'Efecto mariposa' en la UDA para volver al punto de partida
La UD Almería se quedó sin argumentos tras otro mal partido esta temporada / Felipe Ortiz
Todos los técnicos lo han probado todo y, tras buenos inicios, la plantilla no ha respondido pese a sus declaraciones de clara mejoría en juego y ambiente en el grupo
JORDI FOLQUÉ 15 febrero 2016
Como si de la película 'Efecto mariposa' se tratase, Alfonso García parece empeñado en ser una especie de Evan Treborn (el protagonista interpretado por Ashton Kutcher) e intentar, aunque sin poder volver al pasado, modificar el presente para que el futuro sea mejor. Lo malo, hasta la fecha en este ejercicio, es que todo lo intentado le devuelve al punto de partida. Incluso, a un momento en el que lo malo prevalece sobre lo bueno. Que lo positivo es solamente un espejismo para que, en pocos días, la cruda realidad le diga que no ha elegido el camino correcto e intente, una y otra vez, cambiarlo para que, tanto a él como a su entorno, las cosas le vayan mejor y pueda salvar lo logrado y que, lo que parece ser un catástrofe de grandes dimensiones, se quede en una mera pesadilla.
El presidente dijo, tras acabar el choque frente al Lugo, que no hay segundas oportunidades en la vida... ni en el fútbol. Que si pudiera cambiar esta campaña, desde su inicio, lo haría en la contratación de jugadores sabiendo lo que está pasando. Eso sí, también señaló que, de no saber todo lo ocurrido, intentaría conformar la misma plantilla, tan elogiada durante el verano por el propio entorno de la UDA y, sobre todo, por los profesionales del resto de equipos de la Liga Adelante que veían a los almerienses como el más firme candidato para el ascenso de categoría al final de la campaña regular.
Intentar todo
La plantilla más amplia en la historia del equipo rojiblanco es la que se conformó en verano. Pero duró poco esta confianza en lo que había firmado el propio presidente. La destitución de Sergi Barjuan llegó en la jornada 7. Fue un mero formulismo. Su cambio estaba decidido dos semanas antes. En ese periodo, los jugadores manifestaban que estaban con el entrenador. Que el problema estaba siendo de ellos y no del preparador catalán en los malos resultados. Se echaban la culpa a lo que pasaba en el rectángulo de juego en los partidos y no en nada de vestuario ni relaciones.
Alfonso García buscó su primer 'efecto mariposa'. Sueños, pensamientos y reuniones para encontrar al que debía ser el que tomase las riendas y sacase al equipo de la mala dinámica en la que se había metido el plantel. No fue, como en la cinta rodada en 2004, coger una libreta en blanco y concentrarse. Fue mucho más. Hasta que llegó el momento del cambio, las riendas las tomó Miguel Rivera. Primer punto a domicilio y victoria en la Copa del Rey. Una derrota contra el Elche y una muy mala imagen en la segunda parte condenaron al malagueño.
Alfonso García confió en Joan Carrillo. El presidente, pese a la derrota inicial, veía un cambio. Los jugadores decían que estaban mejor con el exVideoton. Todos decían que se respiraba un ambiente mejor. Agua. Seis empates seguidos y el dueño que intentaba otro 'efecto mariposa'. Pese a que Carrillo le ofreció una lista de jugadores que se tenían que ir de la UDA (Casto y Fatau como primeras opciones) y el presidente la había aceptado, pensando que todo iría a mejor, al empresario murciano no le bastaba con lo que creía que sería el futuro si mantenía al mismo entrenador. De nuevo, libreta en blanco y concentrarse.
Tercer efecto mariposa
Todo lo hablado durante dos meses se dejaba en un cajón. Ya nada valía. El tercer 'efecto mariposa' trajo a Néstor Gorosito. Lo primero que dijo el argentino, tras ver a la plantilla, es que Fatau era «imprescindible». El ghanés marcó ante el Llagostera. Parecía que, esta vez sí, el cambio había surtido efecto y todo era positivo. Los futbolistas, por tercera vez esta temporada, decían que el ambiente y la alegría en el vestuario había vuelto. Que se entrenaba mejor. Que estaban más seguros en defensa (también se decía con Carrillo) y que en ataque tenían más fluidez. Agua. Ante Osasuna y Lugo la nulidad en tareas ofensivas ha sido la nota más destacada.
Porque, como dijo Cuéllar, «por muy buen ambiente que haya, si el equipo no gana, no valdrá de nada». Como ningún 'efecto mariposa'.
Efecto mariposa en la UDA para volver al punto de partida
No hay comentarios:
Publicar un comentario