Alfonso acomete en enero la remodelación que no se atrevió a realizar en julio
Faltan al menos tres fichajes y varias salidas más
Borja Fernández realizó ayer su primer entrenamiento como rojiblanco y Javi Álamo se incorporará hoy. / JAVIER ALONSO
PACO GREGORIO
Almería, 19 Enero, 2017 - 02:36h
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Alfonso García se ha arremangado y parece dispuesto a darle la vuelta a su Almería como a un calcetín. Lo que el dueño de la propiedad no se atrevió a ejecutar en verano, mal aconsejado entonces por Fernando Soriano, que dio un inmerecido voto de confianza al plantel que rondó el descenso a Segunda B, sí parece dispuesto a hacerlo en este mercado invernal.
Tuvo que sufrir los gritos de ¡Alfonso, vete ya! ante el Getafe y presenciar por televisión el bochorno de Reus para decidirse a tomar el toro por los cuernos, pero al fin ha reaccionado. Y como quiera que el movimiento se demuestra andando, el presidente se sacaba dos conejos de la chistera el martes con el anuncio de Borja Fernández y Javi Álamo.
Golpe de efecto con dos fichajes de una tacada para regocijo de la afición unionista, que ve a su máximo mandatario despertar del letargo en el que parecía continuar sumido. Es solo el principio de la pequeña revolución que se cierne sobre el vestuario rojiblanco, donde se pretende extirpar el tejido adiposo y traer jugadores contrastados que aporten la necesaria experiencia para sacar al equipo del atolladero en el que se encuentra.
En el capítulo de salidas son ya tres las bajas que se han producido, uniéndose ayer Iván Sánchez a las ya conocidas de Dubarbier y Quintanilla. No serán las últimas, ya que nombres como Azeez, Chuli o Iago Díaz tienen muchas papeletas también para cambiar de aires.
Las entradas tampoco están cerradas, ni mucho menos. La Comisión Deportiva es consciente de que pese a las dos contrataciones el plantel aún presenta carencias reconocibles por todos los seguidores que apuntan a un central de garantías, un medio generador de juego y un 9 capaz de aportar más de lo que vienen haciéndolo Chuli y Juanjo.
Son varios los frentes abiertos y en las próximas horas podrían cristalizar las negociaciones que se encuentran en ciernes. Los agentes aprovechan que en su caso no existe la cuesta de enero para ofrecer el producto y los nombres saltan a la palestra, pero el presidente es quien al final tiene la última palabra y da el visto bueno o no a la operación.
Se trata de afinar bien porque del acierto en la elección dependerá el futuro del equipo, y por ende de la entidad, durante la segunda vuelta. Se hacen números para no saltarse el control salarial impuesto por la Liga, con lo que las futuras llegadas irán emparejadas con nuevas salidas. Dos posiciones tienen excedente de efectivos: el centro del campo y la banda derecha. En la zona de volante convivían ayer en el entrenamiento nada menos que siete efectivos (Joaquín, Vélez, José Ángel, Diamanka, Azeez, Corona y el recién llegado Borja), mientras que en la banda derecha son tres los nombres con vocación ofensiva (Puertas, el lesionado Zongo y ahora Álamo).
Eso da una idea de por dónde pueden ir los tiros. El hecho de que Azeez no entrase en las dos últimas convocatorias podría colocarlo como claro candidato a abandonar la nave, mientras que si llega alguna oferta por Zongo durante la disputa de la Copa de África el club no se lo pensaría. Que venga el delantero depende de que por fin cuaje la cesión de Chuli.
Está costando firmar por la situación clasificatoria, pero Borja (hoy será presentado junto a Álamo) confesaba a la radio del club que lo tuvo claro: "No me lo pensé. En dos días se arregló todo porque vengo a un sitio donde se pueden hacer bien las cosas y hay mucho margen para mejorar, pronto nos pondremos a ello".
Alfonso entiende que está haciendo su trabajo en los despachos y en la misma medida le exigirá al cuerpo técnico a partir del domingo. Si la mejoría no llega en forma de resultados Soriano ya no tendrá más bula papal.
He aquí la revolución
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