La derrota en Vigo fue muy distinta a la cosechada en Coruña
Doble cara en Balaídos, primero de asustar y después de asustado
JORDI FOLQUÉ jordi@deportesalmeria.com | IDEAL ALMERÍA
Las dos visitas a tierras gallegas en esta temporada se han saldado con sendas derrotas para la UD Almería. Se vinieron de vacío en ambos casos. Pero con sensaciones muy distintas que han llevado a que, tras caer en Coruña, hubiera una profunda reflexión en todas las partes del club y se tomase como un punto de inflexión para cambiar una forma de jugar y de pensar. Ahora, tras perder en Vigo, se entienda que se debe 'ajustar' lo que se estaba haciendo hasta este momento y seguir con la misma mentalidad ofensiva. Entienden, además, que ningún equipo de los que se vayan a medir a partir de ahora será el Celta de Vigo. No quiere decir que se sientan superiores sin jugar (menos en la Liga Adelante), aunque sí que si siguen con la misma mentalidad atacante deben ganar la gran mayoría de los partidos. Evitar errores defensivos y saber que nadie tiene la pegada celtiña les hace reafirmarse en su pensamiento colectivo.
Perder en ante el Deportivo sirvió para hacerse una idea de que con una buena defensa e intentar aprovechar una de las que se tuviera no valía para lograr el ascenso. Había que mostrar mucho más. En otros partidos se había sumado con ese pensamiento. Se insistía, una y otra vez, en que se era el equipo con menos derrotas del campeonato. Cierto. Como también que, durante muchas jornadas, ha sido el que más empates ha cedido.
Reafirmados en Vigo
Caer en Vigo, quedándose el ascenso directo a cuatro puntos, ha permitido de nuevo reflexionar a los rojiblancos. Tampoco les ha hecho falta una larga conversación con ningún psicólogo (ni corta tampoco) para entender que están en el camino correcto. Se aferran a marcar tres goles en un escenario en el que el Celta, en 12 partidos, había encajado ocho tantos. Cierto es que no les sirvió a los almerienses para traerse ningún punto de Balaídos hasta tierras almerienses.
En los 'despistes' defensivos han querido enfatizar para modificar lo malo que se hizo en Vigo para no conseguir, como mínimo, el empate. Se entiende que fueron fallos individuales y no colectivos. Un rebote (primero), fallos en la marca (segundo y cuarto) y poca intensidad (tercero). Errores que costaron un partido y la sensación de estar en un escalón superior al resto de equipos, aunque la clasificación pusiese a Deportivo y al propio Celta por encima del resto.
Pese al varapalo de perder en Vigo y alejarse a cuatro puntos del Celta, todos toman como propias las palabras de Alcaraz en la previa del choque. «Con todo lo que queda por delante, ninguno saldrá tocado», decía el técnico granadino. Palabras que se reafirman con la última jornada. Cayeron, además de la UD, Deportivo, Valladolid y Elche. Todos estaban entre los seis primeros. Posición de privilegio perdida por los alicantinos en favor del Córdoba.
De nuevo, el domingo, la UD se medirá a un equipo, como en las dos últimas citas en el Mediterráneo, que quiere meterse entre los mejores. Un partido en el que debe servir para meter distancia con el séptimo y esperar a ver si se puede recortar con el ascenso directo. De nuevo para reafirmarse.
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