
Los rojiblancos esperan hoy un triunfo que les sitúe más cerca de la 'orilla'.
La UD Almería persigue, frente al Nástic, una victoria para mirar a la permanencia
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 7 mayo 2016
Aunque la victoria no sea definitiva, porque aún quedan partidos, ganar hoy en el Estadio de los Juegos Mediterráneos al Nástic de Tarragona, afrenta harto difícil para los de Néstor Gorosito, permite estar más cerca de la orilla. Ahora mismo, con sólo el punto que concede el golaveraje frente a la Ponferradina, el conjunto rojiblanco está viviendo entre dos aguas. Es así como vive el equipo rojiblanco por sus propios errores, acumulados no sólo en quince partidos sin ganar, sino también en los vicios que suelen aparecer, ahora muy de vez en cuando, pero que cercenan la ilusión por ocupar una mejor posición. El partido de Los Pajaritos del pasado sábado despierta el recuerdo de, por ejemplo, en Butarque ante el líder de la competición, un Leganés que amasó la victoria en una primera parte en la que el Almería actuó 'dejándose llevar' para reaccionar cuando el equipo pepinero ya había cogido ventaja de dos goles.
Más allá de la suerte a la que siempre se acude para justificar los tropiezos cuando es el trabajo el que justifica los triunfos, la UD Almería llega a la cita de esta tarde, desde las 18.00 horas en el Estadio de los Juegos Mediterráneos dispuesta a 'soltar el flotador' o, cuando menos, a navegar por el turbulento río de la clasificación con 'manguitos', casi sabiendo nadar, pero ojo avizor a las aguas porque pueden ser turbias si las cosas no salen como se esperan y es factible el 'revolcón'.
La cita de hoy -la trigésimo séptima de la temporada, la decimoctava que se juega en casa- tiene todos los ingredientes para, si se sale airoso de la misma, creer y sobre todo crecer. Los impedimentos son varios para los de Néstor Gorosito, pero las excusas son para los mediocres. Sí es cierto que hay motivos para 'quejarse', pero sin que hacerlo suponga un beneficio para el 'quejoso'. El técnico rojiblanco, que ha tenido semanas en las que parecía que a los centrales los había 'mirado un tuerto', observa que ahora la 'mirada' está centrada en la banda izquierda, sin que tampoco lo de los centrales mejore porque la ausencia de Esteban Saveljich conlleva 'quebraderos de cabeza' cuando acuden otros inconvenientes.
La sanción de Sebastián Dubarbier, la lesión de Esteban Goñi y la de Iago Díaz, que de no haberse producido podría haber hecho que el gallego ocupara la banda derecha y Michel Macedo pasara a la banda izquierda, abre el 'abanico' de opciones que pueda presentar el conjunto rojiblanco para esta cita.
Puede pasar desde ver a Jorge Morcillo como lateral y a Carlos Cuéllar o Ramón Azeez -así lo dijo ayer Néstor Gorosito en rueda de prensa- hasta el hecho de que Adri Castellano ocupe la posición natural, la que ha venido ocupando en el filial y en las ocasiones en las que jugó con el primer equipo y todo quede como estaba. Lo de jugar con defensa de cuatro parece descartado porque descubre 'carencias' que, pese a la racha que ha firmado el equipo hasta antes del partido en Los Pajaritos, siguen ahí, puede que dormidas, pero ese partido ante el Numancia puede ser una demostración de que 'la cabra tira al monte' y lo mismo han surgido los malos vicios.
El equipo rojiblanco, en Soria, volvió a las andadas para volver a ser un equipo mediocre que tiró el primer periodo y parte del segundo para, como ayer advirtió el técnico bonaerense, reaccionar con el marcador en contra, a la antigua usanza. La última referencia fue ante el Leganés y después de aquella cita también se han dado ejemplos de tirar una parte -por ejemplo, el día del partido ante el Leganés- y reaccionar ante la adversidad
Actuar dando esas ventajas al rival no servirá hoy porque enfrente, los rojiblancos, tendrán un equipo que las sabe aprovechar y que las aprovecha porque está en una tesitura parecida a la de la UD Almería, en la que priman las conquistas, aunque la que tiene el equipo de Vicente Moreno es, sin duda, bastante más bonita que la de la UDA.
