domingo, 18 de diciembre de 2016

No hay mal que cien años dure, ¿O sí?

No hay mal que cien años dure, ¿O sí?

No hay mal que cien años dure, ¿O sí?
No hay mal que cien años dure, ¿O sí?

La UD Almería quiere poner fin a 2016 y a la racha del 'maleficio' lejos de casa con una victoria en Miranda que permita vivir de otra manera
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 18 diciembre 2016

Había un torero que comparaba todo lo que le pasaba en la vida con el toro. El fútbol, donde los resultados suelen dar malas cornadas, es prácticamente como la vida. Al fin y al cabo lo juegan personas y nadie, cuando salta al campo, se abstrae de lo que sucede diariamente. El fútbol está basado en sensaciones y deriva en formas de vivir. El viernes dijo Fernando Soriano que ganar dos o tres partidos no te permite jugar de otra manera, pero sí vivir de una forma diferente. Es justo lo que busca la UD Almería en Anduva, donde hoy rinde visita a un Mirandés con buenos números como local, pero inmerso de una racha de tan malas sensaciones que los rojiblancos quieren poner fin a un mal que no dura cien años, pero sí ocho meses menos un día o mucho más si se une una racha que el 8 de febrero de 2017 hablaría, caso de no ganar en Miranda, de dos victorias fuera en dos años.

Anduva no va a ser un campo de malvas, sino más bien todo lo contrario. La UD Almería buscará allí un triunfo que no depende de brujería, ni de 'malos rollos' y sí de comportamientos. El propio Fernando Soriano habló el viernes de la dificultad que el equipo rojiblanco tiene para convertir ocasiones en gol. No hace falta nada más que observar la trayectoria de los unionistas lejos del Estadio de los Juegos Mediterráneos. La estadística puede decir que marca un gol cada poco más de dos partidos, pero la realidad es otra. Sólo ha visto puerta en dos partidos y los siete restantes nada. De ahí se rescata esa larga ausencia de conquistas donde se suele conseguir una tranquilidad que se 'apuntala' luego en casa.

Comprometedora
La cita de hoy es comprometedora, más allá que el rival de turno sea un equipo que ocupa actualmente plaza de descenso. La competición ha dejado patente la igualdad por la que se mueve el campeonato. El Almería, con 21 puntos, está a seis del play off y el Mirandés lo tiene sólo dos puntos más lejos. Dicta sentencia el hecho de que en los 198 partidos disputados, once por cada una de las 18 jornadas celebradas, sólo 36 equipos han conseguido ganar a domicilio.

Pero la forma de vivir de la que hablaba Fernando Soriano se logra maquillando los malos números a domicilio. Y el rival, aunque se apuesta a que será diferente al que jugó en Valladolid, donde perdió por 5-0, expone sobre el campo los malos modos de un equipo que no funciona con solvencia, que en casa marca, pero que también encaja. Sí es cierto que suele aprovechar, y muy bien, las acciones a balón parado, curiosamente un aspecto que debe controlar el conjunto rojiblanco, acostumbrado a dar vida a sus rivales a costa de ese tipo de desajustes -el Mallorca se metió en el partido en un saque de esquina y tuvo ocasiones para haber hecho alguno más-.

Controlando ese aspecto, en defensa, la otra parte no es otra que la de tratar de convertir lo que se genera, que por ejemplo no se presentó en Soria, ya que el equipo fue plano en ese aspecto, como así había sido en algunos de los otros partidos a domicilio. Podría haber novedades en el once. Seguramente la más llamativa es la vuelta de Joaquín al centro de la zaga para volver a ocupar la plaza que deja vacante Trujillo.

Hombres fijos
No hay dudas en los otros acompañantes de la zona de retaguardia. Casto Espinosa, que acude al rescate en las últimas jornadas, estará bajo palos, con dos laterales que fueron destacados en la última jornada en casa, un Ximo Navarro expeditivo y un Nano que fue clave, volviendo a hacer un grandísimo partido frente a los baleares. El acompañante de Joaquín será el que siempre ha estado cuando el huercalense jugó ocupó zona en la zaga y el valenciano no estuvo sancionado. Como es obvio, cubrirá el hueco que 'llenó' el pasado domingo Trujillo.

En el centro del campo, con José Ángel que parece haberse ganado el puesto, su acompañante podría volver a ser el senegalés Diamanka, aunque la experiencia de los dos últimos partidos, sobre todo el de Valladolid, propone un cambio de acompañante de salida frente al Mirandés, con Corona como uno de los llamados. Tampoco es descartable la opción de Ramón Azeez. El nigeriano vuelve a la convocatoria tras más de dos meses de baja, ya que se lesionó frente al Levante UD y no había vuelto a gozar de la posibilidad de jugar hasta que ayer fue anunciada su convocatoria.

El resto podría tener a los mismos que han jugado en los últimos partidos, si bien podría verse recompensado el trabajo que realiza en los pocos minutos de los que dispone y en los entrenamientos por parte de Juanjo Expósito, lo que podría suponer o bien retrasar a Quique González a la mediapunta, sacrificando por ejemplo a un Pozo impreciso ante el Mallorca, o directamente dejando al pucelano en el banquillo. Fidel y Antonio Puertas tienen sitio ganado en el once para un partido al que los rojiblancos acuden dispuestos a acabar 2016 poniendo fin a su maleficio lejos de casa.

Se cae, con respecto a la semana pasada, Chuli, por decisión técnica, y Ángel Trujillo, que la pasada semana frente al Mallorca vio la quinta cartulina amarilla, por lo que ha sido sancionado con una jornada. Tampoco entra el lesionado Fran Vélez, ni Iago Díaz ni Jonathan Zongo, que tampoco estuvieron contra los bermellones la pasada semana.

Con dudas
Como ha sucedido ya en tres ocasiones, al Almería le toca jugar ante un rival con nueva rutina. El Mirandés, pese a que tuvo debut de técnico la pasada semana en Valladolid, la derrota sufrida por los de Claudio Barragán obliga a este a modificar aspectos en la fórmula a utilizar para ganar un partido que el propio técnico ha calificado casi como vitales. Se espera un equipo más sólido, aunque el hecho de jugar en casa también más intenso y agresivo, dos aspectos que Soriano argumentó deben ser contrarrestados del mismo modo por los rojiblancos.

Claudio Barragán, que apenas lleva diez al frente del Mirandés, tiene la obligación de enderezar el rumbo de un conjunto que, tras un inicio espectacular de temporada, ha ido perdiendo fuelle y ahora se encuentra en puestos de descenso.

El resultado adverso en Valladolid (5-0) no ha modificado el plan con que el técnico se hizo cargo del equipo y a lo largo de los últimos días ha introducido nuevos conceptos con la intención de acoplar su idea de juego. Es posible que el conjunto rojillo presente algunas novedades en su once, aunque no se presupone ninguna revolución respecto a la apuesta del pasado fin de semana.

La única baja segura, al margen de la ya conocida de Alain Oyarzun, lesionado de gravedad en pretemporada, es la del delantero Fofo, que acumula varias jornadas apartado del equipo por unas molestias.
No hay mal que cien años dure, ¿O sí?

1 comentario:


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