Plana primera parte de la UDA, que merece el triunfo en la segunda y que lo encuentra en el minuto 92 matando al Albacete
Rabia desatada en Pozo celebrando el gol de la victoria con la piña de jugadores a su alrededor (Foto: JL Matarín)
Apoteósico Pozo por segunda vez medio año más tarde. Había saltado al campo sustituyendo a Iván Sánchez en el minuto 80, cambio en parte protestado al entender que no era el extremo el hombre a sustituir. El colegiado decretó seis minutos de alargue bien concedidos por las dos veces en las que hubo que asistir a sendos jugadores del Albacete más los cambios, y en el 92 dibujó su diagonal mágica rememorando la noche del Osasuna. Tuvo las mismas sensaciones, pero cambió de palo y soltó un latigazo al corto batiendo a un enorme Juan Carlos.
Dos goles nada más del joven malagueño, del niño del Cola Cao, pero cuatro puntos en la suma de la UDA que pueden tener su peso en oro para salvar la categoría. Imparable en el interior del área, empujado por el aliento del público, convencido de que ese cuero iba para adentro, demostró que hay vida tras haber tirado otro partido completo entre guerras propias y ajenas. Se pelea consigo mismo el Almería, y lo hace contra su destino, sea cual sea el rival. El Albacete demostró en el Mediterráneo el porqué de su situación, e incluso perdonó la vida rojiblanca en dos contraataques.
Iván Sánchez, autor del único tiro serio del Almería en la primera parte, rodeado de contrarios (Foto: JL Matarín)
Pancartas de apoyo antes del inicio del partido repartidas por toda la grada, y buena salida al campo con un dominio claro que hizo que se jugara casi todo el rato en la parcela del Albacete. Pero antes del descanso llevó el cuadro manchego más peligro en dos llegadas que el Almería en todo lo demás. De hecho, el único tiro serio fue de Iván Sánchez, y es es una de las claves, planicie atacante, extensa, pero llana. Otro aspecto destacado debe situarse en la segunda mitad, en la que se mereció la victoria, pero en la que hubo desconexiones absurdas.
El enemigo del Almería no es el árbitro, ni Pizarro Gómez ni ningún otro. De hecho, hubo falta de Uche que permitió el gol de la victoria marcado por Pozo, y sí, hacía justicia a los méritos rojiblancos contraídos en el segundo periodo. Hay que centrarse más en jugar y no en perder el tiempo cuando precisamente lo que falta es eso, tiempo para buscar puntos y conseguir la permanencia. La muestra es tener al equipo enchufado y parar el partido por protestar una tarjeta amarilla a Saveljich. Absurdo por donde se mire, con roja incluida a Soriano.
Lo más destacado de la primer parte fue un centro sin rematador pero malintencionado de Antonio Puertas que Juan Carlos tocó in extremis para mandar a córner, una falta centrada de Dubarbier y una buena acción de Iván Sánchez, que se perfiló bien para buscar la rosca desde dentro del área con parada del meta visitante. Esa última jugada tuvo por delante y por detrás dos llegadas claras de los albaceteños, la primera de Fede Vico en el 38, primera aproximación que realizaban, y después con Curto. En ambas actuó bien Casto y se vino a decir que con muy poco otra vez se podía recibir mucho daño.
La defensa de cinco ya no servía en la segunda mitad, porque el empate era a todas luces insuficiente, y Gorosito metió a Kalu Uche de inicio retirando a Cuéllar. Entonces llegaron las protestas a la actuación arbitral y las rachas de rabia y juego. En una de ellas Juan Carlos sacó una mano prodigiosa en el uno contra uno de Chuli a pase de Puertas. La jugada siguió y José Ángel colgó un gran balón que el mismo Chuli estrelló con virulencia en el travesaño. Era el 57 y quedaba mucho para buscar la victoria tirando de buenos argumentos que no se podían diluir en protestas.
Iván Sánchez tuvo un tiro al muñeco en el minuto 70 estando solo ante Juan Carlos, y Kalu Uche cabeceó fuera con todo a favor un gran servicio desde la izquierda. Pero se calcó el guión de la primera parte y el Albacete se estiró en dos contras que podrían haber sido mortales. En la primera, minuto 82, Saveljich estuvo enorme cuando lo normal habría sido que fuera expulsado o que hubiera gol, y en la segunda el que reaccionó como un titán fue Ximo Navarro estorbando lo justo a Jona un remate a puerta vacía tras jugada por la derecha del ex del filial César Díaz.
Quedaban seis minutos y los arreones rojiblancos parecían haberse agotado, pero quedaba la del niño del Cola Cao, la de Pozo, con la ayuda inestimable para cobrar ventaja en su carrera de Kalu Uche. Se hacía justicia y explotaba de alegría el Mediterráneo, huérfano de estas sensaciones desde hace demasiado tiempo. La salvación está a un solo punto, ficticio por no haberse jugado el partido entre Huesca y Mallorca, pero se caza al Alba, al que eso sí, no se le devuelve el golaverage particular.
UD Almería: Casto; Michel Macedo, Saveljich, Ximo Navarro, Cuéllar (Kalu Uche, m. 46), Dubarbier; Iván Sánchez (Pozo, m. 80), Lolo Reyes, José Ángel, Antonio Puertas (Juan Ramírez, m. 65); Chuli
Albacete Balompié: Juan Carlos; Córcoles, Pulido, Gonzalo (Núñez, m. 55), Paredes; Edu Ramos, Diego Benito; Vico (César Díaz, m. 60), Samu (Jona, m. 76), Portu; Curto.
Árbitro: Pizarro Gómez (Comité Madrileño). Mostró cartulina amarilla a los locales Cuéllar (min. 16) y Salveljich (min. 73), y a los visitantes Paredes (min. 28), Gonzalo (min. 30), Córcoles (min. 46), Pulido (min. 68), Diego Benito (min. 83) y Núñez (min. 85). Expulsó con roja directa a Soriano (min. 73) desde el banquillo.
Gol: 1-0, m. 92: Pozo
Incidencias: Partido correspondiente a la vigésimo séptima jornada de la Liga Adelante disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante 6.581 espectadores y con viento de Levante. Antes del inicio del partido todas las zonas de la grada sacaron pancartas con distintos mensajes de apoyo. Al descanso Unicaja Almería de voleibol salió al centro del campo con la Copa del Rey ganada este sábado y el público lo recibió puesto en pie.
Victoria agónica del Almería con gol apoteósico de Pozo otra vez en el descuento
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