A Iván Sánchez se le ha encomendado finalizar jugadas y hoy tiene la ocasión, con su vuelta al once, de demostrar su valía. / J.J.A.
El Almería recibe en el Juegos Mediterráneos al primer equipo que le sacó los colores
Los rojiblancos necesitan la victoria para que la preocupación sea menos y para ver más cerca el objetivo de lograr la permanencia, ante un rival con seis semanas sin conocer la victoria
JUANJO AGUILERA | ALMERÍA 28 febrero 2016
Cuando la UD Almería visitó el Carlos Belmonte en la jornada sexta de primera vuelta, los problemas para el equipo dirigido entonces por Sergi Barjuan, y especialmente para él, no se habían desatado. Los rojiblancos encaraban la sexta jornada del campeonato liguero después de dos avisos en encuentros disputados a domicilio y uno en casa, además de que en el Estadio de los Juegos Mediterráneos tampoco los dos triunfos cosechados, ante Leganés y Osasuna, habían llegado por un juego que estuviese marcado por una línea regular de juego. Y llegó aquel domingo en Albacete para que comenzara la 'guerra fría'. Una derrota contundente, por 3-0, que desató las iras de propios y no de extraños, aunque a decir verdad muchos que daban a los rojiblancos el papel de favorito al triunfo todavía hoy no dan crédito a lo sucedido entonces y a la posición que en la actualidad ocupa en la tabla clasificatoria, con un pie en Segunda División A y otro en Segunda División B, por más que queden aún 16 jornadas por disputarse.
Pero, como suele decirse, a lo hecho pecho. Y, después de un largo y tortuoso camino del que está costando salir mucho, sin haberse conseguido, no queda más remedio que dar un paso al frente más contundente que los mostrados hasta ahora, buenos algunos, pero exentos de continuidad y es con eso, como con el manido equilibrio del que se habla para ganar partidos, con lo que se sale de la zona de descenso.
Ganar la cita de esta tarde, a las cinco en el Estadio de los Juegos Mediterráneos, podría ponerlo casi tan cerca como aquellas primeras jornadas en las que se flirteaba pero, por fortuna, no se pisaba la zona prohibida. La derrota en Albacete y el posterior empate en casa ante el Tenerife, situaron a los rojiblancos en zona de 'arenas movedizas' de la que espera salir en dos semanas. Para ello, hoy corresponde hacer bien la tarea y ganar, sólo eso. Porque segundos objetivos, por la obligación de tener que conseguirlos cuando se firme la primera, no se han dado tal y como se esperaban y esa carencia es, precisamente, la que más daño ha hecho a la plantilla, incapaz de alcanzar la regularidad necesaria para ver un futuro más esperanzador.
Un mensaje
Dicen que Dios aprieta, pero no ahoga. Lo mismo es un mensaje. El Almería, aunque lo parezca por la posición en la que se encuentra actualmente y por los continuos escarceos con la zona problemática que es ya un noviazgo para firmar el acta de matrimonio, no está muerto. Y puede que el hecho de estar herido permita una reacción tan obligada como necesaria.
El partido de esta tarde frente al Albacete sólo ofrece ganar como recompensa, sin pensar en nada más. Ser el primero de los cuatro equipos que descienden, con más jornadas por delante para poder dar un salto al escalón que habla del último equipo que se queda, dependerá de la diferencia de goles a la hora de lograr los tres puntos que se ponen en litigio.
El contundente 3-0 encajado en el partido de ida obliga a igualar ese resultado y esperar al golaveraje general para ver si se tiene ventaja o ganar por cuatro de diferencia y tener el problema arreglado, siempre que se hagan los mismos puntos que el cuadro castellano-manchego. Pero ocurre que a este Almería no hay que exigirle mucho a tenor de lo observado, aunque si se atiende a la confección del equipo y al objetivo vendido en su tiempo se entiende el 'cabreo' de una afición rojiblanca que quiere exigirle victorias y contundencia para lograrlas.
