Corona fue el ejecutor de todos los saques de esquina
Fue el autor de uno de los disparos que se estrellaron en el palo
PABLO LAYNEZ / DIARIO DE ALMERÍA
Como buen líder que es, Miguel Ángel Corona necesita un escudero a su lado. Bernardello realiza como pocos el trabajo sucio a la espalda de los centrocampistas, pero la falta de ritmo le pasó ayer factura y el oxígeno le faltaba en sus pulmones. Al tener que perseguir el balón más que atacarlo, al talaverano le faltó claridad para saber indemne de la tela de araña que había zurcido el Elche.
Verza le da a Corona tranquilidad en el trabajo de recuperación y una alternativa diferente para sacar el balón, puesto que goza de un muy buen desplazamiento de balón. Bernardello es mucho más horizontal, lo que provocó que ayer el balón se marease en el campo rojiblanco sin que ello sirviera para generar peligro o romper las líneas del equipo franjiverde.
Asfixiado por Mantecón y Generelo, que no es que crearan mucho juego, pero sí que impidieron que los rojiblancos tuvieran verticalidad ante la ausencia de un Ulloa que se echó demasiado de menos, Corona trató de sacar partido en los balones parados. Anduvo desencaminado en las jugadas de estrategia, puesto que no hubo ningún remate demasiado peligroso tras los saques de falta o esquina.
A falta de ocho minutos el talaverano estuvo a punto de recortar diferencias. Pero ayer no era el día y podían haber estado jugando seis horas más, que el balón no quería entrar. Si Juan Carlos realizó intervenciones de mucho mérito, entre los palos y el colegiado hicieron el resto del trabajo. Pese al pésimo arbitraje, Corona se retiró dándole la mano al trencilla. La educación puede con la indignación
No es el mismo sin su mejor socio

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