
Mirar en el interior y comparar da para decir que los números de ahora mejoran los de la temporada pasada. / J. J. MULLOR
La UD Almería suma cuatro puntos más con respecto al de la pasada campaña en la que a estas alturas había ganado sólo dos partidos
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 21 noviembre 2016
En esto del deporte somos mucho de comparar. Los más negativos buscan cualquier aspecto que sirva para darle 'brillo' a su pensamiento; los optimistas se centran en encontrar qué cosas se han mejorado, por ejemplo, con respecto al año anterior o anteriores. En este sentido, el Almería de Fernando Soriano es mejor equipo, en lo que respecta a números y sensaciones, que el que tuvieron en sus manos Sergi Barjuan, Miguel Rivera o Joan Carrillo en el pasado ejercicio competitivo. Los dos, sin embargo, difieren mucho del aquel al que dirigió el navarro Javi Gracia que a estas alturas de temporada sumaba un punto más que lo que, en conjunto, conquistaron los rojiblancos a estas alturas en las quince primeras jornadas del pasado ciclo y lo sumado en la actual campaña.
Ahora mismo, el actual Almería ha conseguido 17 puntos, que son cuatro más que los que había conquistado el equipo rojiblanco al llegar a la decimoquinta jornada del campeonato liguero de 2015/16. Este comenzó bien, pero pagando caros sus errores. Ganó por la mínima sus dos primeras comparecencias en casa y nunca más se supo. Tuvo que pasar mucho tiempo para ver al equipo celebrar una victoria al final de un partido. Desde aquella tercera jornada en la que se ganó a Osasuna con una genialidad de Pozo, tuvo que pasar casi media Liga, hasta hacerlo en la décimo novena jornada frente a la UE Llagostera, el 3 de enero.
Números y sensaciones
Esta UD Almería de la actual temporada difiere en algunas cosas de la que el año pasado 'deambuló' sin cabeza durante muchas jornadas del campeonato, que acabó salvándose en la últimas jornada tras aquel empate en Córdoba. Muchos podrán decir que por fallos de los rivales, pero la competición no salva a los equipos porque pierdan otros y sí por el hecho de que tú hagas algo más que los rivales. Da igual que la Ponferradina perdiera frente al Girona en la última jornada del campeonato. Al concluir la competición, tuvo un punto menos que la UD Almería y 'no hay más preguntas'. Que los rojiblancos pudieron y debieron hacer más con una plantilla que estaba hecha para otras cosas, por caso buscar el cambiar de categoría, pero por arriba, seguro. Pero lo que está claro es que no lo hizo y al final se quedó mirando el abismo de cerca.
Arrastrado por los malos números en el comienzo del campeonato, el cuadro rojiblanco se vio abocado a portar una pesada losa que pudo costarle cara a la entidad por lo que hubiese supuesto un descenso a las 'catacumbas' del fútbol, a una Segunda División B en la que es fácil caer, pero extremadamente difícil salir de ella y hay muchos ejemplos a lo largo de la historia.
El Almería de ahora tiene cosas que la diferencian del de la pasada temporada. Ni con Sergi Barjuan, ni con Miguel Rivera -tramo circunstancial de dos partidos en los que el equipo estaba roto y el malagueño asumió esa 'patata caliente'-, ni con Joan Carrillo hubo partidos completos en lo positivo. Siempre generó dudas. Desde el primer encuentro de la temporada las hubo. Fulgurante inicio que en 36 minutos situó al equipo con un 3-0, en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, para casi pedir la hora ante el Leganés, sensación inversa a la vivida dos jornadas después, en casa, donde casi se pidió un poquito más de tiempo. Pozo volteó el resultado ante Osasuna en el descuento en una genialidad, con sólo tres minutos disfrutados sobre el campo por el malagueño.