Esencial, el equilibrio
Si hay que ganar, lo del equilibrio es esencial, pero también la regularidad que el equipo ha mostrado en algunos de los partidos hasta ahora celebrados con Néstor Gorosito, pese a que la obtenida frente al Real Zaragoza es la última 'conquista' válida y lo demás son 'milongas' porque con empates no se va a ningún sitio. El equipo, con el argentino, fue de menos a más en las primeras jornadas y también en las últimas, salvo en el envite frente al Lugo, el último disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. Pero sí es cierto que el hecho de jugar más 'arropadito' atrás ha dado resultados positivos, aunque puede haber pecado de 'miedo' en todas sus actuaciones, en los que los rivales se han valido de la ansiedad para hacer los encuentros largos y esperara su momento. Ante el Real Zaragoza se ganó sufriendo y no se diga frente a Osasuna, pese a que los de Enrique Martín tampoco es que crearan demasiado peligro, o Alavés, si bien en el partido disputado el pasado domingo en Mendizorrotza muestra a las claras una actuación arbitral con tantos defectos como 'daños colaterales' creó al equipo de Gorosito por su decisión de dar un paso atrás, puede que obligado por el comportamiento del rival.
Pero la plantilla de la UD Almería hizo 'borrón y cuenta nueva' en torno al arbitraje del albaceteño Ruipérez Marín para centrarse en la primordial cita de esta tarde, en la que ganar tiene premio añadido, pues, como queda dicho, permite ver el horizonte más claro.
Para esa importante meta hay que ganar a un equipo que viene con una propuesta de fútbol algo atípica para el puesto que ocupa. Por eso, lo de 'arroparse' no está mal, atendiendo del mismo modo a la posibilidad de sorprender y aprovechar los huecos que suele dejar el cuadro de Luis César Sampedro para estar más cerca de conseguir la victoria.
La presencia de jugadores con vocación ofensiva como Michel Macedo o Sebastián Dubarbier con otros por delante como pueden ser Iván Sánchez o Antonio Puertas, con los que ha trabajado durante la semana para preparar el partido, son motivos para pensar que por los costados es por donde intentará hacer daño un Almería, cuya propuesta nace de la fortaleza en defensa. En ella a los dos carrileros se unirán, como 'fuerza de choque', los centrales Esteban Saveljich, que vio puerta en Mendizorrotza; Ximo Navarro, en un estado de forma espectacular, y Cuéllar, que ha vuelto después de un largo proceso de recuperación.
Dijo ayer Gorosito, para justificar la presencia en el once de Antonio Puertas e Iván Sánchez, que quienes se ganen en los partidos su continuidad seguirán en el once. Puede que Fatau no hiciera todo lo posible para quedarse, durante, el partido en Vitoria y será Lolo Reyes el acompañante de un José Ángel que refuerza su presencia cada vez que interviene.
Con prisas
Y enfrente un equipo que tiene problemas parecidos a la UD Almería que, pese a haber ganado lejos del Carlos Belmonte, suma un punto menos que los rojiblancos a domicilio, que ha estado cinco partidos sin marcar a domicilio y sólo en uno mantuvo su puerta a cero.
En ese aspecto, se asoman al Estadio de los Juegos Mediterráneos dos equipos que se asemejan mucho, porque en casa el Almería nunca ha cerrado su portería, mientras que en tres se quedó sin ver la meta defendida por los contrarios.
Está claro que es un partido en el que a los dos les va mucho. Si el Almería tiene problemas, el Albacete lleva seis semanas sin ganar, que no son las quince que estuvo el equipo rojiblanco, pero el hecho de encadenarlas ahora, cuando más cerca está el final, provoca inquietudes y una ansiedad por la que ha pasado el cuadro almeriense y que suele atenazar al que la firma.
En cuanto a cómo se presenta el envite. Luis César Sampedro tiene la baja de Mario Ortiz y durante la semana ha variado el once con el que piensa jugar. En la sesión de entrenamiento desarrollada el pasado jueves volvió a probar con Córcoles, que se queda pese a la vuelta a la disponibilidad del almeriense Antoñito; Pulido, Gonzalo y Paredes, que vuelve al once tras un partido de sanción, en defensa y un doble pivote formado por Edu Ramos y Diego Benito. También repitió con Curto en punta y Portu en la media punta, pero cambió en las bandas. El pasado miércoles fue César Díaz el que actuó por el flanco derecho, nuestras que el reciente fichaje en el mercado de invierno Fede Vico lo hizo la izquierda. El pasado jueves, sin embargo, fue Samu el que entró en lugar de César Díaz, para actuar como extremo zurdo, mientras Fede Vico lo hizo en esta ocasión por la derecha, todo con vistas a un partido que en la ida deparó un mal recuerdo para los rojiblancos.
Albacete, contigo empezó todo
No hay comentarios:
Publicar un comentario