sábado, 30 de agosto de 2014

El remake fue mucho peor

El centrocampista ganés Thomas acosado por el azulón Lafita. / AGENCIA LOF

Un gol de Álvaro Vázquez derrotó a un Almería que tuvo ocasiones aunque no ideas
JORDI FOQUÉ | IDEAL ALMERÍA

Que Almería y Getafe vivieron ayer un partido con sensaciones previas muy similares a las de hace un año se dijo por activa y por pasiva. Todos tenían la sensación de haber visto la película. Tanto en directo como en sus mentes durante mucho tiempo. Un encuentro que les pesó a los dos la temporada pasada. Ahora, con el dichoso destino en forma de bolita del calendario, ambos se medían en una situación muy similar. Y faltaba por saber si el resultado dejaría todo igual en cuanto a sensaciones o uno de los dos saldría beneficiado, con el consiguiente perjuicio para el contrario. Y fue esto último. Siendo el que se llevó la peor parte la UDA.

Los almerienses se agarraban en la previa a que «como mal menor» saldrían del Alfonso Pérez con los mismos puntos que hace un año. Si 12 meses atrás perdieron ante el Villarreal y puntuaron en Getafe, el punto ya lo habían logrado frente al Espanyol. Así que todo lo que lograsen sería ir por delante de lo ocurrido en la temporada del retorno. Pero no lograron nada. Los de Francisco tiraron por la borda gran parte de la primera mitad. Y en la segunda lo que tiraron fueron muchas ocasiones de gol. Ahí Guaita, en la mayoría de las veces, y la falta de puntería en todas llevó a que no lograsen nivelar el tanto de Álvaro Vázquez y volver del sur de Madrid con la sensación de que, una vez más, el rival tiene saca más provecho que ellos sin contar con más méritos para que en el haber tengan puntos que, en condiciones normales, deberían haber sido para los de Francisco.

Un tanto dormidos
La primera media hora fue la de un choque en la que los dos equipos tuvieron muy presente lo ocurrido la pasada campaña. Si hace 12 meses tardaron pocos minutos en ver de cerca al portero contrario y darle trabajo, ayer fue todo lo contrario. Sin una excesiva claridad de ideas, Sarabia era el único que tenía algo de magia en sus botas. En los rojiblancos, abrir siempre el campo a las bandas y poco más.

Hasta que se produjo el tanto logrado por Álvaro Vázquez. Thomas se quedó reclamando una falta que no existió. Le ganaron la partida y, con ello, el resto vino en cadena. Sarabia, el mejor de su equipo con diferencia, abrió a la izquierda. Ximo Navarro estaba en el centro del campo por ser una jugada de salida para la UDA. Esto propició que Hinestroza tuviese el carril libre. Levantó la cabeza y su centro buscaba al ex Espanyol. Mauro Dos Santos intentó cortar y desvió la trayectoria de un balón que golpeó en el hombro al '9'. Ángel Trujillo no pudo adelantarse y Rubén no pudo despejar.

El tanto en contra sirvió de despertador para los almerienses. El Getafe se encontró con la mejor versión de la UDA. Sobre todo con un hombre que está muchos escalones por encima de sus compañeros: Tomer Hemed. El israelí hizo de todo y todo lo hizo bien. Asistió, bajó, construyó y defendió. Eso sí, no tuvo ocasiones claras para rematar y redondear su buen partido con el premio del gol.

El que sí lo tuvo fue Édgar. Precisamente de una jugada comenzada por el israelí. Demostrando que se entiende con Jonathan Zongo, la asistencia con el pecho dejó delante de Guaita al de Burkina Faso. El '19' no fue egoísta. Levantó la cabeza y observó que Fernando Soriano y, detrás, Édgar pedían el pase. El maño no pudo remachar el empate, Tampoco pudo despejar la zaga. Así que el balón le llegó al canario en el segundo palo. Estaba solo y el defensa más cercano no llegaría en ningún caso para poder cortar el remate. Claro, en caso de que fuese entre los tres palos. En su mente estaba ya la celebración antes que conectar su pie izquierdo con el esférico. Y cuando eso pasa lo que suele ocurrir es el fallo. Como así sucedió. El remate se fue muy alto.

