El Almería regala los dos primeros puntos, ya con el tiempo cumplido, después de unos buenos primeros 70 minutos.
Los nervios atenazan al final ante un Espanyol que ni se lo creía.
PABLO LAYNEZ | DIARIO DE ALMERÍA
"Ojalá pueda dedicaros esta noche el primer triunfo de la temporada". Con esas palabras se despidió Francisco de una abarrotada Puerta Purchena, camino del Mediterráneo donde iba a convertirse en el técnico del Almería con más partidos en Primera. Del pregón a la charla técnica sin perder ni un segundo. Sus jugadores y la afición esperaban ansiosos las once de la noche para que de una vez arrancara la Liga y los nervios iniciales se esfumaran.
La alineación era la más o menos esperada, con la sorpresa [aunque ya no tanta] de Edgar en banda y de Michel en el lateral, puesto que Ximo finalmente no pudo entrar en convocatoria al estar sancionado por un cambio de normativa [anteriormente, al cambiar de categoría se eliminaban las sanciones]. Nunca había ganado la UD en su primer partido en casa en la máxima categoría y en el día más importante de su corta trayectoria como entrenador, Francisco quería ser el primero en conseguirlo. Caras de mucha concentración en la salida al campo y hasta rezos de algunos jugadores para que la suerte acompañe este año.
Enfrente estaba un Espanyol que fue el rival con el que se comenzó la remontada que significó la salvación la pasada temporada, y venía ahora encabezado por Salva Sevilla, jugador que casi envía al Almería a Segunda con el Betis y la afición se lo recordó desde el primer minuto de partido. Suyo fue el primer susto, de hecho, a los dos minutos. Los pericos, sobre un terreno de juego irregular, habían salido a presionar arriba; los rojiblancos, poderosos por banda, respondieron ipso facto con una carrera de Dubarbier y chut alto de Soriano.
A falta de buen juego, la gran colocación de Soriano y su tremenda capacidad para convertir balonazos en pases majestuosos, era la mejor solución rojiblanca. El maño controlaba y lo peinaba todo. Un saque en largo de Rubén, lo tocó lo suficiente para despistar al marcador de Jonathan y éste se plantó solo frente a Casilla, pero optó por romper y no por colocar. Lástima que le falte olfato goleador al africano. El Almería, sin tener un dominio claro del partido, estaba siendo bastante mejor que su rival, sólo sostenido por su meta, que metió a Verza una manopla impresionante a tiro lejano.
Recién pasada la media hora iban a pasar 40 segundos que iban a marcar el partido. Saque de esquina espanyolista, Colotto remata a bocajarro desde el área chica, el balón se estrella en Caicedo y lo saca en la misma línea Hemed. Susto enorme, pero la jugada sigue, Edgar se marcha en velocidad y provoca la segunda amarilla de Arbilla. Los rojiblancos, a los que sigue faltándole presencia en el centro del campo para sacar el balón, iban a jugar toda la segunda parte con uno más, gracias a que ofensivamente tienen soluciones. Pero les estaban faltando buenos centros y puntería de cara al gol, como la última ocasión de Hemed, que chutó fuera cuando estaba solo. Casilla estaba que trinaba con su defensa, como la afición rojiblanca que no entendía que el encuentro siguiera 0-0.
Hasta que por fin el gol llegó. Fue a los 51 minutos, después de un sinfín de ocasiones y de otra gran jugada en solitario de Edgar. El canario se recorrió el campo entero, se internó hasta el área y abrió para la subida de Soriano, que conectó un potente chut. No era la más clara, pero la potencia del extremo y las tablas del maño llevaron el balón a las mallas. Más vale maña, ya se sabe y así cayó el 1-0 justo antes de que las luces se fueran, otra vez más, del Mediterráneo.
Vuelta la luz, era el momento de demostrar madurez. El Espanyol, con pocos argumentos, buscaba alguna falta o algún fallo rojiblanco para empatar. Pasaban parsimoniosamente los minutos, con nerviosismo en la grada porque al Almería le pesaba la responsabilidad y no sentenciaba. Todo el mundo se acordaba de los empates fuera de tiempo del pasado año. Y efectivamente, volvió a ocurrir. Fuera de tiempo, Sergio García empató.
UD Almería: Rubén; Michel, Trujillo, Dos Santos, Dubarbier; Thomas, Verza; Jonathan, Soriano (Teerasil, minuto 73), Edgar (Corona, minuto 99); y Hemed (Thievy, minuto 87).
RCD Espanyol de Barcelona: Casilla; Arbilla, Colotto, Alvaro, Víctor Alvarez; Montañés (Abraham, minuto 78), David López, Víctor Sánchez, Salva Sevilla (Stuani, minuto 56), Sergio García y Caicedo (Javi López, minuto 45).
Arbitro: Alejandro José Hernández Hernández, del comité de Las Palmas. Expulsó en el minuto 32 a Arbilla, del Espanyol, por doble tarjeta amarilla. Además amonestó a Trujillo, Verza y Thomas, del Almería, así como a Víctor Sánchez y Sergio García, del conjunto catalán.
Goles: 1-0 (Mn. 51). Soriano tras una gran jugada de Edgar. 1-1 (Mn. 103). Sergio García dispara dentro del área, el balón toca en Trujillo y se va al fondo de la portería.
Incidencias: Partido correspondiente a la primera jornada de Liga de Primera División disputado en el Estadio de los Juegos Mediterráneos. 9.782 espectadores. El encuentro estuvo interrumpido durante 10 minutos en el segundo tiempo por un apagón parcial en el Estadio.
Igual que el año pasado (1-1)
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