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Dos primeros minutos del Almería tocando el balón y haciendo correr al Real Madrid, ahí queda eso. Paciencia de los de magenta, sacrificando el rojiblanco no se sabe muy bien el porqué. Pero a la primera de James llegó un balón al área que se marchó un poco largo con Cristiano ya con la pólvora preparada. Fue la declaración del juego de cada cual, seguida de un testarazo de James fuera por poco a centro de Arbeloa.
Se llegó a los cinco minutos con el Almería de nuevo manejando el cuero, sabiendo tocarlo, y con el juego directo de los merengues, que con pocos toques pisaba área, como con una perdida de Verza rematada a puerta por Cristiano y sacada por Rubén en su primera parada. El córner igualmente fue rematado por Ronaldo, saltando solo pero mandándola muy alta. Fue después cuando la UDA rifó el primer balón.
Pasó entonces a tener posesión el cuadro de Ancelotti, masticando un poco más las llegadas, que se hicieron esperar hasta un pase interior de Pepe, ahí es nada, a Coentrao, con salida rápida de Rubén. Pero la UDA no se conformó, buscó también tocar y se plantó en dos ocasiones en el área de Keylor Navas, la segunda con tiro a puerta de Corona que rozó en Pepe y que se fue a saque de esquina que quiso ser contraataque local.
No les salió a a los blancos, y Mané, jugando de interior zurdo, hizo gala de su gran disparo para poner el alma en un puño a la parroquia madridista con un chut que se fue abriendo demasiado pero que rozó el palo. Primer cuarto de hora ganado sin goles, todo un triunfo para el Almería y nervios del Real Madrid al comprobar que el pequeño estaba mirándole a la cara, ordenado, con la ambición justa y con criterio.
Llegados al primer cuarto de partido el equipo magenta se había crecido tanto que se había hecho dueño de la situación de modo absoluto, pero sin perder la cabeza en ningún momento. Sin error, con orden, y ganando metros elaborando e incluso buscando ya opciones de disparo, como uno que no enganchó demasiado bien Mané. Cristiano probó de falta directa y casi sorprende, pero el que estaba sorprendido era su equipo.
Y es que el susto seguía en el cuerpo de los madridistas cuando el modesto daba el paso al frente, consagrándose a correr el cuadro local, como un centro peligrosísimo de Ximo Navarro sin rematador y una consiguiente salida meteórica de Chicharito a la media hora. Era lo que había, eso y las faltas de Cristiano, pero con muy poco tino del portugués. El empaque rojiblanco permitía permutas de posiciones. Perfecto.
Antes del descanso llegó un baile del Almería al Real Madrid, así como suena, tocando y tocando los de Sergi y corriendo y corriendo los de Ancelotti, como en aquellos primeros dos minutos. El desconcierto madridista se quedó retratado con un saque de banda doble de dos de sus hombres con apenas dos metros de distancia el uno del otro. Una jugada esperpéntica acababa por despertar el murmullo del estadio ante lo visto.
Pero quedaban segundos para el final cuando James enganchó un obús desde 25 metros que entró por la escuadra en una jugada rápida. Era increíble que el Almería se fuera por detrás en el marcador después de su exhibición, pero era cierto. Cara de tontos, gol psicológico, injusticia futbolística… como se quiera, pero lo cierto es que Trujillo puso el único borrón de la UDA despejando de cabeza un balón que casi era raso.
Las máximas del fútbol no se quedaron en las antes referidas, sino que también llegó la de abrir la lata y se plasmó en la primera jugada de la segunda parte. La mejor triangulación del Real Madrid, con pase al interior de Jesé a Kross, cambiados los papeles, y uno de la muerte del alemán a Cristiano, acabó con Dos Santos adelantándose, pero tan forzado que la metió en las mallas. Caía el segundo nada más comenzar.
Pero el Almería no se arrugó, y en una falta lateral un centro de Mané, que tiraba todas, se provocó la zozobra en la zaga madridista, como otra siguiente en la que se taponó el disparo a bocajarro de Trujillo. El conjunto de Sergi había ganado metros y necesitaba criterio para manejarse cerca de la portería de Navas. En esas Jonathan entró en la cancha de juego por Édgar y después Espinosa sustituyó a Thomas.
Los rojiblancos no se arrugaron lo más mínimo, y con dos jugadas casi seguidas de Jonathan pusieron incertidumbre pese a que Verza acompañó a Thomas para reservar el centro de creación para el Celta de Vigo del próximo lunes. El partido decayó, como sin interesarle a nadie, con un único cabezazo a balón parado de Varane por parte local y con esporádicas subidas por la derecha del lado visitante.
Fueron demasiados minutos de la basura, sin ni siquiera la ambición habitual que le da su instinto asesino a Cristiano Ronaldo. Cabe destacar un pase suyo a boca de gol al que no llegó Chicharito y un resbalón muy inoportuno de Hemed en la otra orilla. Pero llegó el tercero, con gesto de enfado de Cristiano, puesto que por delante de él entró al balón puesto por Chicharito un Arbeloa subido al ataque que firmó el gol y se lo quitó.
Casi sobre el pitido final llegó una ocasión para el que había cambiado a mejor al Real Madrid, el malagueño Isco, que la mandó fuera. Su participación en el partido desatoró y dio frescura e imaginación a las filas merengues, pero cuando el Almería había entregado la cuchara después de la mala suerte antes y después del descanso, ello tras una magnífica primera parte que mereció el respeto del fútbol español.
Real Madrid: Keylor Navas, Arbeloa, Varane (Nacho, minuto 85), Pepe, Coentrao; Illaramendi (Lucas Silva, minuto 63), Kroos, Jame (Isco, minuto 63); Jesé, Chicharito y Cristiano Ronaldo.
UD Almería: Rubén; Ximo Navarro, Dos Santos, Dubarbier; Verza (Azeez, minuto 65), Corona; Edgar (Jonathan, minuto 57), Thomas (Espinosa, minuto 61), Mané; y Hemed.
Arbitro: Ignacio Iglesias Villanueva, del comité gallego. Amonestó a Coentrao, del Real Madrid.
Goles: 1-0 (Mn. 44). James se aprovecha de un balón suelto al borde del área para marcar de potente disparo. 2-0 (Mn. 48). Mauro Dos Santos, en propia meta. 3-0 (Mn. 84). Arbeloa, en el segundo palo, tras un centro de Chicharito.
Incidencias: Partido correspondiente a la trigésimo cuarta jornada de Liga de Primera División, disputado en el Estadio Santiago Bernabéu. Javier Fernández, campeón del mundo de patinaje hizo el saque de honor. Se guardó un minuto de silencio por las víctimas del terremoto de Nepal. Hubo presencia de seguidores almerienses, alrededor de 300. El Almería vistió su tercera equipación.
El Almería gana respeto pero no puntos salvadores GO Deporte
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