viernes, 5 de diciembre de 2014

Éibar marcará el futuro de la UD Almería hasta el final de la primera vuelta

La UDA ha dejado escapar una ventaja importante con el descenso. / IDEAL

Éibar marcará el futuro de la UDA hasta el final de la primera vuelta
La UDA ha dejado escapar una ventaja importante con los puestos de descenso.
Desde el club rojiblanco entienden que una derrota en Ipurua dejaría muy tocado al equipo entrenado por Francisco
JORDI FOLQUÉ | IDEAL ALMERÍA

Nadie quiere hablar de final. Ni tan siquiera de una situación muy complicada. Pero tampoco quieren esconder la realidad que deja a las claras que el primer equipo de la UDA ha sumado dos puntos de los últimos 21 disputados. Cinco derrotas y dos empates han llevado a que los almerienses perdieran el colchón de puntos (4) que tenían con el descenso y que en las dos últimas jornadas no hayan caído a los puestos de quema por el golaverage general. Una circunstancia que puede cambiar en cualquier momento. Tanto para bueno como para malo. De ahí que desde el entorno rojiblanco (también desde el vestuario) consideren que el partido del próximo lunes (17.00 horas) contra el Eibar es algo más que importante.

La no presencia del presidente de la entidad (Alfonso García) en el Estadio de los Juegos Mediterráneos ante el Rayo Vallecano por un principio de neumonía, ha llevado a que no se le pudiera ver su reacción ni tampoco conocer sus impresiones en lo que está siendo una mala racha de los almerienses. La tercera peor racha con Francisco en el banquillo del primer equipo. Aunque no estuvo, sí que el máximo dirigente ha expresado, en días pasados, que la dinámica que estaba llevando su plantel no era la que esperaba. Ha manifestado que entendía, como también otras personas de su círculo más directo, que hay mejor plantilla que la pasada campaña. Un aspecto que parecía quedar claro en las primeras seis jornadas ligueras. Pese a que no se había ganado todavía en casa, las dos victorias a domicilio (Anoeta y Riazor) dejaban a los rojiblancos con seis jornadas de ventaja en relación al curso pasado en cuanto a puntos.

Ventaja dilapidada
Esta ventaja se ha ido dilapidando desde el penúltimo parón por los partidos de selecciones nacionales. Contando los encuentros disputados desde esa fecha (empate ante el Elche), los de Francisco tan solo han sumado el punto en Granada. En un choque en el que dispararon entre los tres palos tan solo en una ocasión (Thievy) en el minuto 91. Antes, un remate de cabeza de Soriano desde la frontal del área que se marchó fuera en la primera parte. Villarreal, Athletic, Levante, Barcelona y Rayo Vallecano se impusieron a los almerienses. Ni un punto en estos cinco partidos. Sí con opciones de puntuar hasta el final. Salvo en Villarreal, los rojiblancos han perdido cada encuentro por un gol de diferencia. Lo que le permite no caer al descenso por la diferencia de marcados y recibidos, aunque no le sirva para sumar puntos.

Con estos datos, el encuentro en Ipurua toma tintes, para algunos, dramáticos. No ya porque consideren que el cuadro armero sea la clave de todo. Pero sí para entender que el futuro se pueda ver de una manera más positiva. Los propios jugadores (hasta el entrenador) no se quieren fijar en otra cosa. Ni tan siquiera en el partido de este viernes en el Benito Villamarín de Copa del Rey. «Si pudieran, ni iban», decía este miércoles a IDEAL un miembro del club rojiblanco. Hay que jugarlo y lo harán los que menos minutos han disputado y con el máximo permitido de jugadores del filial (3 en el campo). Todo estará pensado para que los titulares en Eibar no tengan el más mínimo riesgo de caer lesionados. El poco tiempo de recuperación, algo más de 72 horas, hace que ese riesgo del que hablan aumente en grado superlativo.

Ipurua, además, marcará el lado anímico de un plantel que comienza a ver todo negro. Son el segundo equipo menos realizador de la Liga BBVA. En los últimos partidos (antes del Rayo), lo que se criticaba, también por parte de los futbolistas, es que no tenían ni opciones de llegar al marco contrario. No disponían de ocasiones y así «era imposible marcar». Ante los madrileños, de nuevo fue la falta de puntería la que privó de que pudiesen haber sumado la primera victoria de la temporada como cuadro local.

Tuvieron 11 remates. Solamente uno tomó la dirección correcta y fue dirigido entre los tres palos de la portería defendida por Cristian Álvarez. El cancerbero argentino paró ese remate y el muro se amplió para el cuadro almeriense. Son, si se quita el gol marcado por De la Bella en su propia puerta, el equipo que más remates necesita para marcar un gol. 17 son los lanzamientos necesarios para que la UDA celebre un tanto. Demasiado para un equipo en el que la pólvora desapareció.

Ganar en Eibar
Con todos estos datos, nadie quiere pensar en no ganar en Eibar. Ni tan siquiera en empatar. «Lo que nos viene no invita al optimismo», aseguraban este miércoles a este diario fuentes muy próximas al vestuario. Y con nombres la afirmación de pesimismo aumenta. Real Madrid, Celta de Vigo, Málaga, Sevilla y Valencia son los que se cruzarán en el camino del Almería antes del final de la primera vuelta. Equipos que están, a día de hoy, por encima de la mitad de la tabla clasificatoria. «Siempre sacamos lo mejor en los peores momentos. Lo hicimos la pasada temporada y tenemos que hacerlo ahora. Lo hemos demostrado y hay que repetirlo», declaraban en el sentido más optimista.

Los hay en un término medio. «La Liga está muy igualada por abajo. Ganar en Eibar nos permitiría vivir unas navidades algo más tranquilas. Pase lo que pase en casa ante el Real Madrid y en Vigo. Por eso tenemos que salir a por el partido. No vale con un empate. No nos serviría de mucho. Supondría estar ocho jornadas sin ganar y viendo el calendario no cabe otro marcador que la victoria», sentenciaban.

Si en las últimas semanas los partidos frente a Granada o Rayo Vallecano alguien del vestuario de la UDA los ha calificado de final, ante el Eibar el calificativo puede ser de «aire». El que podrán lograr con un triunfo o el que se les quite con una derrota.
Éibar marcará el futuro de la UDA hasta el final de la primera vuelta

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