sábado, 25 de octubre de 2014

No hay quinto malo

Wellington y Verza, ambos apuntan a la titularidad, disputan un balón. / J. J. A.

Los rojiblancos pueden volver al doble pivote, ante un rival que llega contrariado por el buen fútbol y la falta de respuestas positivas en el resultado
JUANJO AGUILERA | IDEAL ALMERÍA

Tras las diez primeras jornadas sin ganar de la pasada temporada, la UD Almería comenzó la presente campaña liguera tratando de anticipar la alegría. Con la visita a San Sebastián, en la cuarta jornada, los rojiblancos quedaron desposeídos de esa mala 'praxis' de la temporada del reencuentro con la Primera División, en la que hasta la undécima jornada no se logró el primer triunfo.

Los rojiblancos han ido consiguiendo otras metas como el hecho de ser más seguros atrás. Bien es cierto que hay cosas que mejorar. Los números en ataque, por ejemplo, al llegar a la octava jornada eran mejores en el balance ofensivo de la pasada. Ese y el de ofrecerle la primera victoria a la afición en el Estadio de los Juegos Mediterráneos son los 'peros' a los que se agarran los inconformistas, son el refrendo del refranero que habla de que «no siempre llueve a gusto de todos», de quienes argumentan el «sí, pero...» como excusa.

Los de Francisco están a tiempo de superar otro de los listones que el fútbol o el presupuesto coloca en el camino en forma de obstáculos a quienes, pese al empeño del trabajo diario, se ven desbordados por la presión de saberse obligados a ganar cada jornada, aún a sabiendas que no va a ser posible, para encontrar metas distintas a las que, antes del comienzo del campeonato, tienen equipos de la obligación clasificatoria que, por ejemplo, rodea al visitante del Estadio de los Juegos Mediterráneos.

Obligados
Dicen los taurinos que no hay quinto malo y el de hoy ante el Athletic es el quinto en casa y no debiera serlo. Claro que el conjunto de Ernesto Valverde afronta su quinta salida hoy, después de no haber ni siquiera puntuado en sus cuatro salidas anteriores.

Lo cierto es que las sensaciones sí que son diferentes, más allá de las fechas coincidentes. El Almería, salvo en el partido frente al Atlético en el que sí que se defendió bien pero no atacó, ha sido propietario del buen fútbol y hasta merecedor de un mejor resultado. El Athletic, por contra, salvo el partido frente al Málaga de la primera jornada donde Mateu Lahoz se 'ganó' la enemistad de otro equipo más, y el buen fútbol exhibido en el Nou Camp, jugando con una defensa adelantada y disputándole el balón al cuadro blaugrana, lo demás han sido decepcionantes partidos. Vallecas fue un mal recuerdo y el Bernabéu 'para qué contar'.

La UD debe aferrarse a esas sensaciones para convertirlas en realidad, aunque consciente de que el Athletic es un 'león dormido'. La calidad de algunos de sus hombres no permite errores. Si se suele decir que 'el más tonto hace relojes', los txuri-gorri cuentan con inteligentes 'relojeros' a los que puede que todavía le falle la 'pila' que pone en marcha el crono.

Cambios
La semana ha dado para pensar. Desde el domingo en Villarreal hasta el entrenamiento de ayer, el Almería ha dado muestras de lo que no se puede hacer y de lo que sí. No es obligada y única referencia lo sucedido en El Madrigal. Puede ser ejemplo de que las cosas deben ser diferentes si, como se pretende, se persigue la victoria. El equipo necesitó creación para superar a los de Marcelino García Toral. No la hubo y este arma fundamental debe aparecer o el objetivo acabaría 'durmiendo en el sueño de los justos'.

Posiblemente el equipo vuelva al esquema del fútbol en casa, basado en la posesión y no en la destrucción, con jugadores con llegada por banda, tal y como ha sucedido en algunos partidos, aprovechando la banda izquierda del Athletic, por donde Balenziaga no atraviesa su mejor momento. Y se podría decir que por la derecha el Athletic tampoco anda fino. Iraola o De Marcos, que también suele ocupar esa demarcación, no terminan de cuajar.

