UD ALMERÍA | CD LUGO · Sólo Ramírez acertaba a pasarle
Perdido en la primera parte en un centro del campo despoblado, el malagueño entró más en juego con el argentino tras el descanso.
Le sobran toques al balón, duerme las contras.
PABLO LAYNEZ | ACTUALIZADO 14.02.2016
El mediapunta, perdido en una maraña de rivales, de la que no pudo sacar nunca nada positivo.
Decía Gorosito que iba a asumir la responsabilidad si su estrategia salía mal y así fue. El Almería fue un equipo plano, sin ideas, sin saber en ningún momento qué hacer para meterle mano a otro rival que no necesitó nada para llevarse los puntos del Mediterráneo. Si bien la defensa de cinco da una seguridad que se hizo añicos en cuanto el míster la desmontó en el descanso, el doble pivote Fatau-Lolo es un lastre más que una ayuda. Entre ambos perdieron más balones de los que tocaron y el técnico sólo se atrevió a tocarlo cuando el partido ya estaba decidido a favor del conjunto visitante, rácano pero efectivo, como la categoría.
Quienes más sufrieron con este desconcierto, además de los aficionados, fueron los hombres de ataque, empezando por un Pozo que tenía una nueva oportunidada y no tuvo manera de aprovecharla. Lo intentó, se ofreció, sacó el balón parado, pero si no hay nadie que sepa dar un pase, es imposible hacer algo a derechas. Por supuesto que tampoco favorecieron las decisiones de Gorosito ni de inicio ni del descanso, cuando desniveló al equipo al poner a Fran Vélez como lateral izquierdo. ¿Por qué? Es imposible de explicar, no hay nada de lo hecho ayer que tenga sentido. Quizás su único acierto fuera sacar a Juan Ramírez, pero el sustituto nunca debió ser Goñi.
El argentino tiene sangre y desborde, como Iván Sánchez y Puertas, los descartes de Gorosito en las últimas jornadas. Por el camino que lleva, lo normal es que el equipo se vaya a Segunda B. Por lo menos que lo haga con jugadores que le aporten algo al equipo que no tenga. Si no, no tiene sentido poner a Pozo de enganche. El malagueño corrió mucho pese a la inactividad, de forma estéril, puesto que ni veía el balón en los desmarques ni recibía entre líneas. Puesto a seguir perdiendo partidos y encajando goles por errores claros, por lo menos que la juventud y la garra no estén en las gradas.
No tiene sentido que Pozo, o cualquier otro jugador de la plantilla, esté un fin de semana fuera de la convocatoria y al siguiente sea titular. Máxime cuando los que se van a quedar fuera, ha hecho méritos para seguir en el once. Decisiones que el futbolista no entiende, que no le viene nada bien para reforzar su confianza y que por supuesto el equipo lo nota. ¿Por qué si no se pasa de dos encuentros serios y efectivos a un desastre colectivo? Los ataques de entrenador se pagan muy caro, sobre todo cuando estás en descenso y eres incapaz de hacer tres cosas seguidas bien.
Tras el partido de ayer, difícilmente repetirá Pozo en Vitoria, aunque no todo fue su culpa. Habrá que ver cuál es la próxima invención de Gorosito, lo mismo sí juega, pero lo hace de portero.
Sólo Ramírez acertaba a pasarle
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