sábado, 14 de abril de 2012

El Almería sigue divorciado con el buen juego

Aunque mereció más, sólo pudo sacar un empate sin goles ante el Villarreal B
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA

Jonathan se mostró muy activo, pero la suerte le dio la espalda :: udalmeria.sad

Al Almería le falló su maridaje con el gol, el mismo enlace que le ha permitido durante muchas jornadas estar entre los mejores de la categoría. La ausencia de éste en El Alcoraz, la semana pasada, le obligó a salir de entre los seis primeros y lo hecho ante el Villarreal, aunque le permita igualar a Córdoba y Alcorcón, lo hace con un partido más, que es uno menos para arreglar un entuerto que tiene malos visos. Hablan de ello las sensaciones de lo expuesto por los de Esteban Vigo, carentes de ideas para llegar, primero, y de acierto, después, para haber justificado esa propuesta con la que arrancó el equipo la temporada.
Ahora mismo, la quinta posición en la tabla, por mejor gol average general, no debe esconder que este equipo debe mejorar y mucho, pero eso lo da el tiempo y la paciencia, pero con nueve por delante, tiempo apenas si queda y la paciencia puede que desapareciera cuando se fue la luz en el Estadio, pero no ahora, sino en la anterior ocasión, cuando se ganó al Córdoba. Es, por ahora, el penúltimo triunfo en casa.
Propuestas no cuajadas
El partido comenzó con la presentación de propuestas por parte de los dos equipos. El Almería lo hacía obligado a buscar la meta contraria, con un paso al frente de los de Esteban, mientras que el cuadro villarrealense no dudó en buscar el balón, presionando muy arriba, tratando de buscar el robo. Sin embargo, se jugó más, en el arranque en el medio campo del conjunto amarillo, aunque con la imprecisión del último pase, que impidió que las pocas llegadas cuajaran. Mariño evitó la más clara, despejando a córner, en el minuto 5, una acción por banda izquierda, y otra, en el 6, por la derecha.
El Villarreal B tampoco usó bien lo que encontró y su primer disparo, de Manu Trigueros en el minuto 8, se escapó demasiado cruzado. Sin embargo, tocaba bien y jugaba con superioridad en el centro del campo. En el 11, un centro de Iriome pudo crearle problemas a Esteban, que atajó el centro. Empezaba el equipo a sufrir, el balón era de los amarillos y el Almería carecía de criterios para robar y plantarse ante un Mariño contemplativo.
Con el campo vencido hacia la portería de Esteban, en el 17, llegó la más clara para los castellonenses. Fue un balón por la banda izquierda que le cayó a Lucas Porcar y el disparo de éste lo despejó Esteban. Moi Gómez, que cogió el rechace, disparó en fuera de juego sin poder superar al meta rojiblanco.
La propuesta almeriense trataba de desequilibrar un partido muy táctico y comenzó a funcionar en las cercanías del último cuarto de hora. Ahí, Jonathan cogió protagonismo, pues en el 25 recibió un buen servicio de Juanma Ortiz, pero le faltaron metros y en el 27 cabeceó otro balón centrado por el alicantino que detuvo Mariño en la misma línea de gol.
En ese proceso, la presión rojiblanca comenzó a funcionar en un partido que se jugó entre las dos líneas de medios. En el 41, dispuso de una buena acción, pero siempre con la rémora del último pase. El robo fue de Verza, que se la puso a Aleix Vidal, en banda izquierda, y su posterior centro no llegó a rematarlo Jonathan.
Ya el Villarreal B había desaparecido y el cuadro de Esteban Vigo tenía más presencia arriba, pero sin mostrar ninguna diferencia con respecto a la anterior etapa. Faltó gol y los problemas en la basculación defensiva pudieron provocar más de un desaguisado
Mejoría sin gol
Con un apagón, el inicio de la segunda parte se retrasó unos siete minutos. Comenzó el partido distinto. El Almería se aproximó más a lo que su técnico quería y, aunque sin acierto final, sí que hubo más presencia almeriense arriba, creando y buscando el gol que desequilibrara el partido y saldara cuentas pendientes, las del triunfo que se resistía en las últimas siete jornadas. En el arranque, la UD dispuso de dos ocasiones, la primera de Juanma Ortiz, tras servicio de Corona, pero el alicantino la mandó fuera. La siguiente fue más clara. En el 50, Corona puso el final a una acción iniciada por él, al rematar un servicio de Juanma Ortiz.
El Almería estaba haciendo méritos para marcar y Verza, en el 51, pudo hacerlo pero su remate de cabeza se marchó fuera. Era otra ocasión ante un Villarreal B sin presencia arriba. El Almería si la tenía y, en el 59, Carlos García, que volvía a la defensa a la vuelta de un córner, se encontró un balón suelto, pero cuando se dio la vuelta para rematar no tuvo espacio porque Mariño había tapado el hueco. La siguiente la provocó Jonathan, cuando se cumplía el minuto 60.
El Villarreal se mostraba endeble y Velázquez quiso tener presencia arriba con la entrada de Joselu, que peleó el pichichi con Ulloa en la ida y que desde entonces no ha vuelto a ver puerta. Ganó e en llegada de forma paulatina, aunque el Almería siguió exponiendo para marcar. En el 68, la tuvo Jonathan. Fue una perfecta entrega de Juanma Ortiz para el burkinés, pero su disparo se marchó a córner, tras tocar Mariño.
Con el panorama incierto, Esteban apostó por más presencia arriba. Sentó a Bautista e introdujo a Aarón, pero ni éste ni ningún jugador rojiblanco encontró la fórmula para desarbolar a un Villarreal B que supo mantener la solidez atrás para impedir que la UD saliera de la crisis. Lo mereció, pero en fútbol no valen los merecimientos, sino los goles y la UD no hizo ninguno.

UD Almería: Esteban; Rafita, Carlos García, Jakobsen, Dani Bautista (Aarón, m. 79); Verza, Bernardello; Juanma Ortiz, Corona, Aleix Vidal, y Jonathan (Pallarés, m. 71).
Villarreal B: Mariño; Truyols, Lejeune, Pere, Toño; Llorente, Edu Ramos; Lucas Porcar (Juanto, m. 69), Manu Trigueros, Moi Gómez (Pepe Palau, m. 76), e Iriome (Joselu, m. 61).

Arbitro: Arcediano Monescillo, del colegio castellano-manchego. Amonestó al local Pallarés y a los visitantes Llorente e Iriome.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigesimocuarta jornada del Campeonato de Liga de Segunda División A, Liga Adelante, celebrado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 6.082 espectadores. Antes del inicio del encuentro se guardó un minuto de silencio en memoria de Gaspar Almécija, abonado del club y expresidente de la Casa de Almería en Barcelona.

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