El conjunto de Francisco calca el arranque de la anterior temporada, con una derrota y sendos empates para un total de 2 puntos sobre 9 posibles, ofreciendo mejor imagen que resultados
PACO GREGORIO | DIARIO DE ALMERÍA
Hemed se lamenta de una ocasión fallada ante el Córdoba con Soriano reclamando.
Casi sin quererlo, el Almería se ha visto inmerso en una situación semejante a la del arranque del curso pasado. Como si Francisco viviera su particular Día de la Marmota, los rojiblancos han calcado el inicio de competición de hace un año, con una derrota y sendos empates caseros que rentan dos puntos sobre nueve posibles.
Como entonces, el equipo es más efectista que efectivo, ofrece buena imagen, pero no acaba de cerrar los partidos. La única diferencia respecto al estreno en los banquillos del técnico almeriense es que contra el Villarreal se acabó perdiendo (2-3), para empatar después ante Getafe (2-2) y Elche (2-2), mientras que esta vez se cayó en el Alfonso Pérez (1-0) y se empató en casa contra Espanyol (1-1) y Córdoba (1-1).
El duelo ante el conjunto perico ya fue un macabro precedente de lo que estaba por venir, cuando tras tenerlo controlado gracias al tanto de Soriano, un inoportuno apagón en el Mediterráneo metía a los catalanes en el partido para arrancar un punto. Luego en Getafe el Almería hizo méritos para no volver de vacío, mientras que ante el Córdoba tampoco supo aguantar la ventaja inicial.
Las trayectorias gemelas de una y otra temporada tienen incluso un punto de encuentro en el lío de vestuario que hace un año se provocaba con la problemática mejora salarial de Jonathan Zongo, reeditada esta vez en la figura de Ramon Azeez.
Entre la afición las primeras dudas empiezan a surgir y muchos de los que perjuraban que la calidad de la plantilla había mejorado notablemente este verano, ahora desertan de su postura y recuerdan las ausencias de Suso, Aleix Vidal o Torsiglieri como pérdidas irreparables.
El punto de cordura, curiosamente, ha vuelto a ponerlo Alfonso García, que tras la igualada ante el Córdoba compareció ante los medios de comunicación para pedir paciencia, tranquilidad y reiterar su confianza en el plantel y la labor del cuerpo técnico, recordando la mala fortuna que hasta la fecha se ha tenido escudándose en las numerosas ocasiones que se generan aunque cueste materializarlas.
Lo complicado del asunto es que tras un inicio a priori asequible, el calendario ahora se pone cuesta arriba con la visita a Anoeta y el duelo casero frente al Atlético de Madrid sin solución de continuidad (domingo y miércoles que viene), para viajar después a Riazor.
El presidente y máximo accionista no quiere oír hablar de fantasmas, pero no pocos temen que pueda repetirse la calamitosa racha de diez jornadas sin ganar que se encadenó en la 2013-2014. Una razón de peso invita al optimismo a ese respecto y es que tanto Francisco como Jaime Ramos ya pagaron con creces la novatada del debut el año pasado y la experiencia debe ser un grado para no tropezar con la misma piedra.
Trayectorias gemelas

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