El Almería sigue en buena línea (2-0)

Un Eibar presa fácil para la UD Almería
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Thievy se prepara a disparar a puerta tras su jugada individual y hacer subir el 1-0 al marcador del estadio (Foto: JL Matarín)

Todos los de rojo y blanco, tanto en el césped, como en el banquillo, como en el palco, como en la grada, habrían firmado un inicio de partido como el que se produjo, sin dudarlo, en la la semana previa. La creencia general, o el argumento oficial, era el de que el Eibar iba a venir a empatar y que había que tener paciencia, pero en el minuto 7 apareció una galopada de Thievy, al que la defensa armera dejó aproximarse primero y chutar después, viéndose sorprendido un Irureta que se tragó el balón.

Con todo el partido por delante, y sin tiempo de haber hecho méritos ni los unos ni los otros, la balanza se declinaba del lado local con el segundo tanto en liga del franco-congoleño. Justo antes la historia se podía haber escrito de un modo distinto con un despeje de cabeza hacia su propia portería de Thomas que por muy poco no acabó en las mallas de Rubén, pero no se pasó del susto. Además, después Arruabarrena disparó ajustado y rozó el empate, pero tampoco vio puerta un cuero que si era de alguien, era vasco.

El nivel del choque, en todo caso, era el esperado entre dos equipos en urgencias, pero el Eibar acumuló más méritos que el Almería. Un centro a la cabeza de Abraham en boca de gol vio como se adelantaba la testa de Dos Santos a la media hora, eso mientras que los armeros ya habían cogido el dominio en el terreno de juego y empezaron a saber manejar un poco mejor el fuerte viento reinante durante toda la primera parte. Cabe decir, directamente, que cuando tuvo el balón mientras los visitantes respiraban, no se supo qué hacer con él.

Los cambios de Sergi en el once fueron significativos, dando banquillazo a Corona y a Wellington, que lo habían jugado todo con él, y dando entrada a Verza, lesionado desde la llegada del catalán, a Jonathan y a Hemed, titular por primera vez desde que se hiciera cargo del equipo. Insistió en Thievy, y le salió bien de inicio sobre todo por el tanto. Lo demás fue lentitud, que no tranquilidad, falta de ideas, que no inteligencia para frenar por ir ganando, y una grada que pedía algo más nerviosa por el corto 1-0 del marcador.

Lo que no sabe hacer no sale, y sí lo que se lleva en el gen, sale solo. Eso es la velocidad, y no hay que complicarse con más cosas, y así, un robo de Espinosa y apertura a la internada de Thomas acabó con un balón profundo a Jonathan, un centro de burkinés al corazón del área y un remate en semifallo de Thievy que sacó de cabeza por encima del larguero el ex rojiblanco Lillo. También estaba Irureta, pero el central no se complicó y malogró la ocasión a falta de pocos minutos para el descanso.

Antes de lo acontecido en la segunda mitad, el ejemplo es un córner sacado a la línea de fondo por parte del Eibar con un centro que nadie tocó, ni para adentro ni para afuera, que dejó la sensación en la grada del escaso nivel sobre el campo. Tras el paso por vestuarios el cuadro vasco quiso hilvanar jugada y pisó área, pero lo dicho antes, que el Almería sabe correr, y que su fuerza está en la velocidad. Una jugada ganando la raya de fondo de Jonathan acabó con pase atrás para el remate a la cruceta de Thievy.

Era el minuto 2, o el 47, como se prefiera, y el marco de Irureta quedó temblando varios minutos dada la virulencia del disparo del atacante rojiblanco. Desde ese momento hasta los cambios casi no hubo nada, pero Garitano ya no dejó correr mucho más el tiempo para meter a Piovaccari, uno de los culpables del cese de Francisco, y a Lekic. No fue ninguno de los dos el protagonista de la primera jugada seria de peligro por parte armera, sino Borja Fernández, que enganchó una volea que se fue fuera por poco.

Al poco Sergi sentó a Hemed y dio minutos a Wellington, que a la primera se la lió a la defensa visitante, pero muy escorado y sacando un penalti casi regalado para que el Almería buscara la tranquilidad. Lo lanzó el oficial, Verza, e Irureta volvió a ayudar porque cuando lo tenía parado el cuero entró. Cierto es que el oriolano chutó muy duro, pero el meta vasco no tenía su día. Sus compañeros no se arrugaron, y rozaron el gol en tres ocasiones casi seguidas, con una falta de Manu del Moral y dos disparos de Piovaccari.

Rubén apareció para tranquilizar y Garitano quemó sus naves metiendo a Javi Lara, pero quitando a su  casi inédito delantero Saúl. Thievy buscó el palo desde la frontal y se le marchó por poco, eso antes de protestar una falta no concedida, insistiendo en el empeño para forzar la quinta amarilla y así perderse el choque del Santiago Bernabeu. También la buscó y la vio Wellington, aplicándose la disciplina de club pese a no pisar el césped del coliseo merengue el próximo miércoles.

Con el partido ya decantado del todo, vistas las carencias del conjunto de Garitano, que cuando quiso no pudo y que después siguió sin poder, el Almería corrió más pero lo hizo mal, desechando la oportunidad de igualar el golaverage particular que parecía tan adverso tras el 5-2 de la primera vuelta. Se cumplió lo obligado, ganar en casa, tener otros tres puntos más en la cuenta y afrontar con buen tono mental la cuesta arriba que se avecina en lo que queda de calendario.
UD Almería: Rubén; Ximo Navarro, Dos Santos, Trujillo, Casado; Verza (Corona, minuto 84), Thomas, Jonathan, Espinosa; Thievy (Mané, minuto 88) y Hemed (Wellington, minuto 65).

SD Eibar: Irureta; Bóveda, Ekiza, Lillo, Didac; Borja Fernández, Boateng; Manu del Moral, Arruabarrena (Piovaccari, minuto 59), Abraham (Lekic, minuto 59); y Saúl (Javi Lara, minuto 79).

Arbitro: Carlos del Cerro  Grande, del comité madrileño. Amonestó a Thievy, Casado, Espinosa y Wellington, del Almería, así como a Boateng, Abraham y Lekic, del Éibar.

Goles: 1-0 (Mn. 7). Thievy culmina una contra de tiro raso. 2-0 (Mn. 67). Verza, de penalti

Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo tercera jornada de Liga de Primera División, disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos en una tarde con fuerte viento de poniente. 10.715 espectadores en las gradas. En el descanso el Almería rindió homenaje a tres de sus equipos de cantera, caso del alevín A y cadete B, que se han proclamado campeones de Liga, y del alevín B, que ha ascendido de categoría.
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