con el Alcorcón, oponente más cercano, a cinco puntos, no queda otra cosa que pensar en distanciar al Córdoba para sacarlo de la pugna y el calendario ahora se pone cuesta arriba con la visita del Deportivo y la salida a Alicante para medirse al Hércules.
Pareciera que todas vienen mal dadas, pero hay motivos para el optimismo y atisbar la luz al final del túnel. El secreto está en no desesperar y evitar que cunda el pánico, pues un vistazo a la clasificación final de la temporada pasada, primera en la que se aplicó el sistema de ascenso con cuatro aspirantes, demuestra que los unionistas no están tan lejos de poder afianzar la promoción.
Betis y Rayo subieron entonces de forma directa, mientras que Elche, Granada, Celta y Valladolid disputaron las elminatorias, el equipo blanquivioleta con permiso del Barcelona B que, en su condición de filial y pese a concluir tercero, no pudo hacerlo.
Tomando como referencia a los pucelanos, que se metieron in extremis sumando 66 puntos, al Almería, que en la actualidad tiene 54, le bastaría con añadir 12 a su cuenta; es decir, justo la mitad de los que hay en liza en las ocho últimas jornadas.
Cogiendo como referencia al Celta, auténtico sexto clasificado hace un año, la cifra a sumar se incrementaría a 13 puntos (logró 67), por lo que con 15 sería más que factible que los rojiblancos alcanzasen la primera meta de acceder al play off de ascenso.
Dicho con otras palabras, eso significa que sería suficiente con ganar los cinco partidos que restan por disputarse en el Estadio de los Juegos Mediterráneos.
Y es que si los dos próximos enfrentamientos son ante rivales directos (el Depor no tanto por cuanto ya tiene casi garantizado el ascenso), el Almería tiene un calendario propicio en las seis últimas jornadas.
En un frenético y decisivo mes de mayo que arrancará en el Rico Pérez, la UDA recibirá en casa al Barcelona B, viajará a Sabadell y se las verá consecutivamente con Alcorcón y Numancia en el Mediterráneo (ahí podría estar la madre del cordero), concluyendo el torneo ante dos recién ascendidos: en el feudo del Gudalajara y ante el Alcoyano como local, éste último el primer fin de semana de junio.
Pese a la pobre imagen que viene ofreciendo el equipo, la situación sigue sin ser desesperada y aunque el calendario tampoco exige una reacción inminente, prolongar la mala racha únicamente fomentaría el desánimo, ya que el esperado 'efecto Boquerón' se ha quedado sin fuerza.
Un dato refleja las dificultades que están teniendo los almerienses para meritar a Primera, y es que son el equipo de la LFP que más empata, nada menos que en 15 ocasiones. Todo esto, al fin y al cabo, no deja de ser periodismo-ficción, falta que la bola entre...
El sexto elemento
JAVIER GÓMEZ GRANADOS | IDEAL
A nadiescapa a estas alturas que el objetivo real y único de la UD Almería es alcanzar la sexta posición y esperar que un golpe de azar cambie la suerte rojiblanco en los playa CF. No pueden aspirar a más porque no se han hecho acreedores de nada bueno en los últimos dos meses y pico. Rivales menores como el Alcorcón ya parecen gigantes y cualquier contratiempo es insalvable para un grupo ahogado por los complejos.
La sexta posición la van a luchar tres equipos fuertes pero irregulares. Salvo subidas o bajadas de última hora, Córdoba, Almería y Elche van a pelear por poder pelearse más tarde con otros por ascender. Los cordobeses, con fútbol bonito, no terminan de mostrar solidez y capacidad para mantener una remontada. Los ilicitanos, como los almerienses, han caído en depresión por no soportar, precisamente, la presión. Ahora tienen una última oportunidad para cumplir un objetivo que creían sencillo.
Si los rojiblancos no alcanzan a estar con los seis mejores, habrá llegado el momento de reflexionar sobre lo que ha fallado para sufrir tal caída y poder así hacer reformas en el siguiente proyecto. El problema, esta vez, es que lo que está fallando, quien está fallando, no puede ser 'reformado' sin que la estabilidad del fútbol de Almería se tambalee peligrosamente. Por tanto, no queda otra, es el momento de mirar sólo para adelante y confiar en alcanzar la última plaza de los mejores. Lo demás, ya sucederá.

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