Duelo de los dos últimos equipos de Miguel Ángel Corona
PABLO LAYNEZ | ACTUALIZADO 27.09.2015

Bernardo, utillero del equipo, en la llegada del Michel, último en subirse al autocar.
La presente ha sido una semana rara en la Unión Deportiva Almería y hoy debe acabar con buen sabor de gusto. Las dos derrotas consecutivas, en Lugo y en casa ante el Alavés, mantienen al equipo en una incertidumbre que se vio acrecentada con la noticia de que Miguel Ángel Corona, el capitán de la última etapa en Primera, se marchaba en el momento más delicado de este comienzo de temporada. La imagen de todos los jugadores y el cuerpo técnico junto al talaverano el pasado jueves es la mejor que se pudo mostrar en estos días en los que se necesita más unión que nunca para sacar adelante a un equipo demasiado dubitativo, fallón, inseguro.
El partido del Alavés ya es agua pasada y lo mejor es que el Almería tocase fondo el pasado domingo. Dos derrotas consecutivas, dos partidos seguidos sin buen fútbol, 180 minutos encajando y sin marcar no son ni los números ni las sensaciones que se esperan de un aspirante al ascenso. Sergi tiene razón que el fútbol les está castigando duramente, cada fallo es un gol en contra y a favor está costando más de lo pensado que lleguen. Es lo que tiene esta Segunda División y más con una propuesta atrevida, pero arriesgada. La ausencia de Fatau y el poco acierto de Eldin en la mediapunta, una posición que conoce pero que no es su fuerte, han dejado al equipo sin brújula en el centro del campo. El Almería quiere tener el balón y trata de moverlo, pero no está teniendo velocidad, fluidez entre líneas ni claridad para romper la presión rival. Así, a base de pérdidas y fallos, los rivales se están encontrando cómodos para frenar las acometidas almerienses y meterle mano a una defensa a veces desguarnecida, muchas otras fallona y temblorosa.
En el Carlos Belmonte no queda otra que darle la vuelta a la tortilla porque si no se va a quemar aunque el fuego aún esté lento. Seis puntos de quince, menos de la mitad, son malas estadísticas en este comienzo liguero. Aunque nadie se está despegando, todos los puntos que se pierdan ahora son obligaciones para el futuro. De momento es cierto que los teóricos favoritos no se están saliendo y si por algo está destacando la Segunda es por su mediocridad. Por eso, el Almería tiene mejorar sus sensaciones y poner velocidad de crucero cuanto antes para que no cunda el nerviosismo. El partido tonto de cada año, de cada temporada ya ocurrió frente al cuadro vitoriano, en el que todo salió al revés, y ahora no queda otra que hacer borrón y cuenta nueva. Albacete parece un buen sitio para ello.
Hace años que rojiblancos y manchegos no se ven las caras, concretamente desde el año de Paco Flores con Corona precisamente en el cuadro manchego. Fue en 2006 y el talaverano cumplía su segunda cesión por parte del Zaragoza después de haber estado en el Poli Ejido. Al año siguiente llegaría al Mediterráneo para quedarse casi de por vida. El Albacete, un histórico en horas bajas como tantos otros por cuestiones económicas, descendió y en la última década se ha enfrentado con el filial almeriense y sólo en amistosos con el primer equipo. Mal asunto, de nuevo los rojiblancos favoritos. Otro partido con rival encerrado y contras que medirán la concentración de una defensa que hoy tendrá variantes en uno de los flancos.

Sin Adri Castellano ni Dubarbier, Morcillo estará esta tarde en el lateral izquierdo. La posición más problemática de los últimos dos años, puesto que el argentino no termina de hacerse con ella por su origen atacante, sigue siendo un caso también este año. Duba había perdido la titularidad en beneficio del canterano, pero el primero está sancionado y el segundo lesionado. Pese a los muchos fichajes y a convocatorias de las que se caen varios jugadores, esta tarde en el lateral tendrá que actuar un central reconvertido que, eso sí, no lo hizo nada mal el rato que jugó en la segunda parte frente al Alavés.
En el centro del campo no estarán ni Eldin, con molestias, ni Corona que ya ha cedido su brazalete de capitán a Soriano. Sergi siempre había apostado por balcánico o por el talaverano, por lo que hoy estrenará hombre en esa mediapunta. Pero si los rojiblancos tienen dos bajas delicadas, peor lo tiene el Alba que tirará de cuarto portero...
Ya va siendo hora
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