
Fernando Soriano, entrenador de la UDA. / AGUILERA
Fernando Soriano, técnico de la UDA, hace un repaso al que ha sido su primer año como entrenador, en el que logró la permanencia en la Segunda División, y habla de Dubarbier y de la actual situación
JORDI FOLQUÉ | ALMERÍA 26 diciembre 2016
Fernando Soriano (Zaragoza, 1979) lleva tan solo 24 partidos oficiales al frente de la UDA. Cuatro en la pasada temporada, uno de Copa del Rey y los 19 que se llevan del presente campeonato en la Liga 1|2|3. Son los que ha ejercido como entrenador. Un cargo del que hace un año ni pensaba que podía asumirlo tan rápido. Porque nadie pudo pensar en todo lo que ocurrió la pasada campaña. Cinco técnicos pasaron por el banquillo rojiblanco. Hasta que el maño tuvo que dejar de ser jugador para cambiar de vestuario. Hoy, la intranquilidad del pasado más reciente se ha convertido en una «calma tensa». Propia de un equipo profesional de fútbol, pero dejando trabajar. Ese trabajo que le está haciendo ver, día a día, que el mundo es muy distinto de jugador al de preparador.
En esta entrevista concedida a IDEAL, el maño hace un balance de sus primeros meses. En los que ha habido de todo. Sobre todo aprendizaje. El que intenta poner encima de la mesa para acabar con la asignatura pendiente de ganar fuera de casa. El que le ha llevado a sumar cuatro triunfos seguidos en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Las dos caras de un equipo que ha acabado el año en puestos de descenso. En su hábitat natural de 2016, aunque en la cita clave estuviera fuera. Para lo que fue llamado Soriano. Ahora afronta la segunda parte de la temporada. Sin la presencia de Sebastián Dubarbier, con el que ha sido complicado convivir al querer irse desde el verano. En los próximos días habrá también alguna que otra salida. Lo que sí tiene claro es que, hasta que se produzca la marcha de cualquier jugador, contará con todos sea el que sea su vinculación con el club. «Nadie me dirá al que debo o no debo poner», apuntó desde su Zaragoza natal en sus vacaciones a este diario.
Desde mañana, cuando regresen a los entrenamientos, afrontará una nueva etapa. En la que el mercado de invierno se abre el 2 de enero. Días en los que el club quiere 'aligerar' la plantilla y hay algún jugador que desea marcharse. Que de todo hay.
LAS CLAVES
«Se logró la salvación, pero en esta temporada hay, por ahora, 18 equipos que han hecho las cosas mejor»
«Somos un equipo joven y sin experiencia, empezando porque yo llevo poco de entrenador»
«Ha sido complicado porque aquí todo el mundo es necesario y lo hemos llevado de la mejor manera»
«Deseo felicidad para nuestra gente, porque eso significará que el equipo ha ido para adelante»
- La primera pregunta es sencilla de hacer, pero no sé si fácil de contestar. ¿Balance de este año 2016?
- Ha sido un año difícil. Lograda la salvación in extremis. En el comienzo de esta nueva temporada, aunque las diferencias no son grandes, al estar en descenso quiere decir que hay 18 equipos que lo están haciendo mejor que tú. Hace falta todavía dar un paso más para progresar y para hacer las cosas bien con el fin de salir de la zona peligrosa.
- La memoria es muy frágil en el deporte y uno se queda siempre con lo último. ¿El partido ante el Mirandés ha marcado la percepción de lo que ha sido y de lo que puede ser?
- Si vamos al resultado, en el minuto 70 estábamos a tres puntos del play off y con cinco por encima del descenso. En el minuto 90 te metes en descenso y a seis del play off. Según cómo lo quieras ver, en 20 minutos el cambio hubiera sido sustancial. La realidad es la que es y no hay que desviarse. Nosotros debemos hacer las cosas mucho mejor de lo que lo estamos haciendo. Creo que el equipo ha ido progresando en todos los aspectos. Tuvimos un punto de inflexión en el día del Huesca. A partir de ahí, el equipo verdaderamente dio un paso adelante. Es cierto que los resultados no han sido fuera de casa, en muchos momentos, acordes al rendimiento que hemos puesto en el campo. El fútbol es así. Hay situaciones que debemos manejarlas mejor. Los partidos nos sirven para ir cogiendo experiencia. Somos un equipo joven, empezando por mi poca experiencia como entrenador. En los jugadores también se nota.
- Ese paso adelante, a nivel de resultados, sí se ha visto en casa pero no fuera. Una victoria en los últimos 36 desplazamientos.
- Es una asignatura pendiente a la que le damos muchas vueltas. Intentamos mejorar. Hacer ver que esforzándonos más, intentando ver los errores que cometes para no cometerlos, después se logrará la victoria. También digo que hemos hecho partidos fuera de casa para haberlos ganado. Como hemos hecho otros muy malos. Nuestro nivel y rendimiento es muy dispar fuera y en casa. Sin olvidar los partidos en nuestro campo, que es lo que nos está haciendo estar vivos en la competición, debemos aprobar ya esa asignatura de ganar a domicilio.
- A la hora de preparar un partido lejos de Almería, ¿la mayor dificultad es el no haber ganado desde hace mucho tiempo?
