El Almería hace el partido perfecto en El Toralín

El Almería hace el partido perfecto en El Toralín



El Almería hace el partido perfecto en El Toralín

Los rojiblancos consiguen la primera victoria a domicilio ante una Ponferradina sin recursos

JUANJO AGUILERA | ALMERÍA

17 abril 2016

20:07







22

El fútbol es así de caprichoso que te obliga a sufrir, pero hay un refrán que dice que 'Dios aprieta, pero no ahoga'. Cuando más con la soga al cuello estaba el Almería, llegó una reacción a la altura de lo que había en juego para salir del descenso. Puede que no sea de manera definitiva, porque pueden pasar muchas cosas hasta la conclusión del campeonato, pero sí como consecuencia de hacer un partido brillante ante una Ponferradina que había ganado sus últimos tres partidos en casa, pero que pecó de 'blandengue' en defensa y el Almería fue una daga que puso el partido, pronto, a sus pies.



1

SD Ponferradina

Santamaría; Adán, Raíllo, Pavón, Casado; Alan Baró (Djordjevic, m. 51); Acorán (Caiado, m. 73), Jonathan, Andy, Khomchenovsky (Pablo Infante, m. 56), y Jebor.

3

UD Almería

Casto; Michel Macedo, Saveljich, Ximo Navarro, Morcillo, Dubarbier; Lolo Reyes, Pozo (Iván Sánchez, m. 71), José Ángel (Fran Vélez, m. 85); Juan Ramírez (Fernando Soriano, m. 83) y Quique González.

GOLES

0-1, m. 2: Juan Ramírez. 0-2, m. 32: Quique González. 0-3, m. 58: Quique González. 1-3, m. 81: Caiado.

ÁRBITROS

Arias López, del colegio cántabro. Amonestó a Jebor (m. 40) y Pablo Infante (m. 89), de la SD Ponferradina, y a José Ángel (m. 38), de la UD Almería.

INCIDENCIAS

Partido correspondiente a la jornada trigésimo cuarta del Campeonato de Liga de Segunda División A, Liga Adelante, celebrado en El Toralín.

Con un gran Juan Ramírez, que fue quien abrió la cuenta de los rojiblancos, el Almería creció y creció sin temor, basado en un gran trabajo defensivo, con una presión que inquietó y mucho el las intenciones de construir de la Ponferradina y que acercó al Almería al área de Santamaría. El gol del argentino puso sobre la alfombra hacia el triunfo a los rojiblancos porque no dio pie a las dudas. Quique hizo el segundo en el 33 y el propio delantero pucelano cerró las dudas, pese a que Caiado acortó diferencias al final, para conceder una victoria que no da alas a la ilusión, porque hay que ser cautos, pero que acaba con 435 días de predicar por el 'desierto'.



¿Dónde estabas, Ramírez?

La propuesta berciana, exhibida en el comienzo del partido, de presionar muy arriba la salida de balón y propiciar el juego al contragolpe, quedó zanjada pronto. El Almería salió rápido a contrarrestar con una acción con balón para Dubarbier que entró en el área y mandó el balón, flojo para un disparo, que no logró despejar la defensa berciana y Juan Ramírez, con la caña puesta, adelantó a la UD Almería.



El conjunto rojiblanco arrancó bien el partido. Aprovechando los espacios y la velocidad, Pozo se convirtió en el creador que, en el minuto 7, pudo provocar el segundo con un pase del malagueño para Quique González, que se encontró con Santamaría cuando ya estaba solo para disparar y hacer el segundo.



La Ponferradina, atorada, no tenía capacidad para crearle peligro a los de Gorosito, que llegaban con facilidad y controlaban el balón y el juego. Sin embargo, el ritmo fue decreciendo, había más reparto de balón y el cuadro de Fabri llegó un poquito más y, en el minuto 15, el descuido defensivo con Jebor provocó que éste rematara un centro de Adán al que respondió bien Casto.



El cuadro albiazul insistía en la pelea, tenía más balón, llegaba con más asiduidad a la zona rojiblanca, donde la defensa evitaba el peligro, y a la contra intentaba sentenciar, aprobar la asignatura pendiente de tener el partido dominado con un par de goles de diferencia. Pudo llegar en el minuto 23, con una apertura a banda izquierda, por donde entró Juan Ramírez y este, con Pozo solo al borde del área pequeña, trató de ponérsela al pie, pero rozó en un defensor berciano que evitó que el malagueño dispusiera de la ocasión para cerrar el partido.



Juan Ramírez le tenía tomada la medida a Adán y, en el 28, pudo hacer el segundo del Almería y el segundo de su cuenta, en un balón por el que peleó con Adán para disparar, casi sin ángulo, y despejar a córner Santamaría.



Locura

El partido era de esos que se anticipaba crucial y el Almería pareció entenderlo por vez primera en mucho tiempo. La presión y la velocidad fueron sus armas, la recuperación también. En el 32, llegó el segundo, gracias a una gran jugada de Juan Ramírez, que le enseñó el balón a Adán, se lo quitó, se fue y se la puso a Dubarbier, que centró y Quique, en el lugar de los matadores, la metió en la meta de Santamaría.



La anticipación rojiblanca impedía las ocasiones locales. Sus jugadores no encontraban los espacios porque se manejaba bien en defensa y hasta lograba desquiciar a los blanquiazules, sin recursos de tres cuartos para arriba, donde el Almería ejercía una superioridad que le mantenía cómodo, por sensaciones, para no sufrir hasta la victoria.



La entrada al campo en el segundo tiempo fue idéntica. No perdió la cara, buscó la meta contraria para seguir ampliando las diferencia para más comodidad. En el 49, un balón al área de la Ponferradina le cayó a Saveljich, pero eligió mal a la hora de decidir y en lugar de disparar se la dio a Pozo que, sin ángulo, no pudo hacer el tercero.



Este llegó por superioridad pocos minutos después. Quique González no acertó en el primer servicio, puesto en sus botas por José Ángel, en el mismo 58, pero insistió en una acción en la que intervino Juan Ramírez y que acabó con centro de Michel Macedo para ver a Quique González entrar al primer palo, anticiparse a su defensor y poner a la UD Almería con tres de ventaja.



La Ponferradina se rompió con el gol. El balón se movía al ritmo que marcaba la UD Almería y las llegadas bercianas acababan, como en la primera parte, a un cuarto de la meta defendida por Casto Espinosa, que apenas si tuvo trabajo. De todas formas, en el 81, despejó al centro un remate de Jebor, tras servicio de Djordjevic, que le cayó a David Caiado que acortó distancias.



La Ponferradina empujó por corazón y el Almería vio amenazada su tranquilidad, aunque con poco margen para la inquietud de los de Gorosito, que supieron manejarse en esa fase para ganar por fin y dejar atrás 28 jornadas en puestos de descenso.

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