Mismo orden
Los dos equipos buscan los tres puntos en juego, pero los rojiblancos lo hacen obligados porque la derrota supondrá poner en entredicho las opciones de salvación para convertirse en un castigo, mientras para los tarraconenses lo de subir a Primera División es un premio con una oportunidad directa y con otra vía, la del play off, para arreglar lo que no pudiera conseguir ahora, estando a sólo dos puntos del ascenso directo y con uno de ventaja sobre los perseguidores, que ocupan plaza de play off de ascenso, todos empatados con 56 puntos.
Al equipo rojiblanco, de todas formas, le pueden más las prisas porque el triunfo es el primer paso hacia la orilla, que podría llegar si se gana la próxima semana en Huesca, el partido más importante del año para los de Gorosito, que hoy, se aventura, jugarán con idéntico dibujo al que vienen utilizando desde hace ya once jornadas.
De este modo, Casto Espinosa estará bajo palos, con Michel Macedo y Adri Castellano, por las bandas, con Fran Vélez, Ximo Navarro y Morcillo, como centrales. El centro del campo contará con Lolo Reyes y José Ángel, con Pozo en la posición de enganche y Juan Ramírez y Quique González merodeando el área del equipo de Vicente Moreno.
Con ese once ha trabajado el técnico de la UD Almería durante toda la semana, a la búsqueda de la fórmula que permita al equipo volver a la senda de los triunfos y seguir invicto en casa, donde ha conquistado la victoria en cuatro de los últimos siete partidos, con dos empates más y sólo una derrota, la encajada frente al Lugo y que fue el partido en el que empezaron a cambiar las cosas para los rojiblancos.
Sin descuidos
El Nástic de Tarragona no quiere un nuevo tropiezo fuera del Nou Estadi y espera sacar algo más que un empate de su visita al Estadio de los Juegos Mediterráneos para poder consolidarse en la parte alta de la clasificación y seguir luchando por el ascenso directo a Primera División, del que está cerca.
La victoria del pasado fin de semana, en el Nou Estadi de Tarragona ante el Mirandés (3-1), ha levantado el ánimo a una plantilla que no conseguía alzarse con los tres puntos en litigio desde hacia cuatro semanas -encadenó victorias en Bilbao (0-4) y ante el Numancia (1-0), así como una derrota en Huesca (2-0) y empates con Córdoba (4-4), Real Oviedo (0-0) y Llagostera (1-1)-.
La plantilla tarraconense se encuentra en uno de los mejores momentos de la temporada, pese a esa racha y el técnico, Vicente Moreno, puede viajar a Almería con la totalidad de su plantilla, una vez que los lesionados parecen haberse recuperado de sus molestias.
Quedan tres partidos fuera de su feudo para terminar la temporada y el Nástic espera sacar por lo menos cuatro puntos para intentar que el Nou Estadi dicte sentencia. Poco a reservar y mucho en juego para un equipo, el del Nástic, que arrastra hasta cinco jugadores a una sola amonestación de ser sancionados disciplinariamente y cumplir ciclo, en una fase tan trascendental, como es obvio de la competición.
Achille Emaná, Mossa, Palanca, Jean Luc y Muñiz deberán actuar con cierta cautela en sus acciones para no mermar al equipo tarraconense con sus ausencias para las próximas jornadas en caso de ver una nueva cartulina amarilla.
Naranjo, con 12 goles, es la pieza fundamental de este Nástic que saltará al Estadio de los Juegos Mediterráneos sin muchos cambios respecto al once que superó con claridad al Mirandés, la pasada semana.
De este modo, lo normal sería ver a un equipo formado por Reina, bajo palos; con defensa de cuatro formada por Gerard Valentín, Molina, Suzuki y Mossa; con Madinda y Lobato, en el doble pivote, y Tejera, Aburjania, en las bandas; con Naranjo y Emaná arriba.
Vivir entre dos aguas
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