Se antoja, por tanto, un centro del campo con Verza como hombre fijo y la compañía de Thomas. El ghanés puede tener en contra que fue sustituido, pero lo mismo le pasó a Ramón Azeez, cuyos números en El Madrigal pueden conducir a un 'descanso' en el banquillo. Eso es lo que se ha visto a lo largo de la semana, como también la posible continuidad de Wellington Silva en banda derecha. Eso podría suponer que Jonathan Zongo continuara fuera del once.

El mismo está lleno de cábalas, sobre todo en lo que se refiere a la segunda línea de ataque, porque de ahí hacia atrás todo está claro y parece que también el del que ocupe la posición de 'primer defensor'. Parece claro que esta plaza será para Tomer Hemed, aunque Thievy también podría aparecer en esa demarcación por aquello de aprovechar su velocidad. Soriano parece tener plaza en esa posición que permite tener ese equilibrio que solo el maño aporta al equipo.

El partido de hoy necesita al aragonés. Édgar y Wellington Silva podrían aparecer por los costados, con Rubén en portería y Ximo Navarro, Ángel Trujillo, Mauro dos Santos y Dubarbier por delante de uno de los mejores cancerberos de la Liga en la presente temporada.

Sin gol
Enfrente un Athletic 'romo', que solo ha hecho un gol a domicilio en Liga y que ha encajado una decena, que es el Athletic del año pasado, con el 'fantasma' de Ander Herrera como poniendo zancadillas al intento de los del Botxo por salir del 'día de la marmota' en el que está sumido.

La marcha del bilbaíno al United ha hecho más daño al Athletic que las salidas de Amorebieta -Gurpergi y Laporte, a los que se añaden Etxeita, como hoy, o San José, puntualmente, no lo echan de menos-, Javi Martínez -el Iturraspe del año pasado tapó incluso más 'agujeros' de los que dejó el navarro- o Llorente -Aritz Aduriz fue clave en el éxito que permite creer en una filosofía única en el mundo-. Tal vez porque ha llovido sobre mojado.

Pero la UD Almería no debe descuidarse ante los Susaeta, pese a que aparentemente pueda faltarle chispa, como sucede con Iturraspe, Beñat o puede que con el polivalente Óscar de Marcos, por más que sea cuarto por la cola con solo cinco puntos y prácticamente fuera de los octavos de final de la máxima competición continental tras caer en Oporto (2-1) -lo mejor que podría pasarle-.

La leve mejoría apuntada ante el Celta y en 'O Draga' no disipan las dudas que genera un Athletic al que, al margen de realizar un juego menos fluido y más previsible que hace un año, le pasa lo que al Almería muchas veces, que paga muy caros sus mínimos errores.

Lo cierto es que el 'Txingurri' Valverde -que hace años perdió en Almería una inmaculada racha de doce semanas sin perder con el Espanyol- tiene la oportunidad de recrear las buenas sensaciones del partido ante el Celta o de fases continuadas del choque del pasado martes en 'O Dragao', en base a un 1-4-2-3-1 inmodificable, si bien es cierto que podría haber alguna modificación fundamentada en la buena actuación de Óscar de Marcos ante los gallegos el pasado sábado, para que el alavés descubierto por el almeriense José María Salmerón ocupe plaza en la media punta, con Markel Susaeta e Iker Muniain en los costados, mientras Andoni Iraola reaparecería en el lateral diestro del histórico club.

Y puede que a este Athletic tal vez le falte 'quitarse las botas' y mirar al resultado antes que 'morir' con ellas puestas. En cualquier caso, el de hoy promete ser el 'quinto bueno', ya sea para la UD Almería, que no gana fuera en sus cuatro citas anteriores o para el Athletic, que no lo hace fuera en idéntico espacio de tiempo.
No hay quinto malo

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