Segundo test de máxima importancia para un Almería que necesita mejorar en defensa para batir a un rocoso Osasuna
Lolo y Pozo, ya en la lista; los rojillos llegan con varias bajas
PABLO LAYNEZ | 06.09.2015
Los jugadores rojiblancos cargan una de las porterías en un entrenamiento.
Si el partido de La Romareda tenía tintes de Primera, el de esta tarde en el Estadio de los Juegos Mediterráneos no se queda atrás. De hecho, la última vez que se vieron las caras ambos equipos fue hace dos años en la máxima categoría con un 1-2 que se llevó el equipo de Javi Gracia, aunque el tanto de Fernando Soriano significó igualar el golaverage y, a la postre, la salvación por la diferencia de goles.
El calendario le deparó al Almería dos partidos muy complicados para empezar, con dos rivales potentes aunque Osasuna está inmerso en mil problemas económicos. En Zaragoza las cosas no se dieron finalmente como Sergi hubiera querido por ciertos desajustes en la defensa que son el principal lunar negro del equipo rojiblanco un año más. En ello ha insistido el míster en este arranque liguero para evitar que se sigan repitiendo y que sigan costando puntos.
Tiempo hay. Ni se va a conseguir el ascenso en Navidad, ni se van a perder las opciones por una mala racha de partidos. Lo que sí que es cierto es que si bien el Almería en ataque está mostrando la fiabilidad de un reloj suizo, atrás parece una escopeta de feria. Está faltando regularidad, mayor sobriedad en el juego, algo que Sergi insiste se conseguirá con el paso del tiempo y la entrada en el once también de jugadores que han llegado a última hora y que físicamente han estado un poco mermados. Cuéllar, por ejemplo, tiene muchas papeletas para entrar esta tarde en el once titular. Pozo y Lolo han entrado en la convocatoria, aunque de inicio estarán sentados en el banquillo.
Enfrente estará un Osasuna que llega al Estadio de los Juegos Mediterráneos como una de las grandes sorpresas de estas dos jornadas. Un perro viejo como es Quique Martín, un técnico que suele sacar buenos resultados cada vez que visita tierras almerienses, ha dotado a los rojillos de una fortaleza defensiva tal, que todavía no ha encajado ni un gol y ha rentabilizado con seis puntos los marcados. Sin tener un gran conjunto ni entrar en la lista de los superfavoritos, los pamplonicas tienen un equipo guerrero y que hoy dará muestras del sello que ha pregonado Martín: un muro delante de Nauzet para que reboten los balones. A partir de ahí, que el almeriense Nino se busque las habichuelas que sabe hacerlo como pocos.
Sin duda va a ser un partido para ir madurándolo poco a poco, no impacientarse, pero sobre todo no conceder como frente a Leganés y Zaragoza. La gran virtud rojiblanca, verticalidad y pegada, costará que aparezca esta tarde entre la maraña de futbolistas osasunistas que habrá en campo propio. Tendrá un papel muy importante el juego entre líneas y la calidad en el desborde de los hombres de arriba. Si bien en Zaragoza faltó algún mediapunta que hiciera daño entre el centro del campo y la defensa maña, hoy el Almería no puede perder nuevamente esa posición para meterle mano a su rival. Es la posición ideal para Pozo, donde se mueve como pez en el agua, pero el joven atacante debe de ir ganando galones y ritmo de competición. Iván Sánchez, todavía sin minutos, también puede hacer mucho daño ahí por su facilidad para recibir, desbodar y buscar el pase entre líneas.
Pero lo normal es que Sergi no varíe su once nada más que en defensa con la entrada de Cuéllar. El resto, salvo sorpresa, será el mismo. Les toca a esos once futbolistas hacer un partido completo de pe a pa, desde el pitido inicial del árbitro hasta el minuto 94 en el que Leganés y Zaragoza marcaron. Día para cambiar.
Listón para medir la madurez
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