Al llegar a la decimoquinta jornada, el equipo había sumado 13 puntos como consecuencia de las dos victorias en casa, ante Leganés y Osasuna; los siete empates, ante Tenerife -que le costó el puesto a Barjuan-, Girona, Valladolid, Alcorcón, Ponferradina, Bilbao Athletic y Numancia, y las derrotas ante Zaragoza, Lugo, Alavés, Albacete, Elche y Mallorca. En ese espacio de tiempo, había conseguido hacer quince goles -trece equipos mejoraban su estadística- y encajado 22 -solamente la UE Llagostera encajaba más que los rojiblancos-, que ocupaba el último puesto en la tabla de clasificación. La sexta plaza estaba a diez puntos.
Aspectos destacables
La UD Almería de Fernando Soriano pierde los mismos partidos, pero 'utiliza' los empates, que los cambia por victorias. Cuatro partidos ganados -ante Rayo Vallecano, Nàstic de Tarragona, Córdoba y Elche-, con cinco empates sumados ante Cádiz, Girona, Lugo, Alcorcón y Levante y las mismas derrotas -ante Real Oviedo, Tenerife, UCAM Murcia, Huesca, Real Zaragoza y Sevilla Atlético-. Sí ha dejado mejores sensaciones. Además, mejora en tres el número de goles anotados -18-, mientras que encaja dos goles menos -20 en la presente temporada-.
Hay líderes en el equipo y aspectos que delatan la mano del técnico en el trabajo global e individual de algunos jugadores. Joaquín es la máxima expresión. Puede tener calidad -siempre la ha mostrado-, pero la confianza se la ha dado Fernando Soriano. Quique lleva un gol más jugando donde el año pasado estaba incómodo. Y Pozo. El malagueño sólo había jugado un partido de titular, en Liga, y fue contra la Ponferradina. 256 minutos, con algunos partidos con 1 y 3 minutos. En esta temporada, ha sido titular en nueve partidos, de los que cuatro los jugó al completo. Pero en muchas fases la calidad que atesora sólo fue eso, sin el trabajo que requiere ser jugador de un equipo que lucha por la permanencia. Ante el Elche se le vio, por vez primera, defender como el que más, justo en la semana en la que reconoció que «cuando no tengo el contacto con el balón me salgo del partido», como un enfermo que reconoce su 'enfermedad' y pone todo lo que debe para curarse. Otro mérito de Soriano.
Esta UD Almería ha crecido por su versatilidad. Puede que el inicio de temporada estuviese marcado por el 'empecinamiento' que tuvieron anteriores técnicos por jugar de un modo premeditado de antemano sin tener en cuenta la plantilla que existía, sus virtudes y sus defectos. Soriano ha ido cambiando hasta situar un equipo que compite, al que no le afectan los goles en contra, capaz de reaccionar. Es probable que haya algún cambio más por hacer, pero este, si llega, no será por moda.
Para los curiosos
Por si a alguien se le pasa por la cabeza la posibilidad del ascenso, este está más cerca que en la pasada temporada, pero en ese sentido la última referencia que existe es la de la temporada 2012/13, en la que aquel equipo dirigido por Javi Gracia tenía más calidad que ahora. Al llegar a la decimoquinta jornada, era segundo clasificado y había sumado nueve victorias -Barcelona B, Xerez, Real Madrid Castilla, Guadalajara, Las Palmas, Córdoba, Huesca, Recre y Murcia- por sólo cuatro empates -Ponferradina, Hércules, Mirandés y Numancia- y dos derrotas -Sabadell y Sporting-, era el cuarto equipo con más gol de la categoría -había hecho hasta entonces 26 goles- y sólo tres equipos habían encajado menos goles que aquella plantilla -15-.
Charles había marcado seis goles, los mismos que el ahora técnico de la UD Almería, mientras Leo Ulloa, que dijo adiós en el mercado de invierno, hizo en ese tramo liguero los cuatro goles con los que se despidió en su camino hacia Inglaterra.
El presente mejora el pasado
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