PACO GREGORIO · ALMERÍA 22 Noviembre, 2016

Fernando Soriano junto a Juanito, su segundo, y Roberto Cabellud, preparador físico de su confianza. / JAVIER ALONSO
En la gran transformación operada en el seno de la UD Almería y culminada en el partido de cine cuajado ante el Elche mucho tiene que ver el hecho de que Fernando Soriano se olvide del jugador que fue y empiece a decidir como entrenador. Ha tardado quince jornadas, pero nunca es tarde si la dicha es buena. ¿Cómo ha pasado el equipo de dar una imagen mediocre a practicar fútbol de salón? A continuación se aportan algunas claves que podrían explicarlo.
El técnico maño ha evolucionado abandonado sus postulados iniciáticos, más proclives a fortalecer el centro del campo con músculo en detrimento de la creatividad, pese a tener en el plantel mayores mimbres para apostar por el segundo camino. El trivote Vélez-Azeez-Diamanka de la segunda jornada en el Tartiere (no rindió mal pese a la derrota) fue una demostración de intenciones del empecinamiento por un dibujo que a la postre no funcionaría.
Soriano nunca ocultó su predilección por Zongo respecto a Puertas, hasta el punto de que al de Benahadux le dijo con franqueza en verano que iba a tener difícil disponer de minutos y lo mejor sería una salida. No llegaron ofertas y optó por seguir, pese a lo cual Zongo arrancó de titular ante el Cádiz. Luego, por alguna razón aún no esclarecida (tal vez por las continuas ausencias del burkinés debido a la disputa de la Copa de África), el de Alfamén decide alinear a Puertas contra el Rayo y éste responde con un gol y una gran actuación, preludio de sus posteriores exhibiciones.
El genio malagueño empezó jugando con Soriano hasta quedar señalado como uno de los culpables del 0-1 ante el Tenerife por su 'escasa solidaridad defensiva', atravesando luego su particular travesía por el desierto. Rescatado para la causa en gran parte por la presión mediática y popular (los pitos de la grada cuando fue sustituido ante el Nástic lo dejaron patente), Pozo ha respondido como mejor sabe, repartiendo asistencias, y también complaciendo a su técnico con mayor sacrificio defensivo a la hora de ejercer la presión tras pérdida.
Las lesiones, esas crueles compañeras de viaje, han permitido mejorar al Almería por paradójica y atrevida que resulte la afirmación. El fuerte de Dubarbier nunca fue defender como lateral, pero el argentino cayó lesionado en la primera fecha, lo que obligó a Soriano a tirar del recién llegado Nano. El malagueño al principio se limitó a hacer partidos aseados en el aspecto defensivo, pero ya se suelta en ataque, como bien demuestra la asistencia a Puertas del pasado viernes. Al arranque de ese choque también caía Fran Vélez, y con tres futbolistas más creativos en la zona ancha como son Diamanka, José Ángel y Pozo, el Almería hilvanó el mejor partido del curso.
A fuerza de repetir nombres en las alineaciones, a Soriano lo recubría ya una cierta pátina de amiguismo que empezaba a jugar en su contra al establecer agravios comparativos dentro del propio vestuario. Lo cierto es que el maño ha sabido reconducir la situación. Primero sentó a Chuli por bajo rendimiento en beneficio de Quique (similar al retoque de Puertas por Zongo), pero el golpe de efecto lo dio sentando a Trujillo después de concatenar varios partidos con errores de bulto en la retaguardia. El único intocable que queda es Ximo por falta de competencia en su puesto, pero si su rendimiento sigue subido en una montaña rusa, no tardará en sacar número para el banquillo.
El mayor tanto que puede apuntarse Soriano hasta la fecha es su decidida apuesta personal por Joaquín. Al canterano le da la alternativa ante el UCAM Murcia y le mantiene su confianza pese a la zozobra. Primero como mediocentro y luego como central, formando una pareja bien avenida con Morcillo, el de Huércal ha mejorado unas prestaciones defensivas en entredicho.
Una vez convertido el Mediterráneo en una suerte de fortín, la asignatura pendiente sigue estando a domicilio, donde solo se han sumado dos puntos. Las visitas seguidas a Valladolid y Soria serán la mejor piedra de toque.
Vélez no jugaría hasta 2017 a falta de los resultados
Tanto el cuerpo técnico como los jugadores coinciden a la hora de indicar que tocaron fondo tras el 2-0 en Huesca y la pobre imagen ofrecida. Pozo criticó abiertamente el juego del equipo y desde entonces (salvo momentos puntuales en Alcorcón y Zaragoza) han ido en claro ascenso mejorando las sensaciones, puliendo errores y ganando en autoestima.Fran Vélez se sometió ayer a pruebas radiológicas para conocer el alcance real de la lesión muscular que se produjo a los dos minutos del choque ante el Elche del pasado viernes. El mediocentro rojiblanco dejó su puesto en el campo al senegalés Diamanka aquejado de un pinchazo en la zona del adductor de su pierna derecha. A falta de los resultados de dicho test diagnóstico, se estima que en el mejor de los casos el tarraconense no esté disponible durante el próximo mes, por lo que teniendo en cuenta que el parón navideño llegará el 18 de diciembre, Vélez no se reintegraría a la disciplina del equipo hasta la jornada del 8 de enero. Corona, Dubarbier y Azeez también siguen en la enfermería, si bien el talaverano ya hace trabajo grupal.
Soriano ya es entrenador
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