Once inicial del Almería frente al Girona
11/02/2017 | Almería - Web Oficial
El Almería logró un punto meritorio frente al Girona, segundo clasificado de la Liga 1|2|3 que se presentaba en el Mediterráneo tras haber ganado nueve de sus últimos once partidos, pero resulta insuficiente para las necesidades de los rojiblancos que continúan en descenso y tendrán que esperar al final de la jornada para saber las diferencias con la zona de permanencia.
Los rojiblancos demostraron que puede competir con garantías ante cualquier rival, aunque el resultado final no deja de ser un paso atrás por las urgencias que tiene el equipo en la clasificación. El equipo almeriense hizo un brillante primer tiempo y tuvo opciones para ganar, si bien también el rival tuvo las suyas, y nuestros representantes pudieron perder. En cualquier caso, tuvieron actitud, dieron la cara y por momentos mostraron buen fútbol, algo que en su situación no es fácil.
Fernando Soriano hizo debutar al italiano Marco Motta en el lateral derecho y recuperó a Morcillo en detrimento de Trujillo para el centro de la zaga, mientras que arriba, en banda, Fidel volvía a la titularidad. Delante un adversario que era todo un bloque, y muy compacto además, que salía con tres centrales y dos carrileros con lo que se guardaba bien las espaldas, teniendo mucho peligro en sus transiciones.
El primer tiempo comenzó tremendamente disputado e intenso, pero poco a poco el Almería se fue imponiendo. Supo salir de la fuerte presión del Girona, le puso agresividad y brega, aunque también criterio. De hecho salió desde atrás con el balón jugado; Borja dominaba la situación en este sentido y por delante Pozo le daba ritmo y calidad al juego estando bien secundado en las bandas.
Los rojiblancos tenían llegada, pero con más sensación de peligro que con ocasiones realmente claras de gol. El rival imponía atrás con tres torres y además hizo cambios en su once para taparse más las espaldas, sobre todo en el lateral derecho e impedir las acometidas de los locales con Nano, y con Fidel o Puertas. Sin embargo, éstos se impusieron. Tanto, que los visitantes se empleaban sin contemplaciones para contrarrestar el fútbol del Almería que rondaba el gol. La sucesión de faltas, evitaban que el conjunto de Soriano pudiera tener mayor continuidad en su juego. En una de ellas, en la que Alcalá prácticamente arrolló a Quique, éste tuvo que ser sustituido al golpearse en la cabeza en la caída y quedar conmocionado. La marcha del máximo goleador se notó.
La más clara ocasión la tuvo Borja en un remate de tacón tras el saque largo de banda de Nano. El portero tuvo que emplearse a fondo para evitar el 1-0 y rechazar a córner. El Almería tenía controlada la situación y mandaba. Incluso cortaba perfectamente las transiciones del Girona tras pérdida de balón.
No ocurría lo mismo en el segundo tiempo, y esta circunstancia propició que los gerundenses tuvieran más llegada ante Casto, que sin embargo no tuvo que intervenir en muchas ocasiones. De todas formas existía la incertidumbre. El Almería daba la cara, aunque en ataque se mostraba impreciso a la hora de hilvanar sus jugadas, al contrario que en el primer tiempo.
Pasado el minuto 70, los rojiblancos se sobrepusieron y de nuevo tuvieron mayores alternativas sin el resultado apetecido. En cualquier caso los dos equipos disponían de opciones en un continuo intercambio de golpes final que terminó con el reparto de puntos, y la insatisfacción de unos y otros.
Un punto logrado con mérito, pero insuficiente para las necesidades del Almería
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