- En el fútbol, en muchos casos, no siempre gana el mejor. Nos pasó en Sevilla. También el último partido en Miranda. Hicimos 60 minutos muy buenos. Fue ponernos por delante y, quizás, el miedo a que podíamos perder lo que teníamos nos hizo meternos atrás y perder identidad. Al final te superan. Es una forma de motivarnos en esos momentos para intentar solucionar esa asignatura que tenemos. Hemos probado muchas cosas y ninguna nos ha servido para ganar. Es cuestión de seguir intentándolo y no caer. No va con nosotros el rendirnos.
- Después de lo vivido la temporada pasada, con hasta cinco entrenadores, que este año haya más tranquilidad, ¿permite trabajar mejor?
- La tranquilidad te da espacio. El poder hacer cosas. Ir trabajando en aspectos que, a lo mejor, con prisas no podrías hacerlo. Pero soy consciente de cómo es el mundo futbolístico. Sé cómo está montado esto. La tranquilidad existe, pero no es de decir que estamos aquí viendo pasar el tiempo. Es una calma activa en la que estás buscando situaciones. No solamente yo, es toda la gente que estamos. Si hay algo que yo veo es que hay implicación. La gente quiere y eso ayuda mucho.
- En estos meses como entrenador, ¿hay algún aspecto que como jugador se veía de una manera y ahora es totalmente distinto?
- Hay muchos. Mi cambio ha sido grande. Conforme te vas haciendo veterano, la percepción se acerca a la del entrenador. Hasta que no he estado aquí, nunca llegas a la percepción general. Hay muchas cosas que no he sido consciente hasta que no he llegado al momento. Son experiencias que voy viviendo en las que me voy equivocando y, en otras, voy acertando. Intentas equivocarte lo menos posible y, en lo que te has equivocado, no volver a que se repita.
- Dubarbier ya no está en el equipo. Ha sido el primero en irse antes, incluso, del mercado de invierno. En su presentación dijo que «en agosto ya quería venir a Argentina». ¿Ha sido difícil convivir con esta situación siendo, además, segundo capitán?
- Sí. Es complicado. Aquí todo el mundo es necesario. Cuando no se está al 100%, qué duda cabe, el grupo se debilita. Todos lo hemos llevado de la mejor manera posible. Siempre ha habido una cosa que ha primado por encima de todo que es el equipo y el club. En ese sentido, nosotros lo hemos tenido todo claro. Es difícil el tener rendimiento con esas condiciones. Se intentó de muchas maneras, pero la salida de Dubarbier, que creo es un grandísimo jugador, es lo mejor para todos.
- Como entrenador, ¿pide que el mercado se aclare lo antes posible y trabajar con lo que tendrá en la segunda vuelta?
- Estoy contento con los jugadores que tengo. Veo que es gente comprometida. Que quieren mejorar y crecer como equipo. Si hay alguna salida sí que habrá entradas. En principio, no se contempla ninguna entrada salvo que haya alguna marcha. La plantilla es la que es. Estamos 23 jugadores ahora mismo. Incluso, casi diría que demasiados. Siempre he dicho que quería una plantilla de 21. Máximo 22 contando a Joaquín. Así podría mirar más a la gente de abajo. Es cierto que ha dado un paso adelante y ya no se puede considerar del filial. Decía que quería 21 más Joaquín y, al final, fueron 23 más Joaquín. Es una plantilla numerosa y, cuando la gente trabaja bien, es difícil el tener que dejar a tanta gente fuera sin convocar. Es un problema. Si hay que solucionar algo, el primer movimiento debe ser en ese sentido. Ver si el mercado viene a por un jugador nuestro o que un jugador nuestro tiene la intención de salir. En ese momento veremos las carencias que podamos tener. Hay que ver un poco lo que va pasando.
- Los rumores de salida de, por ejemplo, Chuli o Ximo Navarro ¿pueden afectar al colectivo y a ellos durante el mes de enero?
- No. Estamos hartos de vivir este tipo de situaciones. Sabemos hasta el día que dura el momento de fichajes en verano y, también, en invierno. El fútbol es caprichoso y es como es. En un momento puede haber alguna situación que cambie el estado de un equipo. Todos somos conscientes de ello. Yo no voy a dudar de la profesionalidad de nadie. Todo lo contrario. Tengo máxima confianza. En ese sentido sé que lo llevaremos de la mejor manera. Todos los rumores se irán llevando de la manera más profesional que se pueda.
- Tres partidos de sanción. ¿Qué valoración hace?
- No me enorgullezco de ninguna protesta. A veces hay decisiones que te sacan de quicio y que es difícil controlarlas. Si, encima, te estás jugando tanto, pues todo cambia de ganar a perder el otro día en Miranda. Viendo la dinámica que llevaba el partido, con un penalti a Azeez que no pita. Luego, la falta que supone el 2-1 que no era. Pero no solamente la falta. Se te va un momento la protesta y, además, te supone que estés tres partidos de sanción. La verdad es que un poco exagerado, pero bueno. Está hecho así.
- ¿Qué le pide al 2017?
- Salud por encima de todo. Se puede ganar o perder, pero si uno no tiene salud no sirve de nada. Felicidad para toda nuestra gente. Eso significará que el equipo ha ido para adelante. Si la afición, y todo lo que nos rodea a este club, está feliz será porque el equipo ha dado la cara y ha salido hacia adelante.
«El grupo se debilita si alguien no está al máximo»
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