lunes, 20 de febrero de 2012

Reparto de méritos y de puntos

Gabi Grillé pelea por hacerse con el balón

Los dos equipos llegaron en contadas ocasiones con peligro a las áreas rivales y marcaron a balón parado
JAVIER NAVARRO | IDEAL ALMERÍA

El Club Deportivo Roquetas no pudo enrachar su tercera victoria consecutiva, tras las obtenidas en las canchas del Caravaca y la Unión Deportiva Almería B, y tuvo que 'conformarse' con un valioso empate ante uno de los rivales más complicados de la competición, la Unión Deportiva Melilla, ayer en Los Bajos.
El encuentro suponía el debut del nuevo entrenador roquetero, del que será, finalmente, sustituto de Ramón Florit, poniendo fin a la interinidad de Esteban Navarro, Pepe Callejón. Se aguardaba su primer encuentro para conocer si realizaría cambios al esquema implantado por Esteban, que tanto éxito había ofrecido en los dos partidos anteriores, pero no se produjeron cambios, más allá de los que impuso el rival. El cuerpo técnico había advertido sobre la peligrosidad de este adversario, que tenía calidad y mucha experiencia, mucho más oficio que los dos rivales anteriores. Además, se trata de un equipo incómodo, y así fue.
La estrategia del Melilla anuló, en gran parte, el esquema que estaba utilizando el Roquetas. Su férrea presión defensiva no permitió que los locales tocaran el balón con comodidad y pudieran enlazar sus jugadas, y, por tanto, sus jugadores ya no llegaban al área rival con nutrida presencia, puesto que, de hecho, apenas pudieron llegar. Tampoco los melillenses rondaban con frecuencia el área de Javi Ruiz, en un partido que se disputaba, fundamentalmente, en el centro del campo, ante el empeño defensivo de los expertos visitantes.
El encuentro no tuvo el mejor comienzo para los roqueteros, pese al 'flash' del minuto 2, en el que había 'avisado' al guardameta visitante, Dorronsoro, con un lanzamiento de Kike Vázquez desde fuera del área que estuvo a punto de convertirse en el 1-0. La jugada pudo haber cambiado el signo del partido, puesto que la desventaja habría obligado a los visitantes a cambiar su planteamiento. Pero el balón no entró y los melillenses continuaron con su esquema defensivo, con su férrea presión, que creaba muchos problemas al fútbol de toque que ha implantado este nuevo Roquetas. El rival buscaba imponer su defensa y hacer valer su rápido contragolpe, así como su experiencia.

Bloqueados
El sistema de Óscar Cano frenaba el empuje de los locales y, en su primera estirada ofensiva, los melillenses llegaban al área de Javi Ruiz, que volvía ayer al once inicial, surgía una jugada para la polémica, ya que Raúl Guillén intervenía y el colegiado valenciano castigaba su actuación con la pena máxima, por tocar el balón con la mano.
Corría el minuto 9 del primer periodo. Javi Moyano se encargaba del lanzamiento y superaba a Javi Ruiz, colocando el 0-1 en el marcador, una ventaja que daba más confianza a los visitantes para mantener su esquema y la férrea presión prácticamente a 3/4 de cancha. Los roqueteros reaccionaban y buscaban caminos para superar la presión, pero los que enviaban un nuevo aviso y creaban peligro eran los visitantes, a través de su media punta Katxorro, que recibía al borde del área, controlaba y lanzaba un duro disparo que pasaba rozando el palo izquierdo del marco que defendía Javi Ruiz, aunque sin resultado.
El primer tiempo pasaba y los roqueteros no conseguían romper la dinámica del choque. La presión de la Unión Deportiva Melilla seguía imponiéndose y los de casa, pese a que lo intentaban, no conseguía, tocar el balón con la claridad que piden sus técnicos, ni llegar con el esférico controlado y amplia presencia en sus incursiones hacia el área adversaria. El juego se disputaba, fundamentalmente, en el centro del campo, en el que Óscar Cano había situado su particular 'tela de araña' para cerrar los caminos que llevaban a su área y romper la estrategia roquetera de juego de pases. Los de Pepe Callejón y Esteban Navarro no conseguían su propósito y el primer periodo concluía, finalmente, con desventaja para los de casa, con el solitario tanto conseguido de penalti por Javi Moyano en el inicio del choque.
El segundo tiempo comenzó bajo un signo diferente. Pepe Callejón y Esteban Navarro 'quemaban sus naves' y dejaban en el vestuario en el descanso a Beltrán para introducir a un hombre más ofensivo, Mario. Poco después, era Grillé el que dejaba su lugar a Javicho, con lo que los de casa actuaban, en la banda izquierda, con dos carrileros, dos extremos, que podían relevarse en sus funciones ofensivas y defensivas en el recorrido del flanco.
Fruto de estos cambios ofensivos llegaba, finalmente, el buscado empate, aunque no lo hacía en una jugada elaborada, sino en una de estrategia, a balón parado. Los de casa habían saltado a la cancha con mayor empuje y habían ganado metros, obligando al Melilla a defender más cerca de su área, y, en una de sus jugadas de ataque, forzaban un córner.
Corría el minuto 26 de este segundo tiempo y, en el lanzamiento del saque de esquina, aparecía Martin Belforti para conseguir el empate, que hacía justicia ante el empeño con el que se estaban empleando los de casa.
El Roquetas continuó, tras el tanto que igualó el choque, buscando el marco de Dorronsoro, mientras los visitantes también trataban de aprovechar su presión para montar su contragolpe y hacer valer su experiencia y calidad en las posiciones de vanguardia. Ambos conjuntos tuvieron algunas ocasiones más, pero ya no pudieron fructificarlas. Al final, para el Roquetas llegó una nota discordante y negativa, con la expulsión de Mario por doble amonestación. El empate no termina de convencer a los roqueteros, pero les ha permitido alcanzar al Caravaca en la tabla, y, puesto que le superan en el average, eso significa que, finalmente, han abandonado la zona de descenso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario