lunes, 30 de enero de 2012

El Almería B se gusta y gana

Los rojiblacos lograron una meritoria e importante victoria / udalmeriasad.com

Excelente partido del filial de Francisco ante un Lucena que se vio desbordado
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA

El filial cuajó uno de los mejores partidos de la actual temporada en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Los de Francisco se gustaron y agradaron, con el incentivo que suponía enfrentarse a uno de los equipos más sólidos de la categoría, un Lucena que apenas si sufría como visitante, y que ayer fue superado, con claridad, por los almerienses.
Éstos salieron en 'moto' ante un rival serio en defensa, que trataba de controlar la situación. Sin embargo, la solvencia mostrada por los rojiblancos en ataque puso el partido franco con una excelente acción de Abel Molinero, tras buen servicio de Cristóbal. Éste quiso su parte de protagonismo e hizo el segundo para dormir el partido. El filial manejó la segunda parte poniendo freno al ímpetu de un Lucena que sólo apareció en la recta final.

A por la victoria
El Almería B salió dispuesto a que no se escaparan los puntos. El Lucena, de todas formas, con un planteamiento serio, impedía las aproximaciones del conjunto rojiblanco, que era dueño del balón. Así, triangulando, trataban de encontrar huecos. Se gustaba el filial ante la sobriedad defensiva del conjunto lucentino. Sin embargo, ese planteamiento quedó roto con rapidez. Una acción de Cristóbal, desde el centro del campo, sirvió para que Abel Molinero hiciera el resto. El mejor jugador del filial se deshizo de sus dos defensores y cruzó el esférico al fondo de las mallas de la meta defendida por Vargas.
Los rojiblancos exhibían buenas maneras ante un Lucena que se vio sorprendido por el tanto y que no cambió su propuesta. Trataba de adelantarse a las acciones rojiblancas, pero lo hacía sin demasiada fortuna. Sus acercamientos al área rojiblanca morían, una y otra vez, en la zona de retaguardia de los de Francisco.
Incluso pudo aumentar las diferencias pronto. En el 8, otra acción interesante pudo dar pie al segundo tanto local. Otro balón en largo, esta vez de Salva Iriarte, que jugó en banda intercambiándose con Abel Molinero, mandó el balón precisamente al autor de primer gol que disparó cuando Trujillo se encontraba en mejor posición.
Se mostraba paciente el cuadro de Francisco, pese a los problemas que el técnico tenía -debió solventar la papeleta situando a Trujillo en el lateral izquierdo-, tocando sin agobios, dominando la situación y sin que el Lucena diera respuesta de vida. Sólo en los últimos minutos apareció el conjunto lucentino, pero cuando ya el Almería B había dejado patentes muy buenas sensaciones, mereciendo un segundo gol.
En el m. 18, José Ramón, tras pase de Cristóbal, estuvo cerca de conseguir el segundo, pero fue Cristóbal el que lo consiguió en el 24. Una buena acción de toque de los almerienses acabó con una combinación entre José Ramón y Cristóbal que el malagueño aprovechó para, de disparo ajustado al palo izquierdo de la meta de Vargas, conseguir el segundo gol de la UD Almería B.
Con el segundo gol rojiblanco, comenzó la reacción del conjunto cordobés, que veía escapar la posibilidad de sumar puntos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Estiró líneas y buscó la meta contraria. Así, en el 29, Fede mandó el balón al larguero, en el primer aviso. El segundo fue en el 44, pero Gianfranco, que cuajó un magnífico encuentro, se anticipó a Rubén Cuesta, tapando hueco y despejando y a la salida del córner Sarmiento remató y Javi Manzano, en la misma línea de gol salvó cuando ya expiraba la primera parte del encuentro.

Controlado
El partido, con el resultado, lo manejaba bien el cuadro almeriense, pese a que el Lucena intentaba acercarse, pero cuyas acciones de peligro las recurría bien el conjunto de Francisco. Así, en el m. 59, Matías Saad creó la primera ocasión, pero el disparo se marchó por encima y, en el 65, Curro Vacas pudo acortar diferencias, pero Gianfranco volvió a lucirse y detuvo casi a bocajarro el intento del exjugador del Poli Ejido.
A partir de ahí, el fútbol fue un quiero y no puedo del equipo lucentino, que dio un paso obligatorio hacia arriba para meterse en el partido. Hugo Díaz, su máximo goleador, marcó pero en fuera de juego y ahí se le acabaron las opciones.

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