Fue la segunda clara, mucho más que la anterior, que tuvo el Almería para haber nivelado el choque. Más bien, la primera fue para adelantarse en el luminoso. Fue de Jonathan. Un pase de lujo por el interior de Hemed, en su faceta como asistente, permitió al africano tener ventaja sobre el defensa. Lástima que en el control se le quedase un tanto atrás la pelota. Tuvo tiempo de reacción para sacarse un lujo e intentar una vaselina. La altura de Guaita, uno de los porteros más altos de la Liga BBVA, impidió que marcase.

El cancerbero valenciano, que ha llegado este verano al Getafe, inició en ese momento su recital ante los delanteros almerienses. Demostrando que ha recuperado su confianza (más todavía tras lo visto ayer), fue desbaratando y una y otra vez todo lo que intentó el conjunto de un Francisco que mantuvo las mismas piezas en el inicio de la segunda parte. Lo que cambió un tanto fueron los movimientos de sus jugadores. Verza adelantó unos metros la presión casi que en campo contrario. Esta circunstancia provocó que los almerienses robaran más arriba y tuvieran que necesitar menos toques para alcanzar el área rival.

Lo de menos toques resultaba clave. No había fluidez en el juego. Entre plano y sabiendo lo que se intentaría en cada momento. Faltaba mucha chispa. Más cuando Hemed ya no podía correr más. Era el delantero centro y, a su vez, también era el que defendía en las contras del Getafe. Antes de irse pidió un penalti que el colegiado no observó. No sería la primera vez ni la última que la UDA reclamó en área contraria una acción punible. También el Getafe reclamó dos penas máximas. La más clara, un toque con la cadera de Ximo Navarro a Sarabia cuando el ex de la cantera del Real Madrid se disponía a remachar el 2-0.

Fuera del campo Hemed, entró en su puesto Teerasil (antes Thievy lo hizo por un desacertado Édgar), el Almería metió muchos jugadores arriba. Las ocasiones llegaban más por cantidad que por calidad de las mismas. La más clara fue una del franco-congoleño. Como si Édgar le hubiese transmitido al dejarle el puesto la mala fortuna ante el marco contrario, el cedido por el Espanyol recibió un centro de Ximo Navarro en el segundo palo. Nadie había rematado. Nadie había despejado. El control fue lo que lo mató. Un pelín largo y Guaita puso el cuerpo para que el toque con el interior encontrase tanto la mano como el pie izquierdo y evitase el empate.

El todo por el todo
Francisco se la jugó. Una cosa es sacar a los mismos tres del banquillo que contra el Espanyol y otra querer lo mismo. Dejó al equipo con tres defensas. Todos tenían que atacar. Quitó a Mauro Dos Santos (con amarilla) y bajó a Verza. Más mimbres arriba no es sinónimo de claridad. Le faltó agua, una buena olla y la perfecta cocción.

Llevado al cine, ya que se ha hablado tanto del remake de hace un año, el Almería demostró en Getafe que no por tener más actores (o más extras) significa que haya un mejor guión. Las ideas faltaron pese a que se intentó de todo. Quedan dos semanas para reflexionar.

EL DETALLE
Ximo Navarro fue la única novedad en el equipo inicial en relación a los que jugaron ante el Espanyol. Los cambios fueron los mismos. Al menos en cuanto a los que entraron desde el banquillo. Francisco tiene las ideas claras.

Getafe: Guaita; Valera, Vigaray, Juan Rodríguez, Escudero; Lacen, Míchel; Sarabia, Sammir (Lafita, min. 62), Hinestroza (Diego Castro, min. 56); Álvaro Vázquez (Roberto Lago, min. 90).

UDA: Rubén; Ximo, Trujillo, Dos Santos (Corona, min. 74), Dubarbier; Verza, Thomas; Édgar (Thievy, min. 61), Jonathan, Soriano; y Hemed (Teerasil Dangda, min 70).

Goles: 1-0. Min. 29: Álvaro Vázquez.
Árbitro: Jaime Latre (aragonés). Amonestó a Édgar, Mauro Dos Santos, Sarabia y Diego Castro.
Incidencias: Segundo partido de la Liga BBVA disputado en el Coliseum Alfonso Pérez de Getafe. Floja entrada.

EL PÚBLICO
Como es habitual en Getafe, la respuesta de los aficionados locales no fue muy numerosa. Más asientos vacíos que cubiertos. Unos 100 almerienses estuvieron en la grada del Alfonso Pérez acompañando a la UDA.
El remake fue mucho peor

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